sábado, 19 de enero de 2019

Ewine Van Dishoeck, astrofísica
“La exploración de vida en otros planetas será la tarea de la astronomía del próximo siglo”
La presidenta de la Unión Astronómica Internacional señala que la nuestra es la primera generación con capacidad tecnológica para buscar una hermana de la Tierra.
por Isabel Ferrer


Ewine van Dishoeck, durante la Asamblea General de la UAI, en Viena. Austria. IAU/M. ZAMANI

La Unión Astronómica Internacional (UAI) celebra este año su centenario, y la astrofísica holandesa, Ewine van Dishoeck, su nueva presidenta, se ha impuesto la tarea de acercar la ciencia que estudia los astros, sus movimientos y leyes, al público. También la de animar a más mujeres, que suman ahora el 18% de sus miembros, a convertirse en astrónomas. Lleva apenas cinco meses en el cargo, marcados ya por la llegada a la cara oculta de la Luna de la sonda Chang´e-4, lanzada por la agencia espacial china, CNSA, y las primeras fotos de Ultima Thule, un objeto binario situado a 6.600 millones de kilómetros de nuestra planeta, captadas por New Horizons, la sonda de la NASA. Dos grandes acontecimientos que no solo subrayan la presencia china entre las grandes potencias de la nueva carrera espacial que se avecina. Sobre todo, marcan los retos del futuro. Desde una observación más ajustada de los agujeros negros, y la posibilidad de montar una estación espacial lunar como trampolín para viajar a Marte, a la búsqueda de vida en otros planetas: la gran aventura cósmica.

Este domingo, Van Dishoeck, nacida en la localidad holandesa de Leiden hace 63 años, hablaba sentada junto a uno de los telescopios del Observatorio de Leiden, la ciudad holandesa en cuya universidad es profesora de Astrofísica Molecular. Durante el fin de semana, centros similares alrededor del mundo han organizado unas 750 visitas y coloquios en 87 países para conmemorar el siglo de vida de la UAI. El resto del año, habrá más actividades en torno al lema “Bajo un mismo cielo”, para mostrar cómo ha cambiado nuestra visión y conocimientos del cosmos.


Pregunta. ¿Cómo ha evolucionado la astronomía desde 1919, año de la fundación de la UAI?

Respuesta. Hace cien años, ignorábamos cosas que hoy damos por hecho: cómo brillan las estrellas, el tamaño o la estructura del Universo, o bien la existencia de otros planetas alrededor de estrellas como nuestro Sol. Hemos ganado en saber y tecnología, y ello ha repercutido en la sociedad y la ciencia en general. En 1995 encontramos el primer planeta extrasolar, o exoplaneta [bautizado 51 Pegasi b, porque orbita la estrella 51 Pegasi, en la constelación de Pegaso, lo detectaron los astrónomos suizos Michel Mayor y Didier Queloz]. Hoy sabemos que hay unos 4.000 de estos planetas, y que cada estrella tiene al menos uno en su órbita. Sabemos dónde mirar, de modo que el siguiente reto es determinar la composición de sus atmósferas y buscar signos de posible vida allí. Esa exploración en otros planetas será la tarea de la astronomía en el próximo siglo.

P. Se ha especulado durante siglos acerca de la posibilidad de que haya vida ahí fuera. ¿Ha llegado por fin el momento de averiguarlo?

R. Somos la primera generación de seres humanos con la tecnología suficiente para abordar esta pregunta desde el punto de vista científico. Los astrónomos, y la gente en general, han hecho muchas conjeturas sobre la existencia de vida en el Universo, y hacia esa búsqueda se orientan las grandes instalaciones en construcción. Por ejemplo, el Telescopio Extremadamente Grande (ELT en sus siglas en inglés), en el desierto de Atacama, en Chile, que tendrá 39 metros de diámetro. Propuesto por el Observatorio Europeo del Sur (ESO, también en inglés), nos permitirá medir el espectro de luz de los exoplanetas para deducir sus características y buscar signos de vida.

P. ¿Qué esperan encontrar?

R. Hablamos de moléculas, otras especies, o bien una combinación de especies que puedan señalar la presencia de vida en otros planetas. Vida bacteriana unicelular, que es la que apareció primero en la Tierra tras su formación, aunque tardó millones de años. La multicelular costó miles de millones de años. Desde luego, nada que ver con los marcianitos verdes de la cultura popular. Pienso en formas de vida mucho más simples, o tal vez algo más complejo: que hayan logrado desarrollar ya inteligencia artificial en forma de robots. No sabemos.

P. China ha llegado a la cara oculta de la Luna y ha revolucionado la astronomía. Tal vez se inaugure una nueva carrera espacial. ¿Por qué es tan importante haber aterrizado allí, aparte del orgullo nacional de ser los primeros?

R. El año 2019 ha empezado a lo grande con la misión de exploración china Chang'e 4. Sabemos poco de la parte no visible de la Luna. Por ejemplo, nunca hemos estudiado su composición, que parece ser distinta a la que sí vemos, desde el punto de vista de los cráteres o sus piedras. No conozco los detalles, pero es interesante investigar, y desde la Unión Astronómica Internacional hemos felicitado a China. Es bueno que desarrollen su programa espacial. También tienen el suyo Estados Unidos, Europa, con la Agencia Espacial Europea (ESA) o Japón. Por cierto, este año también se conmemoran los 50 años de la llegada de la humanidad a la Luna (el Apolo 11, en 1969).

P. ¿Le parece factible la construcción de una estación espacial en la órbita de la Luna para facilitar un posible viaje a Marte?

R. Es un proyecto en consideración. En Marte, indagamos su historia y la existencia de agua, y por ende, de vida. Puede que tuviera, como Venus, la misma cantidad de agua que la Tierra. Pero mientras el segundo planeta está demasiado cerca del Sol, y al ser demasiado caliente, la perdió, Marte es pequeño comparado con nosotros. No pudo contener su atmósfera y su agua, así que se evaporó. Marte es importante no solo por ser los primeros en llegar.

P. Los agujeros negros son incluso más populares que Marte. ¿A qué lo atribuye?

R. Siempre han sido un fenómeno estimulante. Se conocían desde hace tiempo, pero tenemos más datos. Sabemos que hay uno súper grande en el centro de nuestra galaxia. Lo hemos visto gracias a los movimientos de las estrellas a su alrededor. Y también por otros fenómenos energéticos. Son importantes para estudiar la formación de una galaxia. Hay agujeros negros supermasivos, con millones de veces la masa del Sol, y otros estelares, surgidos de la muerte o colapso de estrellas masivas. Y lo bueno es que podemos estudiar la fusión de algunos de ellos a través de las ondas gravitacionales [perturbaciones en el espacio-tiempo producidas por materia acelerada, transmitidas a la velocidad de la luz] que nos permiten abrir nuevos ojos hacia el Universo. NASA y ESA colaboran aquí.

P. Usted estudió Química, pasó luego a la Astronomía y ha recibido premios en Europa y Estados Unidos. ¿Echa en falta una mayor presencia de mujeres astrónomas?

R. En la Unión Astronómica hemos creado un grupo de trabajo para ver cómo podemos atraer a más mujeres, porque solo un 18% de nuestros miembros lo son. Es verdad que para afiliarse hay que estar avanzado en la carrera, y que en la categoría junior hay más mujeres. En la Universidad, son entre un 30 y un 40% del alumnado. Hay países, como Brasil y Argentina, donde hay muchas astrónomas. En el sur de Europa suele haber más que en el norte, y he oído todo tipo de explicaciones. Incluida la tradición, antes mayor, desde luego, de los colegios segregados donde las niñas parecen tener menos presión del grupo -con chicos- a la hora de estudiar ciencias. Lo importante es que vengan, y para finales de 2019 esperamos organizar un simposio en Japón sobre inclusión y diversidad en la astronomía.

P. Y el cine de ciencia-ficción. ¿Es pura fantasía?

R. Hay películas, como Gravity (2013) e Interstellar (2014), que se acercan a las leyes de la física. Otras, como la franquicia de Star Trek, que me encanta, se toman grandes libertades. Eso del warp speed, una forma teórica de propulsión a velocidades muy superiores a la de la luz, está lejos de poderse lograr.



Fuente: elpais.com

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