miércoles, 5 de julio de 2017

Una banda callejera violenta, demonios y lo sobrenatural
por Brent Swancer



Los rituales demoníacos y el satanismo pueden ser lo suficientemente aterradores como parecen, pero todo se hace aún más aterrador cuando está mezclado con las actividades de una de las pandillas callejeras más infames y más temibles de los últimos tiempos. Aquí dentro de la vida del crimen, la violencia y el asesinato se encuentran oscuros secretos que involucran rituales siniestros y esfuerzos para domesticar a las fuerzas del mal para sus propios fines demenciales. Aquí nos adentramos en el territorio de uno de los sindicatos del crimen más infames y horripilantes del mundo, así como sus lazos con las creencias demoníacas y los intentos de convocar cosas que están más allá de nuestra comprensión actual.

La Mara Salvatrucha, también llamada simplemente Mara o MS-13, es una pandilla con humildes comienzos. En la década de 1980, la ciudad de Los Ángeles, California, en los Estados Unidos, vio una afluencia de inmigrantes de El Salvador a raíz de las guerras civiles que arrasaban a través de América Central en ese momento. En este nuevo ambiente, estos inmigrantes se encontraron viviendo en decrépitas áreas pobres donde fueron aterrorizados por las establecidas e implacables bandas callejeras mexicanas y afroamericanas. En respuesta a esta amenaza inminente, Mara Salvatrucha nació simplemente como un método de protección, comenzando pequeño pero creciendo rápidamente en números hasta que a lo largo de los años la pandilla llegaría a decenas de miles de miembros y afiliados repartidos por todo Estados Unidos, Canadá, México, Centroamérica y más allá. A partir de estas humildes raíces, el MS-13 también se ha convertido en una de las pandillas más notorias y temidas del mundo, creando alarma entre el público y las fuerzas del orden público, y siguen expandiéndose.

Miembros de la banda MS-13

Los miembros del MS-13 están involucrados en todo tipo de operaciones criminales como el narcotráfico y la trata de personas, y probablemente son más conocidos por sus elaborados tatuajes faciales y corporales, su código de retribución rápida y despiadada y su asombroso uso de crueldad y violencia extrema, que ven como una herramienta para enviar mensajes fuertes a quienes se atrevan a oponerse a ellos. No es raro que usen la violación, la tortura, las golpizas brutales, las mutilaciones y el asesinato como instrumentos de terror, tanto para aquellos que han incurrido en su ira y sus familias, como para aquellos que simplemente les han mirado de manera equivocada. Son indiscriminados en su violencia, dirigidos tanto a adultos como a niños con su ira sangrienta. Más poco conocido y escondido en la oscuridad detrás de las escenas es que la pandilla también tiene la aparente práctica de intentar utilizar medios paranormales para lograr sus objetivos.

Según miembros de la banda, los miembros de MS-13 han experimentado con todo, desde el uso de tablas de Ouija para extraer información o reunir nombres de a quién dirigirse, a utilizar rituales demoníacos para entrar en trances en los que no sienten dolor y exhiben fuerza sobrehumana, al lleno en la convocatoria de demonios, e incluso por algunos relatos el mismo diablo. Un ex miembro de MS-13 originario de Guatemala, que habló con la escritora del New York Post Isabel Vincent por un artículo titulado I was an MS-13 gang member — and got out alive tells an interesting tale. En el artículo, el ex miembro de la pandilla, conocido como "Speedy", cuenta sus experiencias con la pandilla y cómo finalmente salió, tejiendo una intrigante historia de violencia siniestra y redención, y también proporcionando una visión rara en el mundo de MS-13 de los ojos de uno de sus miembros. Es un artículo muy esclarecedor, y entre los relatos que "Speedy" tiene que contar está un relato que ilustra el uso de la banda de fuerzas sobrenaturales, de las cuales dice:

A veces, cuando queríamos averiguar si la gente se deshacía de nosotros, convocaríamos al diablo. El diablo para nosotros era un símbolo de protección. Utilizamos un tablero Ouija para llamarle. Una vez, el diablo se apoderó de mi cuerpo. Me metí en un estado de locura. No sabía lo que estaba pasando y diez miembros de la banda me obligaron a detenerme. En un trance, algunos miembros de la pandilla daban nombres de gente como blanco. Fue una prueba de lealtad, y la llamamos "tomar un alma." Si el diablo te dio un nombre, tuviste que salir y eliminar a esa persona. Tuvieron que tomar su alma.

Es una imagen escalofriante, estos gángsteres endurecidos sentados alrededor de un tablero de Ouija, sus receptáculos oculares albergan charcos de sombras en la oscuridad de la habitación, sus tatuajes bailando en la luz parpadeante de las velas mientras tratan de convocar fuerzas oscuras más allá de nuestra comprensión. Podría ser algo de una película de terror, y aparentemente esto sucede en varias ocasiones, con miembros de MS-13 conocidos por emplear santuarios satánicos, participar en rituales ocultos y tratar de evocar fuerzas demoníacas. Un ejemplo horrendo de estas creencias paranormales dentro de la pandilla fue traído a la atención nacional recientemente en la serie de alto perfil de casos de miembros de MS-13 involucrados con los asesinatos de al menos ocho estudiantes de secundaria en los EE.UU., uno de los cuales involucraba hablar de satanismo y culto al diablo. 

En un caso en 2017, dos inmigrantes ilegales salvadoreños, Miguel Álvarez-Flores, de 22 años, también conocido como "Diabólico", y Diego Hernández-Rivera, de 18 años, participaron en el secuestro y asesinato de una niña de 15 años, Así como en la violación y tortura de otras dos menores de edad. Cuando los dos recibieron los cargos, había mucho testimonio en contra de ellos que apuntaban a una retorcida red de adoración de demonios y satanismo. Una niña de 14 años fue mantenida en sus garras en Houston, Texas, y fue alimentada con alcohol o drogas, donde fue violada repetidamente por un gamberro que ella llamó "Flaco", y más tarde forzada a recibir un tatuaje del Grim Reaper en su pierna mientras miembros de la pandilla la sostuvieron. Durante su testimonio, ella afirmó que había habido otra joven de 15 años que se había llamado "Génesis", y que esta mujer había sido finalmente asesinada por supuestamente insultar a un santuario satánico que había sido creado por la banda.

Miguel Álvarez-Flores y Diego Hernández-Rivera

De acuerdo con el testimonio del testigo, Álvarez y Flores habían procedido a rezar al santuario, realizar algún tipo de ritual que implicaba colocar allí un cigarrillo encendido y declarar que "la bestia no quería una ofrenda material, sino que quería un alma", y después de eso Génesis se fue a lo desconocido. Poco después, "Génesis" desapareció. Poco después, el cuerpo de una joven que había sido disparada a corta distancia en la cabeza y en el pecho y torturada apareció en medio de una carretera cerca del área del Chinatown de Houston y finalmente se determinó que era la de Genesis Conejo, quien anteriormente había sido reportada como desaparecida por su familia. Álvarez y Flores fueron posteriormente detenidos en un allanamiento policial. Ellos fueron acusados ​​de asesinato, y esta fue la primera vez que la banda fue procesada directamente por un "asesinato satánico" en los Estados Unidos. 


Uno tiene la sensación al leer a través de tales informes que esto es sólo la punta del iceberg. ¿En qué tipo de rituales siniestros está involucrada esta banda violenta y qué efecto ha tenido en sus actividades? ¿Qué tan profunda es esta creencia en lo paranormal y qué significa eso para las personas que viven en el miedo de ellos? A menudo oímos hablar de "asesinatos satánicos" y rituales envueltos en sombras, pero se vuelve aún más alarmante cuando estamos casados ​​con el espectro que es el sindicato del crimen organizado conocido como Mara Salvatrucha. Sea lo que sea, significa que el reino de lo extraño y lo sobrenatural ha tenido implicaciones que alcanzan a una de las más despiadadas y aterradoras bandas en alrededor, y proporciona pensamientos sobre el lugar que tales creencias tienen en la culminación y amplificación de las actividades del grupo. Quién sabe cuán profundo será este agujero de conejo.


 

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