miércoles, 17 de mayo de 2017

Un radar de la UNLP ya descubrió 34 nuevas lluvias de meteoros
La estación astronómica detecta quince mil partículas diarias de material extraterrestre que ingresan a nuestra atmósfera. Los avances son inéditos en el hemisferio sur. 




Entre los fenómenos más extraños del cielo nocturno se distinguen las llamadas estrellas fugaces, que son rápidas trazas brillantes que caen desde el firmamento y se manifiestan de dos maneras: esporádica o agrupadas, es decir surgiendo de un mismo punto del cielo durante noches consecutivas. A las primeras se las conoce como “meteoros esporádicos”, y a las segundas como “lluvia de meteoros” o, erróneamente, “lluvia de estrellas”.

Desde 2010 hasta hoy, el radar de meteoros instalado en la Estación Astronómica Río Grande (EARG) de la Universidad Nacional de La Plata, ubicada en Tierra del Fuego, logró observar 58 lluvias de distintas intensidades, 34 de las cuales eran nuevas, es decir, nunca antes observadas.

Para el jefe del Observatorio, José Luis Hormaechea, “los resultados obtenidos en Río Grande han sido muy promisorios”, entendiendo que “es un número de gran significación, porque la lista oficial de la Unión Astronómica Internacional (UAI) reúne 112 lluvias confirmadas y otras 500 aproximadamente en espera de confirmación”.

El hallazgo del equipo que lidera Hormaechea contribuye al estudio de cometas y asteroides: siendo fragmentos de sus cuerpos progenitores, las partículas que caen desde el cielo ayudan a comprender su origen y evolución. En el caso de las lluvias nuevas, donde en principio es frecuente desconocer el cuerpo originario, sirven para (indirectamente) analizar cuerpos aún desconocidos. Además, se informó que las nuevas lluvias descubiertas desde la EARG de la UNLP ya forman parte de la lista de trabajo de la mencionada UAI.

Su funcionamiento

La EARG cuenta con un radar de meteoros instalado en colaboración con instituciones del exterior. Según sus registros, ingresan a velocidades de entre 20 y 70 km/segundo, en un radio de 500 km de la ciudad de Río Grande. Aproximadamente, las quince mil detecciones diarias dan idea de la cantidad de material extraterrestre que permanentemente ingresa a nuestra atmósfera. Su alta sensibilidad y su capacidad de detección permiten la observación de meteoros tanto esporádicos como de lluvias, con masas tan pequeñas como de un gramo o menos.

Se estima que unas dos mil órbitas diarias son calculadas a partir de las detecciones comunes entre el instrumento central situado en la estación astronómica y las tres estaciones remotas desplegadas a unos 10 km aproximadamente. Sobre este gran volumen de datos, que hoy supera los dos millones de órbitas (una cifra inédita para el hemisferio sur), es casi imposible realizar una búsqueda manual, por lo tanto se aplican algoritmos matemáticos a los fines de individualizar lluvias e identificarlas según la constelación en la que está ubicada el radiante por el que se la divisa. 



Fuente:  diariohoy.net

No hay comentarios:

Publicar un comentario