miércoles, 22 de abril de 2020

Destruyendo satélites: los sistemas ASAT de las potencias espaciales
Por Daniel Marín



El pasado 15 de abril el Pentágono publicó un inusual y duro comunicado contra Rusia acusando a este país de llevar a cabo una prueba de un sistema antisatélite (ASAT). En el comunicado no se dan detalles técnicos del incidente, solo que ha sido una prueba «DA-ASAT», o sea, «ASAT-ascenso directo». Esto significa que es un arma antisatélite lanzada desde la superficie terrestre o desde un avión. Pero, ¿qué es lo que ha pasado? Pues todos los expertos coinciden en que se trató del último lanzamiento del sistema antisatélite ruso Núdol. ¿Y qué tiene este sistema para levantar la ira de los militares estadounidenses? Veamos.


Lanzamiento de prueba de un interceptor endoatmosférico del sistema A-235, relacionado con el sistema ASAT Núdol (Zvezdá).

El sistema Núdol (Нудоль), conocido como PL-19 para el Pentágono, es un sistema ASAT que consiste en misiles lanzados desde tierra. Los detalles técnicos son, obviamente, alto secreto, pero se cree que Núdol está basado en el sistema antimisiles de la Guerra Fría A-135. El A-135 debía interceptar las cabezas nucleares enemigas en su fase final sobre Moscú mediante dos tipos de misiles dotados de cargas nucleares: los misiles exoatmosféricos 51T6 (Gorgon para la OTAN) y los endoatmosféricos 53T6 (conocidos en Occidente como Gazelle). A mediados de los 80 se decidió reformar el sistema con la introducción de nuevos misiles endoatmosféricos y recibió la nueva denominación de A-235, un nombre que a veces se confunde con el sistema Núdol. La diferencia es que el A-235 es un sistema ABM fijo desarrollado para destruir misiles balísticos y Núdol es un sistema antisatélite móvil.


Misiles de los sistemas ABM rusos/soviéticos y posible configuración del Núdol (http://militaryrussia.com/).

A partir de 2009 hay constancia de la decisión desarrollar el nuevo sistema ASAT Núdol a cargo de las empresas Almaz-Antey, Novator y Tochmash. Según la información pública, Núdol emplearía un sistema de lanzamiento móvil mediante contenedores TEL (Transporter Erector Launcher) como el usado en numerosos misiles balísticos. A partir de este punto, los detalles son secretos y, por tanto, confusos. El sistema aparece en muchas fuentes con el código 14А042, pero este parece ser el nombre del misil, mientras que 14Ts033 parece ser el verdadero código de todo el sistema (que además incluye un centro de control móvil y una potente estación de radar, también móvil, para guiar el misil hasta su blanco). Los rumores apuntan a que el misil Núdol 14A042 podría estar basado en el interceptor exoatmosférico 51T6 del sistema A-135 al que se le han añadido una etapa superior con un interceptor cinético —conocido en la jerga militar como kinetic kill vehicle o KKV, a veces solo KV— capaz de llegar a órbitas bajas (LEO) de entre 50 y 1000 kilómetros de altura. Aparentemente, Rusia no dispone de ningún sistema DA-ASAT operativo con capacidad para alcanzar órbitas medias (MEO) y geoestacionarias (GEO).


Sistema TEL para lanzamiento de misiles ASAT Núdol (Almaz-Antey).

La primera prueba de Núdol como sistema ASAT parece que tuvo lugar el 12 de agosto de 2014, pero terminó en fracaso, al igual que la segunda, realizada el 22 de abril de 2015. La prueba que ha recibido la condena del Pentágono es la octava exitosa de las que se tenga constancia y todas ellas, a excepción de una, se han realizado desde el cosmódromo de Plesetsk. En definitiva, esta última prueba no parece que sea muy diferente de las otras ya realizadas desde 2015, así que es difícil entender la dureza del comunicado del Pentágono. Hay constancia de que no se intentó derribar ningún satélite real, así que la única diferencia podría ser que en esta ocasión el misil incorporase un interceptor cinético operativo más avanzado, una muestra de la madurez del sistema.


Un posible interceptor ASAT basado en el misil hipersónico Kinzhal (CNBC).

Además del Núdol, Rusia cuenta con otros programas ASAT de ascenso directo en desarrollo: el sistema antibalístico S-500 y hasta dos versiones de misiles lanzados desde MiG-31 modificados (Kontakt y una variante del misil hipersónico Kinzhal). A diferencia de Núdol, el estado de desarrollo de estos sistemas no está claro, como tampoco sus verdaderas capacidades ASAT. El comunicado también califica la actitud de Rusia como «hipócrita» al solicitar propuestas para limitar el control de armas espaciales al mismo tiempo que continúa desarrollando este tipo de armas. Más allá de que esto sea cierto —bienvenidos al mundo real—, no deja de llamar la atención este tipo de afirmaciones si tenemos en cuenta que, actualmente, los únicos países que disponen de sistemas ASAT de ascenso directo son, aparte de Rusia, China, India… y Estados Unidos.


Lanzamiento de un misil SM-3 estadounidense desde un crucero Aegis (MDA).

Oficialmente EE UU no reconoce que tenga ningún sistema DA-ASAT operativo, pero lo cierto es que tiene dos. El primero es el misil antibalístico SM-3 (Standard Missile 3), desplegado en cruceros Aegis. Sabemos que el SM-3 tiene capacidad ASAT porque el Pentágono destruyó el satélite USA-193 (NROL-21) el 20 de febrero de 2008 mediante un misil SM-3 lanzado desde el crucero Aegis USS Lake Erie durante la operación Burn Frost. Estados Unidos declaró que el satélite fue destruido por el peligro que suponía su reentrada descontrolada, pero obviamente fue una respuesta a la prueba ASAT de China que tuvo lugar un año antes. La intercepción se produjo en una órbita de tan solo 294 kilómetros de altura y, por este motivo, quedaron pocos restos de la colisión en órbita. No obstante, el SM-3 puede alcanzar órbitas de hasta unos 600 kilómetros de altura. Actualmente EE UU está desarrollando junto con Japón el SM-3 Block IIA que podrá alcanzar cualquier satélite en LEO. El otro sistema con capacidad ASAT es el conjunto de lanzadores exoatmosférico GBI (Ground Based Interceptor) de la defensa contra misiles balísticos intercontinentales, consistente en 44 misiles desplegados en Alaska y California. Se desconocen las verdaderas capacidades ASAT de este sistema, pero se cree que podría alcanzar satélites situados en órbitas de hasta 6000 kilómetros de altura.


Prototipo de vehículo asesino exoatmosférico (KKV) estadounidense que se lanzó en 2001 para interceptar un misil balístico Minuteman. El KKV usa propulsión química y un sistema de guiado de cámaras infrarrojas para guiarse hasta su blanco (DoD).

Misil GBI antibalístico lanzado desde silo dotado de KKV que podría tener capacidad ASAT.

En cuanto a China, este país dispone de un vigoroso programa DA-ASAT destinado tanto a la órbita baja como a órbitas medias y geoestacionaria. El sistema para alcanzar blancos en LEO está basado en el misil SC-19, también conocido como DN-1 (Dong Neng 1 o 动能1号, «energía cinética» en mandarín), aunque ambas denominaciones no son oficiales. El misil SC-19 se ha probado en cinco o seis ocasiones entre 2005 y 2013. El 11 de enero de 2007 protagonizó el derribo del satélite meteorológico chino Fengyun 1C (FY-1C), un incidente que creó una nube de escombros en órbita baja que a día de hoy sigue siendo objeto de preocupación. Se especula con que el misil SC-19 está basado en el misil balístico de alcance medio DF-21 y que usa tecnologías desarrolladas para los lanzadores Kaituozhe. De hecho, es posible que el lanzador Kaituozhe 409 (KT-409) sea el misil SC-19. El SC-19 es capaz de alcanzar blancos situados en órbitas de hasta unos mil kilómetros de altura.


Misil de alcance medio DF-21 (Wikipedia).

Por otro lado, China también posee el misil DN-2 (Dong Neng 2 o动能2号) de gran alcance, capaz de destruir blancos en MEO y GEO. La primera y única prueba del DN-2 se realizó el 13 de mayo de 2013, aunque al año siguiente se llevó a cabo otra prueba ASAT que podría ser de un DN-1 (otras fuentes indican que fue un SC-19/DN-1). Se desconoce el estado real del desarrollo del misil DN-2. En 2015 se introdujo otro misil, el DN-3 o KO-09, pero no está claro si se trata de un sistema puramente ASAT o, más probablemente, un sistema contra misiles balísticos que también puede derribar satélites en LEO. Podría estar basado en el misil Kuaizhou 1 (KZ-1).


Recreación del diseño del misil SC-19 (globalsecurity.org).

Dejando a un lado los sistemas DA-ASAT, existen varios programas destinados a acercarse y a espiar satélites enemigos que bien podrían tener capacidad antisatélite. Rusia ha desarrollado en los últimos años los ‘satélites inspectores’ 14F50/14F153 destinados a espiar otros satélites en órbita baja y que podrían tener cierta capacidad ASAT. Recientemente, la pareja de inspectores Kosmos 2542 y Kosmos 2543 se han dedicado a vigilar el satélite estadounidense USA-245 (NROL-65), un satélite espía de reconocimiento óptico de tipo KH-11/CRYSTAL. De hecho, el comunicado del Pentágono indica que estos vehículos «se han comportado de forma similar a otros satélites rusos que han mostrado poseer las características de una arma espacial» y alerta que estas maniobras «serían interpretadas como irresponsables y potencialmente amenazantes en cualquier otro contexto». Que se sepa, EE UU no dispone hoy en día de un sistema de satélites inspectores en LEO como Rusia, pero no olvidemos que en 2003 y 2005 lanzó los satélites XSS-10 y XSS-11, destinados a probar tecnologías para acercarse y estudiar otros satélites. Otros experimentos de acercamiento a satélites en LEO estadounidenses han sido llevados a cabo por las misiones DART de la NASA o la pareja ASTRO y NEXTSat de DARPA.


Plataforma Karat 200 de NPO Lávochkin y su subsatélite. Se cree que los misteriosos Kosmos 2519/2521 y el Kosmos 2542/2543 están relacionados con este proyecto (NPO Lávochkin).

El Pentágono también se ha quejado reiteradamente de las «maniobras» del satélite ruso geoestacionario Luch (Olymp-K) lanzado el 27 de septiembre de 2014. Luch se ha acercado a varios satélites de comunicaciones occidentales en GEO, incluyendo los Intelsat 8, Intelsat 10, Eutelsat 10A, Eutelsat 28B, , Eutelsat 70B, Intelsat 901, Intelsat 905, Athena-Fidus, Intelsat 20 e Intelsat 36. No obstante, la condena de Washington a este respecto es llamativa porque EE UU dispone de cuatro satélites GSSAP (Geosynchronous Space Situational Awareness Program) lanzados entre 2014 y 2016, que se han aproximado casi diez kilómetros de distancia de varios satélites rusos (Ráduga-1M 2 y 1M3, Blagovest, Luch y Ekspress AM-8) y chinos (TJS-1, Paksat 1R y Nigcomsat 1R; estos dos últimos satélites son de propiedad de Pakistán y Nigeria, respectivamente, pero de construcción china).


Posible aspecto de los satélites GSSAP estadounidenses para espiar otros satélites en órbita geoestacionaria (Orbital ATK).

En abril de 2018 EE UU también desplegó un minisatélite en GEO llamado Mycroft (USA-285) que se dedicó primero a inspeccionar el USA-287 que lo puso en órbita y en 2019 se dirigió a investigar otro pequeño satélite geoestacionario estadounidense, el S5. El Pentágono también tiene en servicio los satélites Némesis (Pan y Clío), lanzados en 2009 y 2014, con el propósito de espiar las comunicaciones de satélites en GEO a gran distancia. En este sentido, China también ha estado jugando a este «pilla-pilla» en la órbita geoestacionaria. El 3 de noviembre de 2016 lanzó el Shijian 17 (SJ-17) que se ha acercado a varios satélites chinos geoestacionarios (ZX-5A, ZX-6A, ZX-20,ZX-1C o ZX-6B). Además, el 23 de diciembre de 2018 lanzó el Tongxin Jishu Shiyam (TJS-3), que ha desplegado un subsatélite en GEO.


Interceptor ASAT indio PDV Mk II (DRDO).

Como vemos, EE UU, Rusia, China e India disponen de capacidad de destruir satélites en órbita baja desde el suelo, aunque solo China parece que posee un sistema ASAT capaz de destruir directamente satélites situados en cualquier órbita. Por otro lado, EE UU, Rusia y China han lanzado satélites que posiblemente tengan algún tipo de capacidad ASAT o, como mínimo pueden espiar a otros satélites enemigos en órbita. Quizás son demasiados «experimentos» para un mundo en tensión.



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