Ciencia y psicodélicos: tal vez es hora de avivar el estudio de los alucinógenos
por Micah Hanks

Misterio. Esa es una palabra que viene a la mente en asociación con el uso de sustancias psicodélicas en estos días. Aunque también existen muchas otras, como las ilegales, las alteradoras mentales o incluso peligrosas.

En otras palabras, hay una serie de cuestiones relacionadas con las sustancias psicodélicas, algunas de las cuales pueden haber resultado de la estigmatización a lo largo del tiempo debido a campañas antidrogas, otras debido a preocupaciones legítimas sobre la seguridad de usar sustancias que alteran la mente.

Combine todo esto con las preguntas florecientes acerca de si hay beneficio -tal vez incluso medicinalmente- para el uso de ciertos psicodélicos, y se ha abierto la proverbial lata de gusanos con respecto a la legitimación de su uso en la sociedad moderna.

Pero ¿qué pasaría si hubiera una forma legal de que ciertas sustancias alucinógenas fueran más fáciles de estudiar, sin aumentar la probabilidad de que ciertas drogas potencialmente peligrosas se hicieran más frecuentes en las calles?

DMT, una sustancia psicoactiva de gran alcance natural que se encuentra en numerosas especies de plantas, y producida dentro de la glándula pineal en mamíferos, vista aquí en su forma cristalina. Crédito: mysteriousuniverse.org

Los estudios clínicos que implican ciertos fármacos alucinógenos rara vez han ocurrido a lo largo de los años, aunque cuando lo hacen, algunos han producido resultados sorprendentes, e incluso potencialmente positivos. Algunos alucinógenos, por ejemplo, incluyendo la ibogaína, han demostrado tener capacidades anti-adictivas, que pueden ser útiles para revertir el abuso de sustancias en otras áreas. Y numerosos estudios en curso con la psilocibina, el compuesto alucinógeno presente en los hongos mágicos, sugieren además que pueden ser eficaces en el tratamiento de la depresión grave, o incluso la ansiedad.

Los hongos mágicos no sólo han demostrado en ensayos de investigación que pueden tener beneficios para su uso medido; según un reciente estudio, también están entre las sustancias alucinógenas más seguras.

USA Today informó recientemente sobre las nuevas cifras, citando estadísticas de la encuesta mundial sobre drogas:

Sólo el 0,2% de las casi 10.000 personas que informaron haber tomado hongos alucinógenos psilocibina en 2016 informaron que necesitaban tratamiento médico de emergencia, de acuerdo con la encuesta mundial anual de medicamentos. La encuesta, de más de 120.000 participantes en 50 países, encontró que las tasas de tratamiento médico de emergencia para MDMA, LSD, alcohol y cocaína eran casi cinco veces más altas.

Crédito: mysteriousuniverse.org

En una entrevista reciente con VICE, el Dr. Rick Strassman (der.), investigador pionero de DMT discutió las cuestiones prohibitivas en torno a los medicamentos de la Lista I, pidiendo una reclasificación que podría implicar una "tabla intermedia entre I y II", que podría ayudar tanto a prevenir la facilidad de acceso a estos fármacos por parte de los laicos, sino también eliminar algunos de los obstáculos a los que se enfrenta la comunidad investigadora interesada en estudiar estas sustancias:

"Creo que esa categoría de realidad clínica debe combinarse con una categoría legal de listado", dijo Strassman. "La gente no sería capaz de poseer y dar estas drogas sin entrenamiento especial y sin la certificación y la supervisión, pero si usted los mantiene algo detrás de la cerradura y de la llave de la lista I, usted tampoco va a poder darles a las personas que podrían beneficiarse".

Si ciertas sustancias psicodélicas estuvieran más fácilmente accesibles a los investigadores interesados ​​en sus posibles beneficios, podríamos de hecho saber cómo ciertos compuestos psicoactivos podrían ser útiles en el tratamiento de una variedad de condiciones y trastornos.

Si se pudiera hacer de una manera legal y socialmente responsable, tal vez es hora de que comencemos a levantar algunas de las prohibiciones sobre estas sustancias -especialmente con respecto a la comunidad de investigación- para que sus potenciales beneficios puedan ser evaluados apropiadamente. 



Fuente: mysteriousuniverse.org