sábado, 30 de septiembre de 2017

Los depósitos viejos y oscuros que prometen producir alimentos de forma más eficiente
por Chris Baraniuk

  Los vegetales reciben luz ultravioleta.

En una vieja fábrica de alfombras en la ciudad belga de Kortrijk se está gestando un cambio que transformará la agricultura.

Los cultivos crecen en bajo techo, apilados en capas bajo luces color caramelo, en el interior de una zona del tamaño de un apartamento.

El modelo se llama granja vertical y varias compañías se han unido al movimiento en los últimos 10 años, llenando almacenes antiguos y factorías en desuso con estructuras en las que cultivan hierbas y vegetales de manera artificial, lejos de los rayos del sol.

Urban Crops es una de estas empresas. En su interior, las plantas crecen bajo luces LED azules y rojas en una vieja fábrica de alfombras.

Pero su sistema, ampliamente automatizado, aún es un proyecto en desarrollo.

Más rápido con menos recursos

Cuando lo visito, ninguna de las máquinas está trabajando.

Maarten Vandecruys, el director ejecutivo, se disculpa y me explica que, normalmente, el hardware permite que las plantas se alimenten de luz y nutrientes durante su ciclo de crecimiento.

Algunas empresas están utilizando la técnica de agricultura vertical que, sostienen, utiliza menos agua y permite un crecimiento más rápido de los cultivos.

Y, cuando llega el momento adecuado, son cosechadas.

"No existe riesgo de contaminación", dice Vandecruys, señalando que la zona está sellada.

Cada especie de cultivo tiene un plan de crecimiento adaptado a sus necesidades que determina su consumo de luz y nutrientes.

Además, aquí dentro las plantas crecen más rápido que en el exterior.

Urban Crops dice que sus granjas verticales ofrecen más cultivos por metro cuadrado que las tradicionales o los invernaderos.

Además, requieren menos agua, las plantas crecen más deprisa y pueden usarse todo el año, no sólo en ciertas ocasiones.

En teoría, las instalaciones se pueden construir en cualquier parte.

En Urban Crops se pueden incluir hasta ocho capas de plantas en un área de 30 metros cuadrados. No es una operación de tamaño comercial, sino una prueba que demuestra que el proyecto es viable.

"Dentro del sistema, cada día es un día de verano sin una sola nube en el cielo", dice Vandecruys.

Pero ¿es posible cultivar cualquier cosa en un edificio con la tecnología adecuada?

Más control

Vandecruys cree que sí, pero sostiene que no siempre es una buena idea.

Asegura que es más rentable usarlo en cultivos de rápido crecimiento que producen alto valor de mercado.

 Compañías como Urban Crops esperan poder venderle un día a los usuarios la tecnología para hacer posible pequeños cultivos en casa.

Hierbas, variedades de lechuga para ensalada y flores comestibles, por ejemplo, aportan más valor por kilogramo que algunas hortalizas que suelen cultivarse en el exterior de la manera tradicional.

Al cultivar plantas en interiores obtenemos más control de los recursos que se necesitan.

Permite un crecimiento rápido y predecible del contenido de nutrientes.

Las luces LED pueden girarse a voluntad y mantenerse más cerca de las plantas para una óptima absorción.

Por supuesto, es posible producir la misma cantidad que en granjas tradicionales exteriores con menos tierra.

Pero ¿cómo funciona?

Hidroponía, aeroponía, acuaponía

Hay varios modelos: hidroponía -en el cual las plantas crecen en una cuenca de agua rica en nutrientes— y aeroponía, en el que las raíces se rocían periódicamente con agua y nutrientes.

También está la acuaponía, que implica la cría de peces para ayudar a cultivar las bacterias que se usan para los nutrientes de las plantas.

Urban Crops optó por la hidroponía.

Vandecruys dice que reciclan el agua varias veces después de que se evapore de la planta y recapturada de la humedad del aire.

Pero tal vez la mayor ventaja de la agricultura vertical es que utiliza mucha menos agua. 

Todo público

La empresa no espera hacer dinero con la venta de sus cultivos, sino con la de sus granjas verticales.

Ha diseñado sistemas que la gente puede comprar para dedicarse a sus cultivos en espacios reducidos, lo cual podría trasladar la agricultura a zonas urbanas o a complejos como un campus universitario.

Otra gran organización del sector usa un modelo de negocio muy diferente.

A pesar de su apariencia futurista, las granjas verticales muchas veces funcionan en depósitos o edificios abandonados.

AeroFarms, en Nueva Jersey, EE.UU., abrió la que dice que es la granja vertical interior más grande del mundo, con un total de 7.000 metros cuadrados para cultivar vegetales en cantidades masivas.

Ed Harwood es el inventor y experto en agricultura que desarrolló la tecnología que lo hizo posible.

Se le ocurrió la idea hace años, cuando trabajaba para la Universidad de Cornell, en Nueva York, donde se utilizan sistemas aeropónicos dentro de un laboratorio.

Y se preguntó por qué no usar ese sistema en una escala mayor.

Tras años de experimentación, desarrolló un diseño que funcionaba.

En AeroFarms, las raíces de las plantas crecen a través de una tela fina, en lugar del suelo.

Al igual que Urban Crops, prioriza el cultivo rápido de lechugas para ensalada.

Harwood cree que hay mucha demanda para este tipo de cultivos locales en grandes instalaciones como la suya y que un día podría formar parte de los suburbios urbanos.

Además, está convencido de que es un negocio rentable. 

¿Desperdicio de energía?

Pero hay quienes lo miran con escepticismo.

Michael Hamm, profesor de agricultura sostenible en la Universidad Estatal de Michigan, EE.UU., es uno de ellos.

Dice que las granjas verticales dependen de suministros constantes de electricidad, los cuales provienen de fuentes de combustibles fósiles.

"¿Por qué gastar esa energía para producir una lechuga, cuando puedes obtener luz solar?", se pregunta.

Hamm advierte que no tiene sentido económicamente cultivar de esa manera y que, al final, sale más caro.

Aunque admite que hay algunos beneficios.

Si los sistemas interiores se mantienen adecuadamente, entonces pueden permitir resultados que se reproduzcan en cada cosecha y obtener la misma cantidad de producto todo el tiempo.

Además, aunque el gasto de instalación es alto, es una opción más atractiva para quienes se inician en el negocio de la agricultura.

Pero ¿habrá quien quiera probarlo en su casa?

En la comodidad de tu hogar

Neofarms, una startup en Alemania e Italia, ha desarrollado un prototipo del tamaño de un refrigerador doméstico.

"Tiene la medida de un armario de cocina estándar", dice Henrik Jobczyk, uno de sus fundadores.

"Cuando las plantas crecen en este sistema, conoces las condiciones en las que lo hacen", añade.

  También en Japón las formas alternativas de producción agrícola son vistas como la solución al problema alimentario.

Y puede que supermercados cuenten en el futuro con pequeñas granjas verticales en su interior.

Si consumes las plantas en el momento, tendrán más vitaminas y nutrientes que de otra manera se pierden en el transporte.

Muchos consumidores ya cultivan sus propios vegetales en casa, pero habría que ver si están dispuestos a tener una granja vertical en su cocina.

Jobczyk espera poner a prueba su dispositivo a finales de este año.

Ed Harwood, por otra parte, cree que las granjas verticales ayudarán a acercar la agricultura a los consumidores. Pero también piensa que sucederá a gran escala.

"Creo que hemos mejorado la seguridad alimentaria y estamos alimentando a más personas con menos recursos", explica.

"Los niños que dicen que su comida viene del supermercado puede que un día tengan razón", dice Harwood. 



Fuente: BBC Mundo

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