jueves, 25 de mayo de 2017

La furia de Reino Unido por la filtración a la prensa estadounidense de evidencia sobre la investigación del atentado de Manchester 

  El diario New York Times afirma que esta evidencia -que muestra el resto de una mochila y un posible detonador- fue recogida en el lugar del ataque en Manchester.

La policía británica dejó de compartir información con los servicios de seguridad de Estados Unidos debido a varias filtraciones de inteligencia sobre el ataque en Manchester del lunes, según información obtenida por la BBC.

La última de esas filtraciones fue una serie de fotografías, publicadas por el The New York Times, que aparentemente muestran imágenes procedentes del lugar donde se produjo el atentado del lunes en Manchester que causó 22 muertos y más de 60 heridos.

Se piensa que el diario obtuvo las fotografías de la comunidad de inteligencia estadounidense.

El martes, los medios estadounidenses también filtraron el nombre del supuesto atacante, cuando las autoridades británicas aún no lo hacían público.

Fuentes del gobierno dijeron que las autoridades británicas están "furiosas" y que la primera ministra Theresa May expondrá el asunto a Donald Trump este jueves, durante una reunión de la OTAN en Bruselas.

En respuesta a los señalamientos, Trump dijo este jueves que las filtraciones son "profundamente preocupantes", e instruyó a su Departamento de Justicia a iniciar una investigación.

"(Las filtraciones) son una grave amenaza para nuestra seguridad nacional", dijo desde Bruselas, donde se encontraba en una reunión de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

"Han estado ocurriendo durante mucho tiempo. Pido al Departamento de Justicia y a otros organismos pertinentes que lleven a cabo una revisión completa de este asunto y, si procede, el acusado debe ser procesado hasta el máximo de la ley", declaró el presidente.

"Daños a la investigación"

Altos funcionarios británicos responsables de labores de contraterrorismo dijeron que las filtraciones dañan la investigación y la confianza de las víctimas y de los testigos en las autoridades.

El miércoles la ministra del Interior británica, Amber Rudd, expresó su malestar con las autoridades de Estados Unidos por que se divulgara la información sobre el presunto atacante Salman Abedi.

Rudd dijo que le advirtió a Washington que "esto no debe repetirse".

También el alcalde de Manchester, Any Burnham, le transmitió su queja a diplomáticos estadounidenses.

Sin embargo, después de estas protestas, el diario The New York Times publicó imágenes que, según asegura, fueron tomadas por las autoridades británicas en el lugar del ataque.

Las fotografías incluyen los restos de una mochila, tornillos y tuercas, así como un aparato identificado como un "posible detonador".

El diario afirma que la supuesta evidencia sugiere el uso de "una carga poderosa, de alta velocidad, y de una bomba en la que la metralla estaba cuidadosamente y uniformemente embalada".

La información sobre la identidad del presunto atacante apareció primero en la prensa de Estados Unidos.

Las fotografías fueron posteriormente publicadas por los medios británicos.

Frustración

El analista de asuntos internos de la BBC, Daniel Sandford, dijo que altos funcionarios dedicados a las políticas de contraterrorismo en Reino Unido están "evidentemente frustrados".

"Ellos afirman que las filtraciones dañan la relación con importantes socios y debilita la investigación y la confianza de las víctimas, testigos y sus familiares", agregó.

La parlamentaria laborista Yvette Cooper, quien antes del inicio de la campaña electoral encabezaba el Comité de Asuntos Interiores en la Cámara de los Comunes, expresó en Twitter:

"Muy preocupada porque Estados Unidos haya filtrado datos de inteligencia que Reino Unido les dio en el medio de una investigación en marcha en la cual la seguridad pública está en riesgo. ¿Qué está ocurriendo?".

La información sobre la identidad del presunto atacante apareció primero en la prensa de Estados Unidos, cuando las cadenas de televisión CBS y NBC mencionaron que el sospechoso se llamaba Abedi.

El miércoles por la mañana, durante una entrevista con el Today Programme de la BBC, se le preguntó a Rudd si ella investigaría si el proceso de compartir información condujo a una divulgación prematura de detalles que la policía británica y los servicios de seguridad no querían que salieran aún a la luz pública.

La secretaria de Interior, Amber Rudd, dijo Washington fue advertido de que este tipo de filtraciones no deben repetirse.

"Sí, totalmente", respondió la ministra del Interior de Reino Unido.

"La policía británica ha sido muy clara en que quiere controlar el flujo de información para proteger la integridad operacional -el elemento de sorpresa-, por lo que es irritante si esta es divulgada por otras fuentes y he sido muy clara con nuestros amigos de que esto no debe repetirse", agregó.

Consultada sobre si Estados Unidos había puesto en peligro la investigación, Rudd apuntó: "Yo no iría tan lejos, pero puedo decir que ellos están completamente claros acerca de la situación y sobre que esto no debe volver a ocurrir". 



Fuente: BBC Mundo

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