domingo, 27 de mayo de 2018

Adiós a Alan Bean
por Daniel Marín



Otro de los moonwalkers que se nos va. En esta ocasión nos dice adiós Alan Bean, el cuarto ser humano en pisar la Luna durante la misión Apolo 12. Bean ha fallecido el 26 de mayo a la edad de 86 años. Tras su muerte ya han fallecido todos los miembros de esta misión. Bean entró en la NASA en 1963 como miembro del tercer grupo de astronautas de la agencia. Primero fue asignado al programa Gémini, aunque no llegó a volar en ninguna misión. Posteriormente fue trasladado al AAP (Apollo Applications Program), un programa cajón de sastre que incluía varios proyectos, entre los cuales estaba la que sería la primera estación espacial estadounidense, el Skylab. Bean no tenía muchas posibilidades de participar en las primeras misiones de alunizaje Apolo, pero en 1967 la repentina muerte del astronauta Clifton Williams en un accidente aéreo catapultó a Bean hasta el puesto de piloto del módulo lunar del Apolo 12 por deseo expreso del comandante Pete Conrad.


Alan Bean, el astronauta pintor (NASA).

En el Apolo 12 Bean estuvo diez días en el espacio, junto con Conrad y Dick Gordon. La tripulación del Apolo 12 demostró que el éxito del Apolo 11 no había sido un caso aislado. Hoy nos puede parecer increíble, pero solo cuatro meses después de que Armstrong y Aldrin caminasen por el Mar de la Tranquilidad, Conrad y Bean hicieron lo propio en el Océano de las Tormentas. Y eso que casi no logran salir de la Tierra por culpa de un rayo que alcanzó el Saturno V durante el despegue. El rayo dejó fuera de servicio el sistema de guiado del módulo de mando Apolo, pero por suerte Wernher von Braun se había empeñado en que el gran cohete dispusiese de su propio sistema de guiado independiente (la IU) y la misión logró alcanzar la órbita baja, aunque nadie sabía si los paracaídas habían quedado inservibles a raíz del incidente. Bean jugó un papel clave en el incidente cuando, justo después del impacto del rayo, la nave CSM Yankee Clipper perdió las tres células de combustible momentáneamente. Houston ordenó apretar el interruptor para «cambiar de SCE a auxiliar», pero Conrad no sabía de qué se trataba (su función era conectar el sistema que alimentaba las células de combustible a una fuente auxiliar). Bean se acordó y gracias a su rápida intervención se salvó la misión.


Bean en la superficie de la Luna fotografiado por Conrad (NASA).

Tras realizar el primer alunizaje de precisión del programa, los dos astronautas estuvieron cerca de ocho horas fuera del módulo lunar Intrepid repartidas en dos paseos espaciales. Sin duda la parte más destacable de sus actividades extravehiculares, además de la exploración lunar, fue la visita a la sonda Surveyor 3, que había aterrizado en la Luna apenas dos años antes. Conrad y Bean trajeron a la Tierra piezas de la Surveyor y en algunas se descubrirían bacterias, aunque a día de hoy sigue existiendo controversia sobre si procedían de la Luna o fueron el resultado de una contaminación posterior. Apolo 12 iba a ser la primera misión Apolo con imágenes de televisión a color emitidas desde la superficie, pero cuando Bean transportó la cámara a su lugar previsto la apuntó sin querer al Sol, friendo su electrónica (durante los entrenamientos nadie le había dicho dónde iba a estar el Sol). Bean intentó hacer una foto en la que apareciesen los dos astronautas con la Surveyor 3 y para ello metió «de contrabando» un disparador para la cámara. Lamentablemente no pudo encontrarlo cuando quiso hacer la foto al final de la segunda EVA.


Bean descendiendo por la escalerilla del módulo lunar Intrepid (NASA).


Bean junto al Surveyor 3 con el Intrepid al fondo (NASA).

De lo que sí pudieron disfrutar Conrad y Bean fue de varias fotos del Playboy que la tripulación de reserva —todos de la Fuerza Aérea— habían insertado en las checklists de Conrad y Bean —ambos de la armada—que llevaban pegados a las mangas de sus trajes (cuando la NASA se enteró se formó un pequeño escándalo interno). Tras la misión Conrad y Bean fueron trasladados al AAP, ahora conocido como Skylab. Conrad fue el comandante de la primera misión y en 1973 Bean volaría en la misión Skylab 3, también como comandante, junto con Owen Garriott y Jack Lousma. Durante su segundo y último vuelo espacial Bean pasó más de 59 días en órbita y pudo experimentar la vida en el espacio de verdad. Comparada con la crítica misión Skylab 2, dedicada en gran parte a rescatar la estación espacial después de los desperfectos sufridos durante el lanzamiento, o la Skylab 4, con una carga de trabajo desorbitada —nunca mejor dicho—, la Skylab 3 fue una misión relativamente tranquila, aunque al principio de la misión se planteó lanzar otra nave Apolo en un vuelo de rescate por culpa de una fuga de combustible experimentada en los propulsores del módulo de servicio. Por suerte, no hizo falta. En esta misión Bean realizó también una actividad extravehicular de poco más de dos horas.


Bean en el interior del Skylab (NASA).


Bean durante su EVA en el Skylab (NASA).

Tras retirarse de la NASA en 1981, Bean se dedicó a su pasión: la pintura. En estas últimas décadas Bean ha pintado más de 150 obras, la mayoría relacionadas con la Luna y el programa Apolo. Junto con Michael Collins puede que Bean haya sido el astronauta del Apolo más ‘intelectual’ y, evidentemente, con más inclinaciones artísticas. Como la mayoría del resto de sus compañeros Bean siempre fue una persona amable, simpática y accesible; y, a pesar de haberse formado como piloto militar de la armada estadounidense, nunca tuvo ese carácter arrollador y agresivo de otros astronautas del Apolo. Tras la muerte de Bean ya son dos las misiones Apolo que no tienen a ninguno de sus miembros vivos (Apolo 12 y Apolo 14). Y ya solo quedan entre nosotros cuatro seres humanos que saben lo que es caminar por la superficie de otro mundo.

As astra, Alan.


La placa del Apolo 12 con la firma de Bean sigue en la Luna en la etapa de descenso del LM (esta placa fue la única de las seis con un diseño distinto) (NASA).

La etapa de descenso del Intrepid y las huellas de Conrad y Bean siguen en la Luna (imagen del LRO) (NASA).


Ad astra (NASA).

Astronautas del Apolo que caminaron por la Luna y siguen vivos (mayo 2018):

Buzz Aldrin (Apolo 11), David Scott (Apolo 15), Charlie Duke (Apolo 16) y Harrison Schmidt (Apolo 17).

Astronautas del Apolo que viajaron a la Luna (sin alunizar) y siguen vivos:

Frank Borman (Apolo 8), Jim Lovell (Apolo 8 y Apolo 13), Bill Anders (Apolo 8), Thomas Stafford (Apolo 10), Michael Collins (Apolo 11), Fred Haise (Apolo 13), Alfred Worden (Apolo 15) y Ken Mattingly (Apolo 16).


La fantasía del Apolo 12: ¿y si los tres miembros de la misión hubieran podido caminar por la Luna? (Alan Bean).



Fuente:  danielmarin.naukas.com

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