lunes, 8 de enero de 2018

Se nos fue John Young, la leyenda de la NASA
por Daniel Marín



Hay muchas figuras icónicas de la carrera espacial, pero John Young era un caso aparte. No fue el primer hombre en el espacio, ni el primero en realizar un paseo espacial o en caminar por la Luna. Y sin embargo, Young era el astronauta por excelencia, una leyenda de la astronáutica. Fue la primera persona en llevar a cabo seis misiones espaciales. ¡Y qué misiones! Gémini 3, Gémini 10, Apolo 10, Apolo 16, STS-1 Columbia y STS-9 Columbia. Nada más y nada menos que tres tipos de vehículos espaciales distintos. Junto a su recientemente desaparecido colega Gene Cernan, Young ha sido el único ser humano en viajar dos veces a la Luna y caminar por su superficie. Y, por si fuera poco, fue comandante de la primera misión del transbordador espacial.


John Young en 1971 (1930-2018).

No es de extrañar que Young fuese el ídolo de muchos niños y jóvenes, entre los que me incluyo. Cierto es que a pesar de ser un magnífico profesional, Young era hombre de pocas palabras. En el trato personal no era tan frío como Armstrong, ni tan afable como Conrad, ni tan reflexivo como Collins, pero quizás precisamente por eso le caía bien a casi todo el mundo. Su forma de ser se caracterizaba por su buen humor y su actitud socarrona y directa. Durante una prueba sin tripulación del asiento eyectable de la cápsula Gémini la escotilla no se desprendió primero como estaba previsto y el asiento se destrozó contra la misma. La reacción de Young al ver la prueba fue muy típica de él: «sería un dolor de cabeza del demonio, pero uno muy corto».


John Young durante el programa Gémini (NASA).

Aviador de la armada estadounidense, Young fue seleccionado por la NASA en 1962 como parte del segundo grupo de astronautas de la agencia espacial después de los míticos astronautas del Mercury. Participó en la primera misión tripulada de la cápsula Gémini con Gus Grissom, una misión casi perfecta que pasaría a la historia por el sandwich que John metió de contrabando en su traje espacial, ocasionando un pequeño escándalo para la época. Y eso a pesar de que contó con la autorización de su jefe Deke Slayton para llevar a cabo la pequeña broma. Durante el Apolo 10 en 1969 Young se quedó en el CSM Charlie Brown mientras Cernan y Stafford ensayaban el alunizaje a bordo del módulo lunar Snoopy.


Young antes del Apolo 10 (NASA).

En el Apolo 16 Young y Charlie Duke aterrizaron en la Luna con el módulo lunar Orion y vivieron en su superficie durante tres días (¡tres días viviendo en la Luna!). Exploraron las montañas de Descartes durante tres paseos espaciales con una duración total de veinte horas. Fue una misión espectacular a pesar de los problemas que dio el motor SPS del módulo de mando Casper y que obligaron a retrasar el alunizaje. Después del Apolo Young siguió en la NASA. Para John el espacio era lo primero. Mientras otros muchos astronautas dejaban el trabajo para poder dedicarse a su familia o, simplemente, por ser demasiado duro, Young continúo en la brecha durante los años 70 como jefe de la Oficina de Astronautas de la NASA.


Young junto al rover en Descartes durante el Apolo 16 (NASA).


El módulo lunar Orion del Apolo 16 (NASA).


El 12 de abril de 1981, justo veinte años después del vuelo de Gagarin, Young y Bob Crippen despegaron en la primera misión del transbordador espacial, la STS-1 Columbia en una de las misiones más arriesgadas de la exploración espacial. Nunca antes se había lanzado una nave espacial tripulada en su primera misión y encima sin ningún sistema de escape en caso de emergencia. La misión sufrió varios incidentes graves, incluyendo una severa pérdida de losetas que hizo necesaria una intervención secreta de los militares para fotografiar el transbordador mediante un satélite espía KH-11 con el fin de saber si el escudo térmico podía sobrevivir la reentrada. Pero afortunadamente Young y Crippen aterrizaron dos días después en la Base de Edwards. Dos años después volvería al espacio en la misión STS-9 Columbia que llevó por primera vez el laboratorio espacial europeo Spacelab.


El Columbia vuelve a la Tierra tras su primera misión (NASA).

Lanzamiento de la STS-9 Columbia en 1983 (NASA).

Young en la STS-9 (NASA).

Durante el programa del transbordador Young ayudó a George Abbey, el director del Centro Johnson, a seleccionar las tripulaciones del shuttle. De hecho, algunos astronautas del transbordador le recriminarían a Young su pasividad ante lo que consideraban una actitud despótica y arbitraria por parte Abbey. En cualquier caso, Young no fue tímido en sus críticas a la NASA tras el accidente de Challenger. Precisamente en agosto de 1986 debía haber sido el comandante de la STS-61J Atlantis, la misión que debía poner en órbita el telescopio espacial Hubble y que el desastre del Challenger obligó a cancelar. Aunque oficialmente siguió en activo en la NASA, era vox populi que ya no iba a poder volar al espacio nunca más. Finalmente se retiró de la agencia en 2004.


La etapa de descenso del módulo lunar Orion en la Luna y las huellas del rover, Young y Duke vistas por la sonda LRO (NASA).


Esta placa sigue allá arriba (NASA).

Tras la desaparición de Young la mayoría de personas que han caminado sobre la Luna ya nos han dejado. Solo quedan cinco moonwalkers vivos: Buzz Aldrin, Alan Bean, David Scott, Charlie Duke y Harrison Schmitt. Pero las huellas de John siguen allá arriba. Y permanecerán mucho tiempo después de que todos nosotros nos hayamos ido.


Hasta siempre, John (NASA).



Fuente:  danielmarin.naukas.com

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