martes, 27 de marzo de 2018

Medio siglo sin Gagarin
por Daniel Marín



El 27 de marzo de 1968 el primer ser humano en el espacio falleció en un accidente que conmovió al mundo. Ese día Yuri Alexéievich Gagarin se subió al avión de entrenamiento MiG-15UTI nº 612739 junto con su instructor de vuelo, el coronel Vladímir Serguéievich Seryogin. Poco después del despegue el avión entró en pérdida y se estrelló contra el suelo a gran velocidad. Gagarin había decidido volar esa fatídica mañana de primavera como parte de su proceso para reincorporarse al servicio activo como cosmonauta. Tras su histórico vuelo del 12 de abril de 1961 las autoridades soviéticas consideraron que Gagarin era demasiado valioso como para arriesgar su vida en misiones espaciales y le prohibieron regresar al espacio y, de paso, volar en aviones de combate.


Yuri A. Gagarin, el primer hombre en el espacio.

Gagarin se convirtió en un símbolo de los logros del sistema soviético y se dedicó a viajar por todo el mundo como embajador de la URSS. Pero la fama repentina y los lujos excesivos no le sentaron nada bien a este joven piloto modesto y afable acostumbrado a una vida humilde. Los excesos con la bebida y los líos de faldas le pasaron factura a su vida personal y a su higiene mental. Porque Gagarin lo que realmente quería era volar. Finalmente el gobierno soviético cedió y permitió a Gagarin incorporarse al grupo de cosmonautas en activo. El 16 de noviembre de 1966 Gagarin fue destinado al programa Soyuz como suplente de las tripulaciones principales junto con Andrián Nikolayev, Víktor Gorbatko y Valeri Kubasov. Gagarin sería el suplente de Vladímir Komarov en la Soyuz 1, la primera misión de la nueva nave espacial soviética.

Komarov debía acoplarse en órbita con la Soyuz 2, en la que viajarían Valeri Bykovsky, Yevgueni Jrunov y Alexéi Yeliseyev. Yeliseyev y Jrunov pasarían entonces a la Soyuz 1 mediante un paseo espacial y regresarían con Komarov a la Tierra. Pero como todos sabemos la Soyuz 1 tuvo un desenlace catastrófico. Nada más ser lanzada comenzaron los problemas y se canceló el despegue de la Soyuz 2. Se tomó la decisión de adelantar el regreso de Komarov, pero su cápsula se estrelló al enredarse el paracaídas de reserva con el principal. Komarov se convirtió en el primer cosmonauta que moría en el transcurso de una misión espacial. Afortunadamente no fue necesario que Gagarin sustituyese a Komarov en esta misión, pero estaba claro que el primer cosmonauta había esquivado a la muerte por poco. No obstante, Gagarin se mantuvo dentro del programa Soyuz. Con un poco de suerte no solo volvería al espacio, sino que podía ser candidato a participar en una de las primeras misiones lunares de los programas L1 y N1-L3.

Ese mismo año Gagarin continuó con su entrenamiento como cosmonauta para poder pilotar en solitario de nuevo (paradójicamente en la URSS el pilotaje de aviones no era considerado esencial a la hora de entrenarse de cara a las misiones espaciales, a diferencia de lo que ocurría en EEUU y a pesar de que los astronautas provenientes de la fuerza aérea como Gagarin eran, obviamente, pilotos). En noviembre de 1967 recibió la autorización para volar en solitario aviones MiG-17, pero solo después de aterrizar al tercer intento. Las autoridades, preocupadas con motivos más que justificados, le prohibieron volar otra vez, pero Gagarin reclamó la decisión y se salió con la suya. Entre febrero y marzo de 1968 había acumulado nueve horas de vuelo.


Avión MiG-15 UTI.


El instructor de Gagarin para el vuelo del 27 de marzo era el coronel Vladímir Seryogin, héroe de la Unión Soviética y un piloto veterano de la Segunda Guerra Mundial con más de cuatro mil horas de vuelo a sus espaldas. Era el cuarto vuelo que Gagarin efectuaba ese mes de marzo y tendría lugar desde la base aérea de Chkalov, al noreste de Moscú, donde habitualmente se entrenaban los cosmonautas, de ahí que algunos se refiriesen a la misma como el «aeroclub de los cosmonautas». Como consecuencia el régimen de disciplina era muy laxo. Seryogin se retrasó media hora según el horario previsto y despegó sin recibir el preceptivo informe meteorológico, una irregularidad fuera de lo normal.

El tiempo ese día no era especialmente bueno y una gruesa capa de nubes a 900 metros del suelo cubría la zona. Apenas tres minutos después del despegue de Gagarin y Seryogin partió otro MiG-15 UTI biplaza pilotado únicamente por una persona, un piloto de apellido Andreyev. Los circuitos de vuelo de ambos MiG estaban separados, aunque en teoría los aviones no debían coincidir en el aire. Sin embargo, el retraso de Seryogin en el despegue provocó que los aviones estuviesen en la misma zona al mismo tiempo, puesto que Andreyev despegó de acuerdo con el horario asignado. Otra irregularidad que no debía haber sucedido. El MiG-15 de Gagarin y Seryogin despegó a las 10:19 hora local y el vuelo estaba previsto que durase una media hora.


Vladímir S. Seryogin.


Gagarin y Seryogin debían practicar maniobras básicas de pilotaje en la Zona número 20 a 4,2 kilómetros de altura, pero las normas dictaban que estas se llevasen a cabo con el cielo despejado o por encima de la capa de nubes, unos requisitos difíciles de cumplir ese día. Las condiciones meteorológicas empeoraron drásticamente tras el despegue y, además, la capa de nubes era excepcionalmente gruesa. Unos doce minutos tras el despegue Seryogin informó que Gagarin había completado su entrenamiento y que volvían a la base. Se cree que un minuto después tuvo lugar la tragedia. El MiG-15 de Gagarin no llevaba caja negra, así que lo que pasó la mañana del 27 de marzo es todavía objeto de encendidos debates y teorías de todo tipo. Lo que sí sabemos a ciencia cierta es la conclusión a la que llegó la Comisión Estatal creada a raíz del accidente y cuyo informe oficial se desclasificó hace siete años con motivo del 50º aniversario del vuelo espacial de Gagarin. La Comisión concluyó que el MiG-15 entró en pérdida por culpa de una maniobra muy brusca y que casi con toda seguridad Gagarin estaba a los mandos en el momento fatídico. El avión se estrelló en un bosque cerrado a tres kilómetros de Novosyolovo y 65 kilómetros de la base de Chkalov, dejando un cráter de 6,3 metros de diámetro y 2,7 de profundidad. Los restos del MiG serían descubiertos a las 14:50 por un helicóptero que participaba en las tareas de búsqueda. El reloj de Gagarin marcaba las 10:31 cuando fue encontrado.

¿Por qué Gagarin maniobró de esta forma? Según la Comisión Estatal lo más probable es que Gagarin, situado en el asiento trasero del MiG, virase bruscamente para evitar chocar con un globo sonda, quizás al salir de la capa nubosa. Aunque pueda parecer una teoría un tanto peregrina, la presencia en la zona de estos globos a baja altitud era relativamente frecuente, ya que el instituto meteorológico de Dolgoprudni, al norte de Moscú, los usaba regularmente para determinar las condiciones meteorológicas. Cerca de la zona del accidente se encontraron los restos de casi una decena de globos sonda lanzados con anterioridad, un detalle que avala la tesis de la Comisión Estatal. Otro escenario menos probable es que la maniobra brusca se efectuase para evitar entrar en la parte superior de la capa de nubes. En cualquier caso, en el MiG-15 UTI solo el piloto instructor, en el asiento delantero, podía comunicarse directamente con la base, así que si Gagarin dijo algo sus palabras solo las pudo oír Seryogin.


La viuda de Gagarin en el lugar del accidente.


Estas son las conclusiones oficiales de la Comisión Estatal, pero al haber permanecido en secreto durante 43 años muchas otras versiones del accidente han cobrado fuerza hasta ser consideradas ciertas, aunque no hay ninguna evidencia que las respalde. Quizás la más popular de estas versiones es la que dice que el avión de Gagaron y Seryogin entró en pérdida al atravesar la estela de un caza Sujói Su-15. Esta versión de los hechos ha sido difundida con vehemencia por el famoso cosmonauta Alexéi Leónov y en muchos medios aparece como la verdadera causa del accidente de Gagarin, pero lo cierto es que no hay prueba documental alguna que la sustente.

Efectivamente, ese día despegaron desde el aeródromo de Ramensky dos Su-15, pero volaron a altitudes comprendidas entre los 14 y 18 kilómetros, muy lejos de la altura de vuelo del avión de Gagarin. Además, el primer Su-15, pilotado por Arkadi Bogodrodsky, regresó antes del siniestro, mientras que el segundo, con Alexander Scherbakov a los mandos, lo hizo después del accidente. De acuerdo con Leónov el registro de la base de Ramensky fue modificado a posteriori por una mano negra para exonerar a ambos pilotos. Una vez más, no hay pruebas de la existencia de semejante conspiración. Y, de haber sido así, la Comisión Estatal, que era secreta, hubiera tomado nota del incidente.

Otra teoría popularizada por el experto aeronáutico ruso Ígor Kuznetsov apuntaba a que un fallo en una de las válvulas del MiG despresurizó la cabina, provocando la pérdida de consciencia de Seryogin y Gagarin y su posterior muerte. Una vez más, no existen pruebas firmes que fundamenten esta teoría, aunque ciertamente no es descabellada. Recordemos además que el MiG volaba ese día a una altitud relativamente baja, así que una hipotética despresurización no hubiera sido necesariamente letal. ¿Y qué hay del MiG-15 de Andreyev que despegó poco después que el avión de Gagarin?¿No pudo ser ese el causante de la catástrofe? Puede y, de hecho, esta es la tesis que sostuvo el teniente general Serguéi Mijaílovich Belotserkovsky en un informe que publicó 16 años después del accidente. Sea como fuere, la Comisión Estatal no dice nada del MiG de Andreyev.


Gagarin (izquierda) y Komarov.


Lo único claro de todo este trágico asunto es que Gagarin nos dejó demasiado pronto, cuando apenas tenía 34 años de edad. Su muerte fue un duro golpe para el programa espacial soviético, sobre todo porque se produjo poco después de la de Komarov y la de Serguéi Koroliov, el mítico ingeniero jefe. El primer ser humano en el espacio no pudo ver a los primeros seres humanos en la Luna, ni las primeras estaciones espaciales ni la flota de sondas que estudiaría todo el sistema solar durante las siguientes décadas. ¿Qué habría pensado Gagarin de los avances en la exploración del espacio?¿Se habría sorprendido por nuestros logros o estaría decepcionado porque aún no hemos sido capaces de pisar la superficie de Marte?


Monumento a Gagarin en la Ciudad de las Estrellas (Eureka).



Fuente: danielmarin.naukas.com

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