2020-2030: la década de la exploración lunar
Por Daniel Marín
Mientras esperamos cómo afectará al programa Artemisa de la NASA el cambio de administración en Estados Unidos, lo que está claro es que los próximos diez años vamos a ver muchísimas misiones a la Luna por parte de prácticamente todas las agencias espaciales del planeta. Desgraciadamente, y aunque se han firmado múltiples acuerdos puntuales entre países de cara a explorar la Luna, la mayoría de estos esfuerzos se llevarán a cabo de forma independiente, con el consiguiente gasto de recursos. Los programas de exploración no tripulada de la Luna más estructurados son, en estos momentos, los de Estados Unidos y China. Muchos otros países tienen planes para mandar sondas espaciales, pero estos dos países destacan por el número de sondas, así como la variedad y lo ambicioso de sus misiones. Solo Estados Unidos mantiene oficialmente un proyecto tripulado lunar: el programa Artemisa. No obstante, Artemisa nació bajo la administración Trump y habrá que ver cómo se adapta a los gustos y preferencias del nuevo presidente Biden y las consecuencias de la pandemia del coronavirus.
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En esta década deberíamos ver el primer alunizaje tripulado desde 1972 de la mano del programa Artemisa de la NASA (NASA). |
Recordemos que Donald Trump y su vicepresidente Mike Pence decidieron priorizar la Luna sobre Marte, que hasta 2016 había sido el vago objetivo de la administración Obama. Obama intentó con todas sus fuerzas que el SLS y la nave Orión no se usasen en un programa lunar y, por este motivo, canceló los planes de la estación lunar Gateway y cualquier intento de viajar a la Luna con el SLS. En su lugar, propuso un viaje tripulado a Marte para más allá de 2030 —eso sí, sin destinar fondos para ello— y, a corto plazo, una misión de retorno de muestras de un asteroide para contentar al Congreso y darle alguna utilidad al SLS/Orión. Trump y Pence resucitaron la estación Gateway nada más llegar a la Casa Blanca y la convirtieron en una estación espacial internacional. A comienzos de 2019 anunciaron un primer alunizaje tripulado para 2028, una fecha que se adelantó a 2024 unos meses después. El programa fue bautizado como Artemisa (Artemis) en mayo del año pasado.
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La nave Orión se acopla a Gateway con los módulos I-Hab, HALO, PPE y ESPRIT (Thales Group). |
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Una vista de Artemis Base Camp con el hábitat FSH, el rover no presurizado LTV y el rover presurizado HMP (NASA). |
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Planes para el estudio de la Luna en los próximos diez años (ISECG). |
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Continuación de los planes para el estudio de la Luna en los próximos diez años (ISECG). |
A pesar de que ciertamente no se han destinado los fondos necesarios para hacer realidad el primer alunizaje en 2024, lo cierto es que Artemisa ha ganado ímpetu y es en estos momentos una iniciativa mucho más sólida. Nadie cree que sea posible poner una mujer en el polo sur de la Luna en 2024, pero 2028 o 2030 ya parecen fechas muy creíbles. Al mismo tiempo, se ha creado la iniciativa CLPS (Commercial Lunar Payload Services) para la exploración automática de la Luna. Si bien en un principio CLPS empezó sin mucha fuerza, el objetivo de la NASA es incentivar a la iniciativa privada para que pueda crear distintos módulos lunares que se puedan usar en misiones científicas y, a estas alturas, ya hay varias misiones programadas que incluyen cargas útiles de la NASA como el rover VIPER. La administración Biden seguramente decida continuar con CLPS más o menos como ahora, pero la parte del proyecto que está más en el aire —¿en la Luna?— es la estación Gateway, sobre todo después de que la NASA decidiese prescindir de la estación para la misión Artemisa III de 2024, el primer alunizaje del proyecto. Por otro lado, Gateway se ha convertido en estos años en un programa internacional, lo que dificultaría su cancelación sobremanera, pero tampoco sería la primera vez que la NASA deja colgados a sus socios extranjeros.
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Base lunar de SpaceX (SpaceX). |
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Propuesta no oficial de base tripulada china (Xinhua). |
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Las distintas fases de la exploración lunar en los próximos diez años (ISECG). |
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Tecnologías asociadas a la exploración lunar (ISECG). |
Por otra parte, China ha declarado su intención de llevar a cabo misiones tripuladas a nuestro satélite, pero no ha dado detalles oficiales sobre fechas concretas. Pese a todo, tiene planeadas cuatro misiones Chang’e en los próximos años, además de la Chang’e 4 que sigue funcionando junto a su rover Yutu 2 en la cara oculta. Estas misiones incluyen la Chang’e 5 y 6 de retorno de muestras y las Chang’e 7 y 8 para explorar el polo sur lunar con rovers y «saltadores» de cara a establecer una base automática en la zona antes de 2030. En estas misiones China contará con la colaboración de varios países europeos de forma independiente, especialmente Francia. Rusia también mantiene su propio programa de sondas, pero ha sufrido tantos retrasos y recortes que pocos creen que pueda realizarse completamente. Al menos las primeras tres sondas, Luna 25 a 27, progresan poco a poco y seguramente sean lanzadas sin problemas. Estas misiones cuentan con la colaboración de la ESA, especialmente la Luna 27, que llevará el taladro europeo Prospect para estudiar el hielo del polo sur lunar. Rusia ha buscado cooperar con China en su programa de exploración lunar, pero por ahora todos los intentos se han quedado en planes poco concretos o en iniciativas muy tibias que pasan por compartir estaciones de tierra, datos y telemetría.
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Elementos de la sonda Chang’e 7 (CNES/https://www.weibo.com/5616492130). |
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Sondas lunares rusas (NPO Lávochkin). |
Parecería que la ESA y JAXA carecen de un plan sólido de exploración lunar. Y es verdad, pero esto se debe principalmente a que ambas agencias ya destinan ingentes recursos al programa lunar Artemisa y a la estación Gateway de la NASA. La ESA fabrica el módulo de servicio de las naves Orión y se encargará de los módulos ESPRIT e I-Hab de Gateway. La agencia japonesa JAXA también participa en I-Hab, pero mantiene un programa de sondas lunares que, por el momento, pasa por el lanzamiento de la pequeña misión SLIM y una sonda más ambiciosa, LUPEX, realizada en colaboración con el ISRO de la India. Esta sonda, que incluirá un aterrizador y un rover para explorar el polo sur, será además la continuación de la malograda Vikram de Chandrayaan 2 del ISRO y su gemela Chandrayaan 3, que debe vengar a su hermana el año que viene. Los planes de sondas europeos pasan por el módulo lunar EL3, tanto en su versión de módulo lunar de carga para Artemisa como en proyectos concretos como la misión HERACLES, realizada en colaboración con Canadá y Japón.
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Rover y etapa de descenso de la misión conjunta entre Japón e India de 2023 (JAXA). |
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Módulo lunar europeo EL3 (Airbus). |
Todas estas misiones hacen que sea inevitable pensar que la Luna, y especialmente su polo sur, va a estar tan concurrida en los próximos años que no podemos descartar la posibilidad de algún conflicto de intereses entre varias misiones. Al fin y al cabo, la superficie útil de las «islas de la luz» del polo sur lunar es relativamente limitada.
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Selección de misiones lunares hasta 2023. |
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Más misiones lunares de 2023 a 2030. |
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