martes, 27 de febrero de 2018

Sergio Scaglia: “Argentina debe insistir en el desarrollo de software”
El ingeniero electrónico egresado de la Universidad de Mendoza, que actualmente trabaja para Toshiba America Electronic Components, habló sobre el desarrollo de la “Internet de las Cosas”.
Por Adrián Lira




Sergio Scaglia es ingeniero electrónico egresado de la Universidad de Mendoza y actualmente trabaja para Toshiba America Electronic Components, una filial de la marca japonesa radicada en California, Estados Unidos. Puntualmente en el “Sillicon Valley” que hoy es la meca mundial de la industria de alta tecnología y el lugar donde también residen empresas como Apple, Google o Intel, por nombrar solo algunas.

Si bien sus primeros pasos profesionales los dio en una empresa de servicios electrónicos que fundó junto a un socio y amigo, en la última década su actividad profesional se desarrolló en el exterior con experiencias en el Reino Unido, donde publicó el libro The Embedded Internet Book, editado por Addison-Wesley, editorial reconocida por sus publicaciones sobre informática y computación, y más tarde viajó a Estados Unidos para ocupar cargos en empresas importantes como Phillips o ARM Holdings hasta estar hoy en Toshiba coordinado proyectos sobre “Internet de las Cosas” (IOT por sus siglas en inglés).

De paso por Mendoza, Sergio fue convocado por el Departamento de Extensión Universitaria de la UM para brindar una charla a alumnos de esa casa de estudios. Antes habló con Diario Vox y abordó temas como el desarrollo que está experimentando la tecnología denominada como “Internet de las Cosas”, el desafío de resguardar la intimidad frente a la hiperconectividad y sobre cuáles serán los nuevos empleos en el futuro. También compartió su experiencia acerca de cómo es trabajar en unos de los lugares en el que conviven los gigantes del mundo tecnológico y algunas de las mentes más brillantes y creativas del planeta.

En pocas palabras, ¿qué es la “Internet de las Cosas”?

Todos sabemos que Internet ha cambiado la sociedad, desde la forma que nos comunicamos hasta como estudiamos o compramos. Ese impacto se traslada a todos los dispositivos, ya sea un teléfono, un lavarropas o una pulsera que nos controla nuestros signos vitales y todo eso está conectado en la nube, o básicamente a Internet.

¿Cuál es el impacto económico y social que representa esta tecnología?

El primer nivel de valor es que permite desde cualquier dispositivo conectado a la red monitorear distintas situaciones a través de sensores. Por ejemplo se puede conocer cuál es el nivel de monóxido en un ambiente y emitir un aviso para que luego se tome alguna una medida preventiva. Además se pueden controlar situaciones de este tipo a través de la automatización y directamente abrir algún dispositivo de ventilación.

Luego hay un tercer nivel que es la convergencia que es de lo que vengo a hablar a la universidad, que no solo se aplica a la inteligencia artificial o a la “IOT”, sino que también se aplica a muchas otras cosas. Esto podría aplicarse a la industria de la vitivinicultura, a través de la instalación de distintos sensores en el viñedo se puede obtener información instantánea sobre cuál es la humedad de la tierra, la temperatura o la presión. Con esos datos se pueden crear modelos de medición que permiten establecer, en base a determinadas condiciones, cuándo puede ocurrir una plaga o una enfermedad grave para el viñedo.

También hay otros ejemplos aplicados a la salud donde a través de una pulsera electrónica los sensores pueden enviar datos sobre las pulsaciones o la temperatura del cuerpo y si uno está durmiendo y se produce una descompensación, el dispositivo puede enviar esos datos a la Internet dando aviso a un sistema de emergencia que lo esté monitoreando.

¿Frente esta infinidad de opciones, hacia dónde va el desarrollo de este tipo de tecnología?

Hay muchas empresas que aún no tienen bien claro hacia dónde ir pero están invirtiendo en esto porque saben que cuando llegue el momento van a estar preparados. Esto es como todo, hay una puja de empresas de las cuales algunas tienen éxito y otras no. Sin embargo hay casos muy puntuales donde se aplica como es el de la aeronavegación donde IOT se utiliza para el mantenimiento predictivo que les permite saber con casi 4 semanas de anticipación cuándo un componente de una turbina va a fallar.

¿En este escenario de hiperconectividad cómo se valora el tema de la privacidad?

Es un tema que se está tomando muy en serio porque realmente no se sabe qué se hace con la información, la mirada está puesta sobre todo en algunas aplicaciones y en los hackeos. Pero la realidad es que no existe un sistema que sea cien por ciento seguro. También es importante que se avance en materia de legislación.

El avance de las tecnologías como la inteligencia artificial o la automatización plantean también un dilema frente a la pérdida de trabajo. ¿En este contexto qué oficios va a demandar el mercado laboral en un futuro inmediato?

El objetivo de la tecnología es ayudarnos y hacer que nuestras tareas sean mucho más eficientes. Aunque reconozco que es verdad que elimina muchos puestos de trabajo y esto es una materia pendiente para que todos pensemos qué podemos hacer. Por eso creo que el mercado laboral va a demandar gente con mucho conocimiento.

¿Ves que Argentina tenga potencial en esta industria?

Argentina tiene mucho potencial aunque todavía veo que existen muchas trabas, específicamente para desarrollar una empresa. También veo que existe una industria del hardware, en la que ni siquiera Estados Unidos compite con China. En esto creo que hay que competir en lo que se puede e insistir con el desarrollo de software donde los costos de producción son muy bajos y no se necesita más que una computadora y conocimiento.



Fuente:   diariovox.com.ar

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