Festival de Viña 2020: el nuevo campo de batalla del estallido social en Chile
La primera jornada del Festival Internacional de la Canción de Viña 2020 comenzó con retraso y sin la habitual apertura de las competencias internacional y folclórica, ya que los alrededores de la Quinta Vergara —escenario del certamen—, se convirtieron en verdaderos campos de batalla entre manifestantes y la Policía.
Por Carolina Trejo
![]() |
© Foto : Sergio Concha
|
Los anillos de resguardo no impidieron que casi un millar de personas protestaran en la céntrica Plaza Vergara, a solo tres cuadras del recinto festivalero. A pocas horas del comienzo de una nueva edición del tradicional Festival de Viña del Mar, en la costa de la zona central de Chile, la multitud de manifestantes marchó desde los cerros hacia las cercanías del escenario, la Quinta Vergara. Allí los esperaba un enorme despliegue de Carabineros (Policía militarizada) que resguardaban los perímetros de seguridad establecidos.
![]() |
Policías en Plaza Vergara en Plaza Vergara © SPUTNIK / CAROLINA TREJO
|
"El Festival no debería ocurrir porque esa plata debiera invertirse en la necesidad que existe en la población, como es el caso de Viña, una de las ciudades con más campamentos, y la alcaldesa no hace nada. Hacen este festival para mostrar internacionalmente que está todo normal pero está anormal", señaló indignado a Sputnik el manifestante Jaime Contreras.
![]() |
Manifestantes en la Plaza Vergara © SPUTNIK / CAROLINA TREJO
|
A partir de las 17:00 horas del domingo comenzaron las primeras escaramuzas con la Policía, que derivaron en fuertes enfrentamientos, la quema de varios vehículos particulares y la destrucción de los vidrios y la fachada del Hotel O’Higgins, tradicional hospedaje donde se alojan muchos de los bailarines y músicos que participan en la competencia.
"No puede pasar el Festival como que aquí en el país no pasara nada. Y si no hay violencia no te escuchan. ¿Cuántos años los cabros (jóvenes) pidiendo cosas, marchando pacíficamente y nada. La gente se cansó, y despertó y ahora se manifiesta de todas las formas que puede", relata a Sputnik Jorge Soto, hombre de 65 años asistente a la marcha.
![]() |
Manifestantes y policías en plaza Vergara © FOTO : SERGIO CONCHA PIÑA
|
Los artistas del festival y el estallido
Mientras en las calles aledañas a la Quinta Vergara seguían los enfrentamientos, al interior del recinto se daba inicio a la versión 61 del certamen, que en esta ocasión no contó con la tradicional obertura, número musical con el que suele comenzar el festival . Los animadores al comenzar hicieron una tenue referencia al contexto social, señalando que el Festival cuenta con una enorme tradición y que es "un evento que honra nuestras raíces y es un espejo de la sociedad".
![]() |
© SPUTNIK / CAROLINA TREJO
|
![]() |
Manifestante en calle Álvarez frente acceso a Quinta Vergara © SPUTNIK / CAROLINA TREJO
|
El artista portorriqueño Ricky Martin, quien abrió el certamen, entregó un mensaje sobre lo que se ha estado viviendo en Chile en los últimos cuatro meses.En su sexta presentación en el escenario de la Quinta Vergara y tras un exitoso show, Martin señaló "siempre con paz", “pero nunca callados, exijan lo que ustedes merecen".
![]() |
Un manifestante frente a un graffitti contra el Festival de Viña del Mar © FOTO : SERGIO CONCHA PIÑA
|
Fue quizás el humorista e imitador Stefan Kramer, quien abordó mejor el contexto político, al presentar una rutina dedicada al estallido social donde repasó varios de los hitos de la revuelta como la marcha del millón y medio de personas, e imitó diversos personajes ligados al gobierno chileno entre ellos al Presidente Sebastián Piñera.
Uno de los instantes más altos de su actuación fue durante la imitación al mandatario chileno cuando señaló: "Me queda 4% de batería y 3% de aprobación".
El humorista también incluyó a varios de "los héroes de la calle", como los denominó, tanto a los voluntarios de la salud, los primera línea, al Baila Pikachu, Sensual Spiderman y Pare-Man.
Al final de su show y mientras sonaba la melodía "El derecho de vivir en paz" de Víctor Jara, Kramer señaló que "es posible volver a comenzar, vivir sin miedo, ganarle a la desigualdad" y que "esto hay que solucionarlo entre todos".
Tras la actuación de Kramer y la presentación del jurado del Festival, abruptamente los animadores señalaron que el certamen musical comenzaría la segunda noche del festival, ya que por los incidentes ocurridos en el Hotel O'Higgins varios de los participantes tuvieron problemas para trasladarse hasta la Quinta Vergara.
Esta suspensión y las referencias a lo que se vive en el país sudamericano contrastaron con las declaraciones realizadas, en un punto de prensa, por el intendente de la Región de Valparaíso, Jorge Martínez y la alcaldesa de Viña del mar, Virginia Reginato.
Ambos sostuvieron que el festival se había realizado sin mayores inconvenientes y dieron un balance de la primera noche, donde Martínez se refirió a quienes produjeron los incidentes. "No lo lograron, el festival se realizó, entraron quince mil personas. Mucha gente está disfrutando".
Y agregó que, "la gente entró ordenada y pacíficamente con los anillos de seguridad, estos vándalos, delincuentes, como no pudieron impedir el festival se dedicaron a destrozar parte de nuestra querida ciudad de Viña del Mar".
La autoridad indicó que fueron ocho los vehículos quemados en la ciudad, y 23 los carabineros lesionados, de los cuales tres tienen fracturas.
El intendente no entregó cifras de heridos o detenidos civiles pero fue enfático en decir que "se redoblarán las medidas de protección y seguridad, no sólo para que el festival continúe, sino que para que la ciudad no siga sufriendo en manos de estos desgraciados".
Declaraciones que para quienes fueron a manifestarse solo refuerzan la falta de comprensión de la autoridad frente a las demandas de la ciudadanía movilizada.
"No entienden nada, no quieren entender que vamos a seguir en la calle mientras no haya cambios reales al sistema desigual que tenemos, y que no nos importa si nos quieren acusar de delincuentes porque para nosotros, el pueblo, ellos son los delincuentes”, explica a Sputnik la profesora jubilada Estela Bravo.
Muchos de los asistentes a las marchas del domingo 23, señalaron pretenden seguir protestando este lunes, en una jornada en la que se presenta Mon Laferte, artista que ha entregado públicamente su apoyo a la revuelta social chilena, y cuyo show genera grandes expectativas.
Una encuesta revela que la desaprobación del presidente de Chile sube a 83%
La desaprobación ciudadana con respecto a la gestión del presidente de Chile, Sebastián Piñera, aumentó cinco puntos, alcanzando un 83%, según la encuesta de opinión realizada por la empresa privada Cadem de investigación de opinión pública publicada.
![]() |
© AP Photo / Marcelo Segura
|
"El 83% desaprueba la forma en que Sebastián Piñera está conduciendo su Gobierno mientras que el 12 lo aprueba", se afirma en la encuesta realizada por Cadem.
Desde el comienzo de la crisis social de Chile, en octubre de 2019, el respaldo ciudadano a Piñera y su Gobierno se desplomó desde un 29% a un 10%, siendo esta última cifra el mínimo histórico conseguido por un presidente chileno desde el retorno a la democracia en 1990.
A pesar de que en los últimos días había logrado aumentar tres puntos, llegando a un 13% el 14 de febrero, en los últimos días descendió a un 12%.
Asimismo, un 56% de los encuestados está a favor de continuar las movilizaciones y marchas, mientras que quienes no están de acuerdo disminuyeron de un 42% a un 40.
En relación a la percepción del equipo ministerial del Presidente, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, es el mejor evaluado, con un aprobación de 45% y un rechazo del 49 a su gestión.
En tanto, los peor evaluados son los titulares de Salud y Educación, Jaime Mañalich y Marcela Cubillos, con aprobaciones de 14% y 19, y desaprobaciones de 84 y 79, respectivamente.
Tras dos semanas de vacaciones, este 24 de febrero Piñera retoma oficialmente sus funciones en La Moneda.
El 23 de febrero el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, el más importante de América Latina, comenzó en medio de violentas protestas.
Armados con piedras, palos y bombas molotov, miles de personas protestaron bajo el lema "Sin justicia no hay festival".
Piñera denunció "demasiada violencia" en Chile y carabineros reforzó su operativo policial
El mandatario chileno volvió a exigir un "gran acuerdo por la democracia, contra la violencia y por la paz". El lunes estuvo marcado por un estado de tensa calma en las calles.
![]() |
Quema de autos en Viña del Mar en la protesta contra Piñera.
|
En su primera aparición pública luego de los serios incidentes en Viña del Mar, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, dijo que el país "ya ha sufrido demasiada violencia". En ese sentido, le exigió a todos los sectores de la sociedad y la política que condenen cualquier acto que atente contra la democracia. Sin embargo, su respuesta al conflicto fue, una vez más, el refuerzo del aparato represivo. La ciudad de Viña del Mar amaneció el lunes blindada por carabineros, que reforzaron los puntos centrales de ese centro balneario luego de las masivas protestas contra el gobierno de Piñera y los graves incidentes registrados el domingo por la noche. El gobierno chileno teme que la efervescencia en las calles sea un anticipo de la radicalización de las protestas a partir de marzo, mes en el que se esperan varias manifestaciones.
"Llegó el tiempo de un gran acuerdo por la democracia, contra la violencia y por la paz. Este acuerdo tiene que incluir no solo condenar la violencia, no solo defender la democracia y el Estado de Derecho, sino también, condenar a quienes no condenan la violencia y a los que atentan contra la democracia", destacó Piñera, que el lunes retomó su agenda política con una reunión con todos los ministros a la vuelta de sus vacaciones.
"Necesitamos asegurar el orden público y vivir en paz para tener un plebiscito que sea democrático, limpio y transparente. Todos queremos mejorar, cambiar, modernizar y perfeccionar la Constitución", agregó el mandatario. El plebiscito del próximo 26 de abril es una de las principales apuestas de Piñera para desactivar la grave crisis que vive el país desde octubre pasado, cuando iniciaron las manifestaciones contra el cuestionado modelo chileno, herencia directa del pinochetismo.
El lunes, la calma parecía volver a las calles de Chile luego de un domingo tenso. Sin embargo, tres colegios registraron incidentes por la mañana, en el inicio de clases en la comuna de Antofagasta. Supuestos alumnos encapuchados realizaron un recorrido por distintos establecimientos con el objetivo de obstaculizar la vuelta a clases y sumar más jóvenes a una marcha que iniciaron por Calle Orella, para continuar por las principales vías del casco central.
Por la tarde tuvieron lugar nuevas manifestaciones en Viña contra el festival musical, que se desarrollaron sin mayores inconvenientes. A la noche se esperaba la presentación de la cantante chilena Mon Laferte, quien ha apoyado fuertemente las protestas sociales y a la que algunos grupos de ultraderecha anunciaron que buscarán boicotear su actuación.
Temiendo nuevos incidentes, el gobierno chileno redobló las medidas de seguridad con un amplio operativo policial en los alrededores de Viña. La alcaldesa de la ciudad balneario, la conservadora Virginia Reginato, pidió ayuda al gobierno para enfrentar nuevos actos de violencia y aseguró que los chilenos quieren "que vuelva la paz" a sus hogares y a ciudades. "Quiero mandarle un mensaje al presidente de la república: yo creo que ya la delincuencia no puede seguir en las calles de Viña", agregó Reginato.
Por su parte, el jefe de la Quinta Zona de Carabineros, Hugo Zenteno, se refirió a los disturbios que se registraron el domingo en los alrededores de la Quinta Vergara, y aseguró que no hubo errores en el despliegue de la policía uniformada. La institución informó que durante las manifestaciones 23 uniformados terminaron lesionados y atribuyeron los hechos ocurridos a "la delincuencia".
En ese sentido, Zenteno manifestó que "el único error es que esta gente atenta contra la seguridad de las personas". El uniformado agregó que, en su particular visión de los hechos, no es posible hablar de "situaciones de derechos humanos, porque realmente los manifestantes atentan contra todo: hay jóvenes, hay niños, que van a un festival y eso no es digno de nuestro país".
La ciudad de Viña del Mar, a 135 kilómetros al oeste de Santiago, fue escenario la noche del domingo de duros enfrentamientos entre carabineros y manifestantes que se concentraron bajo el lema "Calles con sangre, Viña sin festival". Pedían la cancelación de la cita internacional de música por la grave crisis que atraviesa el país.
Además de los choques, grupos de encapuchados incendiaron varios autos, saquearon comercios y atacaron con piedras el edificio de la municipalidad y el emblemático Hotel O'Higgings, que tuvo que ser desalojado por unas horas y donde se encontraban artistas, periodistas y trabajadores del festival. Hubo también destrozos en sucursales bancarias y empresas de telecomunicaciones.
La policía les cortó a los manifestantes el paso con un inédito y fuerte operativo de seguridad que incluyó un helicóptero y un globo con cámaras de vigilancia. A pesar de la dura represión con gases lacrimógenos y carros hidrantes, los manifestantes resistieron y llegaron hasta los alrededores de la Quinta Vergara, donde unas 20 mil personas aguardaban el inicio del tradicional festival. Según el ministerio del Interior, la noche dejó 24 detenidos, 29 agentes policiales heridos, nueve tiendas saqueadas y una decena de autos incendiados.
Chile vive desde el pasado octubre su crisis más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con al menos treinta muertos y miles de heridos, además de graves acusaciones contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos. Lo que en un principio empezó como un llamamiento de los estudiantes a protestar contra el aumento de la tarifa del subte, se convirtió en una revuelta por un modelo económico más justo.
La situación generó un fuerte descenso en la aprobación del cuestionado presidente Piñera, con índices menores al 9 por ciento según las últimas encuestas. En este escenario, las autoridades temen una nueva radicalización de las protestas a partir de marzo, cuando culminan las vacaciones de verano y arrancan nuevamente gran parte de las actividades productivas en el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario