viernes, 5 de octubre de 2018

¿Cómo debería ser la próxima misión que viaje a Plutón?
por Daniel Marín



El paso de la sonda New Horizons por Plutón y sus lunas en julio de 2015 supuso el primer paso en la exploración del cinturón de Kuiper. A veces se critica a las agencias espaciales por crear un exceso de optimismo antes de cada misión planetaria, pero lo cierto es que Plutón resultó ser un mundo increíblemente complejo. Montañas con nieve de metano, una atmósfera dividida en capas, el mayor glaciar del sistema solar, montes de hielo de agua flotando en hielo de nitrógeno o posible criovulcanismo son algunas de las maravillas que nos mostró este pequeño planeta enano. Y, por cierto, una de los descubrimientos de la New Horizons es que Plutón es más grande que Eris —pero no más masivo—, por lo que ha vuelto a recuperar el título de objeto de mayor tamaño en el cinturón de Kuiper, lo cual no deja de ser una paradoja teniendo en cuenta que el hecho de que Eris fuese mayor que Plutón fue el origen de la polémica que llevó a que Plutón fuese degradado de la categoría de planeta a la de planeta enano. Lamentablemente, la New Horizons solo pudo estudiar Plutón unas horas. ¿Deberíamos volver? Y en caso afirmativo, ¿qué tipo de nave deberíamos enviar?


Propuesta de orbitador de Plutón mediante propulsión experimental a base de fusión nuclear (NIAC/NASA).

Huelga decir que una misión a Plutón no es en estos momentos una prioridad para la NASA. Los datos de la New Horizons están todavía muy frescos y además habrá que esperar a que la sonda complete su misión primaria con el sobrevuelo del pequeño objeto del cinturón de Kuiper Ultima Thule el 1 de enero de 2019 para poder poner en contexto sus descubrimientos. Pero en algún momento habrá que regresar y muchos de los encargados de la misión New Horizons, incluido el investigador principal Alan Stern, han elaborado un documento donde esbozan las pautas a seguir en la exploración del planeta enano.


Sputnik Planitia en todo su esplendor (NASA/JHUAPL/SwRI).

Hay tres tipos de misión: sobrevuelo, orbitador y de aterrizaje. Obviamente, enviar otra misión de sobrevuelo como la New Horizons no es una de las recomendaciones de los investigadores, deseosos de estudiar la evolución de la atmósfera y su interacción con la superficie, el posible criovulcanismo o la evolución del glaciar Sputnik Planitia. La New Horizons solo pudo observar en detalle el 40% de la superficie de Plutón, ya que el resto se encontraba a oscuras o en el hemisferio opuesto al que vio la sonda durante el máximo acercamiento (si la misión hubiese sido de tipo Flagship, más cara, hubiera podido incorporar una subsonda que se habría separado de la nave principal para fotografiar en alta resolución el otro hemisferio, pero no fue el caso). Una misión de sobrevuelo debería elegir por tanto entre volver a estudiar el mismo hemisferio que vio la New Horizons en detalle o volver a ignorar la otra mitad del planeta enano.


La atmósfera de Plutón vista por la New Horizons (NASA/JHU-APL/SwRI/Michael Benson).

Una sonda de aterrizaje permitiría extraer muchísima información de primera mano, especialmente sobre la composición —sobre todo proporciones de isótopos— de la atmósfera y la superficie, además de las tolinas que recubren todo Plutón (sustancias orgánicas formadas por la acción de la luz ultravioleta del Sol, el viento solar y los rayos cósmicos), pero sería extremadamente cara y solo estudiaría una pequeña parte de la superficie de Plutón. Y además sería más arriesgada. Un orbitador es la mejor opción con un presupuesto realista para estudiar si Plutón tiene un océano interno y analizar las distintas peculiaridades del terreno con calma. Un orbitador permitiría también estudiar en detalle Caronte y las otras cuatro pequeñas lunas de Plutón, formadas probablemente en el mismo impacto que dio lugar a Caronte.


Concepto de sonda para aterrizar en Plutón usando un ballute (GAC/ESO).


Propuesta de orbitador POP para el estudio de Plutón (ESA).

Por lo tanto, el documento recomienda que se incluya el estudio de una o más propuestas de orbitadores para el próximo Decadal Survey, el informe que marca los objetivos fundamentales de la exploración planetaria para la NASA. Por eso mismo todavía es muy pronto para saber cómo sería el diseño de un orbitador de este tipo, ya que todo depende del dinero disponible y el riesgo que se quiera asumir usando tecnologías novedosas.


El hemisferio de Plutón opuesto al que vio la New Horizons durante el máximo acercamiento. Un orbitador nos permitiría ver los detalles de esta misteriosa parte del planeta enano (NASA/JHUAPL/SwRI).

Plutón y Caronte (NASA/JHUAPL/SwRI).



Fuente:  danielmarin.naukas.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario