Detectando civilizaciones alienígenas moderadamente avanzadas mediante tecnomarcadores
por Daniel Marín
Una forma de detectar civilizaciones extraterrestres es a partir de sus construcciones o los efectos que hayan podido dejar en sus planetas o sistemas estelares de origen. Lamentablemente, con la tecnología actual solo podemos detectar aquellas civilizaciones increíblemente avanzadas capaces de construir megaestructuras tales como esferas de Dyson o similares. Desgraciadamente, a día de hoy no somos capaces de detectar una civilización similar a la nuestra. ¿Pero qué hay de aquellas civilizaciones que están más avanzadas que nosotros solo un poquito? ¿Podemos detectarlas?
Un exocinturón de Clarke en pleno tránsito (IAC/Héctor Socas).
|
Eso sí, para que los exocinturones de Clarke sean detectables con nuestra tecnología tienen que ser mucho más densos que el nuestro. O sea, tendrían que tener muchos más satélites o estructuras de gran tamaño (¿paneles solares gigantes?). Héctor ha calculado que al ritmo actual de lanzamiento de satélites en el año 2200 nuestro propio cinturón de satélites sería visible con la tecnología de que disponemos ahora mismo. Por supuesto, no está nada claro que la órbita geoestacionaria se siga llenando de satélites a este ritmo. O es posible que antes de llegar a esa densidad decidamos limpiarla. Pero lo interesante es que estamos hablando de un tecnomarcador mucho más plausible y realista que una esfera de Dyson.
Ritmo de aumento en la densidad del exocinturón (Héctor Socas).
|
Cómo se vería un exocinturón en un tránsito (Héctor Socas).
|
Como suele ocurrir cuando hablamos de tecnomarcadores y tránsitos, las estrellas enanas rojas son las mejores candidatas para detectar exocinturones, pero el inconveniente es que la mayoría de planetas situados en la zona habitable de este tipo de estrellas debería presentar rotación síncrona por acoplamiento de marea. En este caso no es factible lanzar un satélite a una órbita geoestacionaria (aunque pueden haber satélites localizados en órbitas inestables que hagan uso de su sistema de propulsión para situarse sobre la zona adecuada de la superficie). Por otro lado, una civilización que viva en un mundo con acoplamiento de marea podría emplear los puntos de Lagrange para situar sus satélites, así que en vez de exocinturones también habría que buscar ‘enjambres de Lagrange’, como los ha denominado Héctor. La detección de estos enjambres en los puntos L1, L2 y L3 de Lagrange por el método del tránsito sería complicada, pero los situados en los puntos L4 y L5 destacarían más. Los enjambres de Lagrange son atractivos como tecnomarcadores porque nuestros métodos de detección actuales favorecen el descubrimiento de planetas situados cerca de sus estrellas.
Cabe la posibilidad de que una civilización que viva en un mundo con acoplamiento de marea decida usar los puntos de Lagrange para situar espejos que iluminen su hemisferio nocturno o, al revés, grandes parasoles para bajar las temperaturas del punto subsolar del hemisferio iluminado. Este tecnomarcador, propuesto hace unos años por Eric Korpela, es menos realista que los cinturones de Clarke, pero también estamos hablando de una tecnología mucho más modesta en comparación con otras megaestructuras y, sobre todo, fácilmente detectable por el método del tránsito.
Fuente: danielmarin.naukas.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario