lunes, 24 de febrero de 2020

El microlanzador espacial de la empresa Astra y el desafío de DARPA
Por Daniel Marín



La agencia militar estadounidense DARPA lanzó hace dos años el Desafío Lanzamiento (Launch Challenge), una iniciativa en la que se podían apuntar empresas de microlanzadores de EE UU para poner una carga útil en órbita desde dos lugares del país con pocos días de diferencia. A principios del año pasado 18 empresas pasaron el corte inicial de la competición, aunque la lista no se hizo pública. En abril DARPA anunció que las tres empresas finalistas eran Virgin Orbit, Vector Launch y una tercera compañía que prefirió quedar en el anonimato, pero que posteriormente se supo que se trataba de Astra Space. Curiosamente, la empresa Rocket Lab no estaba en esta lista, a pesar de que esta compañía, fundada en Nueva Zelanda, creció precisamente gracias a la ayuda de DARPA hace cerca de nueve años.


Astra Rocket (Rocket 3.0), el cohete de la empresa Astra Space (Bloomberg).

Virgin Orbit es de sobras conocida, ya que se trata de una escisión de la famosa Virgin Galactic, a cargo de las naves turísticas suborbitales SpaceShipTwo. Virgin Orbit ha desarrollado el pequeño lanzador LauncherOne, con capacidad para colocar en órbita polar cerca de 500 kg, que será lanzado desde un Boeing 747-400 apodado Cosmic Girl. Vector Launch no es tan conocida por el gran público, pero sí que es una vieja amiga de los interesados en el volátil mercado de empresas de microlanzadores. Precisamente, Vector Launch recibió el año pasado un contrato de la USAF por valor de 3,4 millones para lanzar pequeños satélites militares.


Cohete Vector-R de Vector Launch (Vector Launch).

El lanzador de Vector Launch es el Vector-R, un minúsculo cohete de dos etapas a base de propeno y oxígeno líquido capaz de poner 65 kg en órbita baja, aunque también estaban trabajando en la versión Vector-H, que hubiera podido lanzar 170 kg. Las tres empresas finalistas debían recibir 400 000 dólares como ayuda para la preparación de cara al desafío. Sin embargo, Virgin Orbit y Vector Launch abandonaron la competición a mediados de 2019. La primera empresa quería centrarse en la puesta apunto del LauncherOner, mientras que la segunda estaba pasando por serios problemas financieros.


Uno de los primeros cohetes de Astra Space en sus instalaciones californianas (¿Rocket 1.0?).

Solo quedaba Astra Space, una empresa californiana que había logrado operar bajo el radar de los medios de comunicación hasta la fecha. Hasta tal punto, que sus propios empleados tenían órdenes de decir que trabajaban para la Stealth Space Company. No obstante, y como era de esperar, sus progresos no han escapado al escrutinio de los aficionados a la astronáutica de todo el mundo. Astra ha desarrollado casi en secreto el tres versiones (1.0, 2.0 y 3.0) de un lanzador conocido como Astra Rocket o, simplemente, Rocket —sí, el nombre es muy original—, un cohete de kerolox de 11,6 x 1,32 metros capaz de situar entre 75 y 200 kg en órbita baja, unas prestaciones similares a las del cohete Electron de Rocket Lab. Sin embargo, Astra quiere que cada lanzamiento no supere los 2,5 millones de dólares, frente a los 7,5 millones que cuesta cada misión del Electron. De acuerdo con el plan del Launch Challenge de DARPA, un mes antes del despegue se anunció a Astra desde qué centro de lanzamiento se llevaría a cabo la misión. Los posibles lugares eran la base militar de la isla de San Nicolás (California), el espaciopuerto de Kodiak (Alaska), la base de Vandenberg o el centro espacial de la isla Wallops (Virginia). Finalmente, el lugar seleccionado para el desafío sería Kodiak.


Detalles del cohete de Astra (DARPA).

Si Astra logra alcanzar la órbita en el plazo previsto recibirá un premio de dos millones de dólares. Pero, para ganar el desafío, deberá repetir un lanzamiento exitoso en las mismas condiciones desde Kodiak con menos de dos semanas de diferencia. En principio, DARPA había anunciado que este segundo lanzamiento debía llevarse a cabo desde otro de los centros espaciales arriba mencionados, pero la agencia del Pentágono ha decidido relajar las reglas para facilitar que Astra resulte ganadora. La cuantía del premio final será de ocho, nueve o diez millones de dólares en función de varios parámetros (precisión de la órbita, cantidad de carga, etc.). Astra tiene ahora hasta el 1 de marzo para realizar el primer lanzamiento si quiere tener opciones de hacerse con el premio. La carga útil de esta misión serán cinco pequeños satélites.


Transporte del lanzador de Astra hasta la base de Kodiak (DARPA).

Bases de lanzamiento del microlanzador del Pentágono (DARPA).

Si Astra tiene éxito, EE UU contará con un pequeño lanzador orbital que podrá despegar desde al menos ocho lugares distintos y que podrá ser transportado de un lugar a otro en un container comercial. Casi mejor que un misil intercontinental móvil, vamos. Obviamente, el objetivo de este desafío del Pentágono es, por un lado, disponer de un lanzador capaz de lanzar satélites rápidamente en caso de conflicto militar y, por otro, responder al desafío —nunca mejor dicho— de los microlanzadores chinos. En los últimos años el gobierno chino ha subsidiado a decenas de empresas en una estrategia muy agresiva para disponer de varios microlanzadores orbitales operativos. De hecho, el año pasado se llegaron a lanzar dos pequeños cohetes Kuaizhou 1A (KZ-1A) desde el centro espacial de Taiyuan con menos de 48 horas de diferencia. Pero, como hemos comprobado, el Pentágono no ha querido quedarse atrás y, después de subsidiar a Rocket Lab, ha hecho lo propio con Astra. Es más, si uno fuera malpensado podríamos imaginar que todo este «desafío» no ha sido más que una excusa para desarrollar un pequeño lanzador espacial militar de forma un poco más sutil (de cara a los medios de comunicación, se entiende). Sea como sea, en unos días saldremos de dudas y veremos si los militares estadounidenses disponen al fin de un microlanzador versátil plenamente operativo.


Llegada del lanzador de Astra en el container hasta Alaska (DARPA).



No hay comentarios:

Publicar un comentario