lunes, 11 de noviembre de 2019

Diplomáticos de carrera se diferencian de Jorge Faurie y hablan de “golpe de Estado” en Bolivia
La Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación “condenó” la salida de Evo Morales.


El canciller Jorge Faurie habló en conferencia tras la reunión de Gabinete. (Adriana Groisman) FOTO: FTP CLARIN


La Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (APSEN), que nuclea a los diplomáticos de carrera, se diferenció este lunes del canciller Jorge Faurie​ y se refirió a la renuncia de Evo Morales como "un golpe de Estado".

"Seguimos con atención la situación de los funcionarios diplomáticos que están asistiendo a los argentinos en la Embajada y nuestros 6 consulados en Bolivia, a raíz de la violencia y el golpe de Estado que depuso al Presidente Evo Morales, el cual condenamos", indicó la Asociación en su cuenta de Twitter.

El mensaje fue publicado minutos después de la conferencia de prensa que dio el canciller en la Casa Rosada, donde aseguró que "no hay elementos" para calificar la situación en Bolivia como un golpe de Estado.

"Es obvio que hay un vacío institucional, pero en este momento no están los elementos para describir esto como un golpe de Estado: creemos que es muy importante el rol de las fuerzas armadas y de seguridad para garantizar la vida institucional de Bolivia y no asumir un rol más protagónico que el que les marcan las leyes de Bolivia", aseguró el funcionario.

Faurie fue enfático al sostener su idea: "Creo que ninguno de los gobiernos de los pueblos de la región quiere reeditar un mecanismo que tuvo trágicas consecuencias para todas nuestras naciones. No sólo lo tenemos condenado, sino apartado de nuestra historia".

Sus declaraciones van en consonancia con el comunicado que en la tarde del domingo publicó Cancillería, donde pidió "paz y diálogo" para superar la crisis.


La UCR se diferencia de Mauricio Macri y habla de un “golpe de Estado” en Bolivia
El Comité Nacional advierte que la salida del mandatario se dio “en medio de un clima de agitación” e instó a “cuidar la democracia”.


Otros tiempos. Macri y Evo Morales, juntos, en julio pasado, en la cumbre del Mercosur en Santa Fe.


La renuncia de Evo Morales, en medio de la crisis política y social que atraviesa Bolivia, divide aguas en el Gobierno de Mauricio Macri. Sucede que, mientras la Casa Rosada habla de un "período de transición que se ha abierto por las vías institucionales", para la Unión Cívica Radical se trata de un "golpe de Estado", que se da "en medio de un clima de agitación", y considera que se debe "cuidar a la democracia".

En un comunicado, el radicalismo lamentó la "sucesión de hechos preocupantes" que ocurren en Bolivia, "entre ellas, la renuncia del Presidente Evo Morales, en medio de un clima de agitación". 

Y, en lo que pareció un mensaje por elevación sobre la postura del Gobierno, sostuvo que "cuidar la democracia en el continente implica un esfuerzo por calificarla". 

"No a las trampas! No a las injerencias externas! No al Golpe de Estado! Si al pluralismo, la democracia y la convivencia pacífica", remarcó el parte del partido, presidido por el gobernador saliente de Mendoza Alfredo Cornejo.

Sucede que un rato antes, el comunicado de la Cancillería argentina había esquivado referirse a un golpe de Estado, en línea con las declaraciones de Jorge Faurie en TN.

"El Gobierno argentino hace un llamado a todos los actores políticos y sociales bolivianos para preservar la paz social y el diálogo, enfatizando importancia de encaminar este periodo de transición que se ha abierto por las vías institucionales que establece la Constitución de ese país", indicó ese texto, que generó molestias en el radicalismo.

El pronunciamiento de la UCR excede a la tensión política entre Macri y Cornejo. El vicepresidente segundo Federico Storani redobló las críticas este lunes. "El comunicado del Gobierno sobre Bolivia fue excesivamente lavado y sin compromiso ante lo que es un golpe de Estado", reprochó en diálogo con Futurock. Pero también apuntó a las formas: "El gobierno otra vez no nos consultó antes de emitir el comunicado sobre Bolivia. Es un claro golpe de Estado".

Storani habló poco después de que lo hiciera el embajador argentino en Bolivia, Normando Alvarez García, que reafirmó la posición del Gobierno. Habló de "una interrupción del orden constitucional, basada en una gran conmoción social y similar a cuando fue la renuncia de (Fernando) De La Rúa" en 2001 en la Argentina. "No hay golpe de Estado para nuestro Gobierno. Yo personalmente pienso algo, pero está la decisión de nuestro Gobierno", sostuvo a La Red.

"La postura del embajador argentino en Bolivia no es la de la UCR. Para la UCR este es un golpe de Estado", insistió Storani, quien advierte que esta diferencia puede tener consecuencias incluso en el futuro de Cambiemos. "La postura del PRO ante el golpe en Bolivia nos tiene que llevar a replantearnos la alianza con la UCR", consideró.

Desde el PRO, el único que se diferenció del Gobierno fue el diputado nacional Daniel Lipovetzky, uno de los primeros en fijar su posición, quien este lunes se sumó a los cuestionamientos sobre la postura oficial. “No coincido con el comunicado de Cancillería. La posición tiene que ser muy clara de que esto fue un Golpe de Estado y hay que repudiarlo. No puede haber grises”, dijo en diálogo con El Destape.

El presidente electo Alberto Fernández tomó parte de las declaraciones del diputado y se metió en la interna. "Me tranquiliza ver que en el oficialismo hay gente con la dignidad democrática de la que otros carecen", escribió en su cuenta de Twitter.

En el único punto que parece haber coincidencias es en la falta de transparencia de las elecciones presidenciales en Bolivia y el rol que tuvo en ese sentido la administración de Evo Morales. Es que la UCR no dejó de plantear sus críticas al gobierno boliviano al atribuirle "una vocación de perpetuidad ilegal" y alertar que las autoridades electas en cada comicio "deben gozar de la legitimidad que da la limpieza en dichos procesos".


Susana Malcorra: “En Bolivia hubo un golpe de Estado, no es una cuestión debatible”
La excanciller marcó diferencias con el Gobierno y planteó que el mandato de Evo Morales fue interrumpido por mecanismos “no constitucionales”.


Fue ministra de Relaciones Exteriores entre diciembre de 2015 y junio de 2017. (Bloomberg) FOTO: BLOOMBERG

La excanciller Susana Malcorra marcó distancia del gobierno nacional y aseguró que "en Bolivia ​hubo un golpe de Estado por razones muy objetivas" y que eso "no es una cuestión debatible". Lo dijo este martes por la mañana, tras el exilio de Evo Morales a México.

"El mandato de un presidente electo democráticamente fue interrumpido por mecanismos no constitucionales. Es decir que no fue el Congreso el que usó los resortes que puede tener reservados para destituir al presidente; sino que fue por la 'sugerencia' de un general, con lo cual las Fuerzas Armadas intervinieron en el proceso. Estas tres cosas combinadas, para mí, objetivamente, hacen que sea un golpe de Estado. No me parece que haya demasiada vuelta", señaló Malcorra.

En diálogo con radio El Destape, la exfuncionaria del gobierno de Mauricio Macri​ -que ocupó el cargo que hoy ostenta Jorge Faurie entre diciembre de 2015 y junio de 2017- planteó la necesidad de ser "muy enfáticos en ese sentido porque esto retrotrae la región a un período oscuro".

"Si hay algo de lo que estamos orgullosos es esta noción de que ya no se aceptan más las intervenciones por mecanismos no democráticos para destituir a presidentes. Hemos sufrido mucho en la región y me parece muy peligroso", agregó.

De todas maneras, destacó, "esto no quita que al mismo tiempo uno pueda tener consideraciones respecto de por qué se llegó a las elecciones, qué pasó ahí, como se manejó el proceso... son temas totalmente separados y así hay que analizarlos".

"No sé por qué el Gobierno tomó esta postura (de no hablar de golpe de Estado). Me parece que la región está dividida por cuestiones ideológicas, pero esto no tiene nada que ver con la apreciación que uno pudiera tener respecto de cómo el presidente Morales llegó a una re-reelección. Hay que ser muy cuidadosos al objetivizar el análisis. Esto no es de derecha ni de izquierda, es el quiebre del orden constitucional", sumó.

Y siguió, en la misma línea: "Argentina desde su propia experiencia tiene que ser muy claro en estas cuestiones. Si hubiera una postura similar en Brasil hoy, saldría a decir lo mismo, esto no tiene un tinte ideológico".

Ante la consulta de si el resto de los países del Mercosur y la OEA pueden o no aplicar la cláusula democrática, que incluiría sanciones a Bolivia, Malcorra dijo que "sin dudas".

De todas formas, afirmó, "hay que buscar mecanismos de pacificación": "La región tiene que jugar un papel preponderante. Ese es el primer requisito. Después hay que lograr que se institucionalice un Gobierno. Hoy hay acefalía, por lo que se necesita una transición y un llamado a elecciones nuevas. Todos esto requiere de un balance de la región para restaurar ese orden".



Fuente:  clarin.comclarin.com y clarin.com

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