viernes, 5 de julio de 2019

Comet Interceptor: una sonda lista para visitar un cometa nuevo en cualquier momento



Hace dos años el descubrimiento del primer asteroide interestelar ‘Oumuamua nos dejó a todos con un sentimiento agridulce. Por un lado ahora sabemos que hay cuerpos procedentes de otros sistemas estelares que nos visitan regularmente. Por otro lado, ‘Oumuamua pasó por las cercanías del Sol y luego se alejó para no volver. Desgraciadamente, una misión para estudiar ‘Oumuamua saldría demasiado cara. Pero, ¿qué hay del próximo objeto interestelar? ¿Qué podemos hacer para estudiarlo de cerca? Y no solo se trata de objetos interestelares. Habitualmente el Sol recibe la visita de cometas frescos provenientes de la nube de Oort que previamente eran desconocidos. El estudio de estos cuerpos es muy interesante porque, hasta el momento, solo hemos tenido acceso a cometas que ya han pasado muchas veces cerca del Sol y que, por tanto, han sufrido muchos cambios desde su formación, como por ejemplo los cometas Halley o Churyumov-Gerasimenko. Por esta razón, la Agencia Espacial Europea acaba de anunciar que está estudiando una misión de bajo coste denominada Comet Interceptor dedicada a sobrevolar un cometa de la nube de Oort o un objeto interestelar.


La misión Comet Interceptor y las dos subsondas (ESA).

Se trata de la primera misión de tipo F de la ESA. La ‘F’ viene de fast, o sea, rápida. No tanto por la velocidad que puede alcanzar la sonda, que también, sino por el tiempo de desarrollo y construcción. Además se trata una misión de bajo coste, con un precio inferior a los 150 millones de euros (sin incluir el precio del lanzamiento). Comet Interceptor será una pequeña sonda de entre 850 y 900 kg de masa. Será lanzada en 2028 a bordo de un Ariane 62 como carga secundaria junto al observatorio espacial Ariel y viajará hasta el punto de Lagrange ESL2 del sistema Tierra-Sol. Allí esperará pacientemente entre dos y tres años a que aparezca un visitante que llame la atención.


El cometa Hale-Bopp era un cometa ‘nuevo’ de la nube de Oort (Jerry Lodriguss).

Una vez que se descubra mediante instrumentos terrestres un cometa ‘fresco’ de la nube de Oort o, con suerte, un objeto interestelar tipo ‘Oumuamua cuya trayectoria pase cerca de la Tierra, Comet Interceptor usará su sistema de propulsión para dirigirse hacia su objetivo. La Delta-V disponible para el encuentro será de 1,5 km/s, que no es demasiada. Si después del periodo de espera no se descubre ningún cometa adecuado, se dirigirá a un cometa de periodo corto —o sea, «aburrido»— de reserva (los candidatos son el 73P/Schwassmann-Wachmann 3 y el 26P/Grigg–Skjellerup). La distancia mínima al núcleo del cometa dependerá de la trayectoria y del nivel de actividad. Hay que tener en cuenta que los cometas nuevos pueden ser violentamente activos. Obviamente, Comet Interceptor no orbitará el núcleo como hizo Rosetta con el cometa 67P, sino que se limitará a sobrevolarlo. La velocidad relativa del encuentro dependerá del cometa, pero lo más probable es que esté en el rango entre 10 y 70 km/s.


La nube de Oort y el cinturón de Kuiper: las grandes reservas de cometas de corto y largo periodo (ESA).

Comet Interceptor llevará dos pequeñas subsondas de muy pequeño tamaño que se podrán acercar más al núcleo y explorarlo desde otros ángulos tras separarse de la nave nodriza entre un día y tres semanas antes del encuentro. Una de estas subsondas podría ser un cubesat de la agencia espacial japonesa JAXA. Las subsondas permitirán realizar un mapa de alta resolución en tres dimensiones de la coma de un cometa activo por primera vez en la historia. Los instrumentos principales de Comet Interceptor serán la cámara CoCa (Comet Camera), similar a la cámara CASSIS de la ExoMars TGO, el espectrómetro visible e infrarrojo MIRMIS y el experimento DFP para estudiar el polvo y el plasma de la coma. La subsonda europea llevará otro instrumento DFP y, además, el espectrómetro de masas MANIaC, similar al de Rosetta, la cámara OPIC y la cámara multiespectral EnVisS. La subsonda japonesa incorporará el espectrómetro ultravioleta (HI), un instrumento para estudiar el plasma y la cámara de campo amplio WAC. El principal objetivo científico de la misión es averiguar la forma del núcleo de un cometa de la nube de Oort. ¿Se parecerá más a 67P o a Ultima Thule?


Esquema del sobrevuelo del núcleo cometario por parte de la sonda y las subsondas (ESA).

La original arquitectura de Comet Interceptor ofrece la ventaja de no depender de una ventana de lanzamiento fija, a diferencia de otras misiones similares destinadas a estudiar otros cuerpos del sistema solar. En octubre de 2018 la ESA anunció que estaba buscando propuestas para su primera misión F y en marzo de 2019 Comet Interceptor quedó como una de las seis finalistas. Ahora ha sido elegida como propuesta ganadora, aunque todavía no ha sido aprobada en firme. El equipo de Comet Interceptor está dirigido por Geraint Jones (Reino Unido). Ni que decir tiene, se trata de una misión fascinante a pesar de sus obvias limitaciones técnicas y económicas. Esperemos que tengamos suerte y Comet Interceptor se convierta en la primera misión humana en explorar un objeto procedente de otra estrella. O, por lo menos, que sobrevuele algún cometa tan espectacular como el Hale-Bopp.


Resumen de la propuesta Comet Interceptor (ESA).


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