En busca de una ley para aumentar la inversión en ciencia
Tras obtener dictamen, se tratará en la Cámara de Senadores un proyecto que propone aumentar de manera sostenida la inversión en ciencia y tecnología hasta llegar a 3% del PBI en el año 2030. En Diputados avanzan iniciativas similares.
Por Bruno Massare 

Si la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MINCYT) en diciembre del año 2007 fue un hito para el sector científico argentino, casi una década después, dos iniciativas que avanzan en el Congreso de la Nación le darían al sistema de ciencia y tecnología el impulso perdido durante los últimos años, al establecer un incremento sostenido de la inversión en el sector. En el caso del proyecto que ayer obtuvo dictamen en Senadores y que se tratará en el recinto tras el receso invernal, se propone como meta llegar al 3% del producto bruto interno (PBI) en el año 2030.

La iniciativa, presentada por el senador Omar Perotti (PJ-FPV) y otros legisladores, propone “el incremento progresivo y sostenido del presupuesto nacional destinado a la función ciencia y técnica”. Los integrantes de las comisiones de Ciencia y Tecnología (presidida por Perotti) y de Presupuesto y Hacienda se reunieron el pasado martes 11 en el Salón de las Provincias del Congreso Nacional. Si bien en esa reunión —que presenció TSS— no se firmó el dictamen por falta de quórum en la Comisión de Ciencia y Tecnología, sí se logró al día siguiente.

De resultar aprobado, el trámite pasará a la Cámara de Diputados, donde el proyecto se podría “armonizar” con otras iniciativas en curso. Allí, a fines de junio, se presentaron cuatro proyectos de ley para garantizar el financiamiento para ciencia y tecnología con cláusulas que buscan evitar los recortes, con dictamen favorable en la Comisión de Ciencia y Tecnología de Diputados. 

Fuente: Elaboración propia en base a Expte. N° S–1478/17 y tenido a la vista S-839/17, Senado de la Nación.

El proyecto presentado por el senador Perotti prevé que el MINCYT sea la autoridad de aplicación de la presente ley. Sin embargo, su titular, Lino Barañao, no se expresó sobre este proyecto ni sobre las iniciativas presentadas en Diputados. Esto motivó comentarios como el del senador Julio Cobos (UCR), que se preguntó por qué a las reuniones en las que se trató el proyecto no acudieron representantes del Poder Ejecutivo ni del MINCYT: “Quisiera saber por qué no vino el ministro de Ciencia y Tecnología y si él está de acuerdo con este proyecto”, dijo. Nadie pudo responder la pregunta, pero Perotti dijo que hubo invitaciones y deseo de participar por parte de los funcionarios y refirió que el titular del CONICET, Alejandro Ceccatto, no pudo concurrir “por temas de agenda”.


Promesas de campaña

Durante la reunión del martes, encabezada por los senadores Perotti y Juan Abal Medina (PJ-FPV), se hizo referencia a los cambios que se le hicieron al texto original para facilitar el consenso y atenuar su impacto presupuestario. También se escucharon las quejas de la senadora Magdalena Odarda (Frente Progresista-CC ARI), quien reclamó que su proyecto —de características similares— no había sido tomado en cuenta para la elaboración del dictamen siendo que había sido presentado con anterioridad al de Perotti.

“Moderamos la curva porque pensamos que de un año a otro quizás no todas las áreas pueden dar el salto previsto en el proyecto original. Para llegar a un acuerdo hemos atenuado esa curva inicial y buscamos que ese salto que se da esté a tono con cuestiones presupuestarias”, dijo el senador santafesino. De acuerdo con lo establecido en la versión del proyecto que obtuvo dictamen, la función ciencia y tecnología debería representar el 0,51% del PBI en el presupuesto 2018 —en el de este año fue del 0,34%— y se llegaría al 1% del PBI en el año 2021. “Es lo que se había sostenido durante la campaña electoral. Durante esa misma campaña el actual presidente hablaba de asignar 1,5% del PBI a ciencia y tecnología”, recordó Perotti. 

El senador nacional por Santa Fe, Omar Perotti, presidió la Plenaria de las Comisiones de Ciencia y Tecnologia y de Presupuesto y Hacienda, en el salón Illia del Congreso Nacional el pasado 12 de julio. (Foto: Alejandro Pagni/Prensa Omar Perotti).

Para aquellos años en los que no se registre un incremento del PBI, la iniciativa prevé que los recursos para el área de ciencia y tecnología nunca podrán ser inferiores en términos nominales al monto asignado al año anterior, ajustado por la inflación estimada en el presupuesto. “Las políticas públicas pueden tener las mejores ideas pero sin un presupuesto que las acompañe no van a ningún lado”, dijo, durante la reunión del martes pasado, el senador por Catamarca Dalmacio Mera (PJ-FPV).

Entre los argumentos que esgrime el proyecto para establecer un crecimiento sostenido de la inversión en ciencia y tecnología están la necesidad de federalizar el sistema científico-tecnológico, de diversificar la matriz productiva, de incrementar la inversión en infraestructura, de desarrollar instrumentos de financiamiento y de estimular la inversión del sector privado en actividades de I+D y el desarrollo de empresas de base tecnológica.

Antes del inicio de la frustrada reunión del martes se podía escuchar cómo Perotti intentaba convencer al senador Cobos (UCR) para que apoyase el proyecto: “Todos quieren entrar al CONICET, pero al CONICET de Buenos Aires. Con esto estamos propiciando el arraigo de los investigadores en las provincias”, le decía Perotti. La estrategia no tuvo éxito: entre los firmantes del dictamen, un día después, no estaba el ex vicepresidente. Sí lo firmaron unos pocos senadores que no pertenecen al bloque PJ-FPV, como Jaime Linares (GEN) y Lucía Crexler (Movimiento Popular Neuquino).

Con el objetivo de federalizar y descentralizar el actual sistema científico y tecnológico, el texto del proyecto fija que, como mínimo, el 20% del presupuesto total asignado se destine a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en coordinación con el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECYT).

La iniciativa también propone una instancia de fiscalización, en la que el MINCYT debería remitir anualmente un informe respecto de la ejecución del presupuesto y su grado de cumplimiento a las comisiones de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Cámara de Diputados, y de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Senadores, para su control y seguimiento.

De aprobarse sin trabas en Senadores —se trataría en la tercera semana de agosto—, el proyecto pasaría a discutirse en Diputados, donde las iniciativas con dictamen tienen características similares, aunque la curva de crecimiento de la inversión prevista es más moderada. El próximo 15 de septiembre, el Poder Ejecutivo debería enviar al Congreso el proyecto de Presupuesto 2018, anticipado como “austero y con menor peso del Estado sobre la economía”, en el marco de rumores sobre que el MINCYT podría perder el rango de ministerio tras las elecciones. Todo un desafío para quienes piensan que la ciencia y la tecnología deberían ser política de Estado. 



Fuente: Agencia TSS