martes, 19 de octubre de 2021

El extraño caso del lanzamiento espacial chino que oficialmente nunca existió
Por Daniel Marín



El pasado 16 de octubre el diario Financial Times publicó una exclusiva según la cual el pasado mes de agosto China lanzó a la órbita baja una cabeza nuclear hipersónica que recorrió todo el globo antes de reentrar sobre territorio chino. El artículo cita como fuentes a los servicios de inteligencia de EEUU y afirma que el lanzamiento orbital tuvo lugar en agosto y que se empleó un cohete Larga Marcha CZ-2C. La noticia se ha hecho viral por multitud de razones, pero lo más interesante es que, de acuerdo con la exclusiva, estaríamos ante un lanzamiento espacial que nunca existió. Efectivamente, los únicos lanzamientos de cohetes CZ-2C en esas fechas tuvieron lugar el 19 de julio desde el centro espacial de Xichang y el 24 de agosto desde Jiuquan. Según el Financial Times (FT), esta misión secreta se llevó a cabo entre estos dos lanzamientos. Y esto es sumamente extraño, por decirlo suavemente. Una cosa es lanzar una carga secreta al espacio, algo que hacen con relativa frecuencia la mayoría de potencias espaciales, y otra muy distinta efectuar una misión orbital sin dejar rastro. Y con rastro no me refiero solo a burlar los sistemas de alerta temprana de Estados Unidos, sino los de otras naciones y organizaciones, además de las decenas de miles de testigos «armados» con smartphones que existen hoy en día en China y hacen casi imposible un escenario semejante. De hecho, es tan raro que no se conoce ningún otro caso similar.


Lanzamiento de un cohete CZ-2C el 24 de agosto de 2021 desde Jiuquan (Xinhua).


Para intentar resolver el enigma, volvamos al objetivo de esta supuesta misión. Según el FT, el propósito de la prueba era poner en órbita un vehículo de reentrada (RV) hipersónico, lo que comúnmente se conoce como «cabeza nuclear» (evidentemente, incluso si esta prueba tuvo lugar realmente, está claro que el vehículo no llevó un arma nuclear, pero la versión operativa se supone que sí podría). Sin embargo, la clave aquí no es el vehículo de reentrada hipersónico, sino que fue situado en órbita. Estados Unidos, Rusia y China llevan años desarrollando cabezas hipersónicas para sus misiles balísticos. El proyecto ruso Avangard es quizás el más famoso, pero entre 2014 y 2015 China lanzó seis prototipos de un arma semejante mediante cohetes CZ-2C que despegaron desde Taiyuan. Este vehículo hipersónico chino, conocido como DF-ZF, fue mostrado al público en 2019 como etapa superior del misil de alcance medio DF-17. La diferencia con el lanzamiento que comenta el FT es que todas las pruebas anteriores fueron suborbitales, como es lo lógico cuando se trata de vehículos de reentrada (la energía disipada en una reentrada orbital es muy superior a la de un vuelo balístico y, además, su trayectoria es muy diferente, así que tiene poco sentido testear RV en vuelos orbitales). Entonces, ¿para que querría China poner en órbita un vehículo de reentrada diseñado para misiles balísticos que solo pueden efectuar trayectorias suborbitales por definición?


Ojiva nuclear hipersónica Avangard (MOR).


Misil chino de alcance medio DF-17 con cabeza hipersónica DF-ZF (Xinhua).


La conclusión del artículo del FT es que China estaría ensayando un sistema equivalente al FOBS soviético de los años 60. Este dato es el que ha provocado que la noticia reciba una gran atención, aunque lo cierto es que hace que todo este asunto sea todavía más extraño. El sistema FOBS (Fractional Orbital Bombardment System) era un proyecto soviético que, básicamente, consistía en colocar cabezas nucleares en órbita. En caso de guerra nuclear, la URSS hubiera desorbitado estas cabezas sobre Estados Unidos siguiendo una trayectoria procedente desde el polo sur, que en aquella época era un «punto ciego» en las defensas estadounidenses. La Unión Soviética estaba rodeada de bases y países aliados de EEUU, así que la idea de «rodear» a su enemigo desde la órbita era muy atractiva para el Kremlin. Después de una competición entre las oficinas de diseño de Koroliov, Yangel y Cheloméi, el sistema FOBS sería desarrollado por Mijaíl Yangel. Entre 1965 y 1971 la URSS llevó a cabo 24 lanzamientos de misiles R-36orb (8K69) —sin armas nucleares— para poner a punto el concepto y en 18 de ellos se pusieron en órbita vehículos de reentrada. El sistema fue declarado operativo en 1968, pero durante los años 70 las presiones para cancelarlo aumentaron. Para entonces, las ventajas estratégicas del sistema FOBS se habían reducido significativamente, así que la URSS accedió a las presiones estadounidenses para eliminarlo. Las dos potencias acordaron su prohibición en el tratado de desarme SALT II de 1979 y la URSS desactivó FOBS totalmente en 1983 (un tratado que no vincula a China, por cierto).


Misil R-36Orb del sistema FOBS (KB Yuzhnoe).


Vehículos de reentrada del sistema FOBS soviético (KB Yuzhnoe).


Otra vista del misil DF-17 y la cabeza hipersónica DF-ZF (CCTV).


Desde 1979 hasta ahora ha llovido mucho y hoy FOBS tiene mucho menos sentido que en los años 60, más que nada porque los sistemas de alerta temprana de EEUU son muchísimo más potentes y sofisticados que los de antaño, tanto si se usan RV hipersónicos como si no. Por otro lado, el desarrollo de un sistema ofensivo de este tipo solo serviría como excusa para que Estados Unidos pueda presentar a China como una nación agresiva, aunque, evidentemente, las necesidades estratégicas y políticas que pueda tener Pekín para crear un sistema así quedan fuera del objetivo del análisis de este blog. Se ha argumentado que este sistema permitiría reducir la enorme diferencia en cabezas nucleares desplegadas por ambos países (EEUU tiene 3800 cabezas nucleares en servicio, mientras que China «solo» posee entre 270 y 350; la disparidad es simplemente abismal), pero, como decíamos, dejemos las posibles motivaciones políticas o militares a un lado.


Proyecto de CASC de un avión espacial suborbital. Se desconoce si tiene alguna relación con el lanzamiento del 16 de julio de 2021 (CASC).


El asunto es que sigue sin haber pruebas de este misterioso lanzamiento. Si realmente sucedió, además de los testigos locales —en el caso de que se lanzase desde Taiyuan, como las otras seis pruebas anteriores de cabezas hipersónicas, tuvo que haber mucha gente que lo viese—, también hubiese dejado en órbita la segunda etapa y, quizá, otros restos, pero no se ha catalogado nada de nada. Llegados a este punto, lo único que tiene sentido es que la información del FT no sea totalmente correcta (que sea falsa es otra opción, obviamente) y que, en realidad, se trate de otro lanzamiento mediante otro cohete. El sospechoso principal es el lanzamiento suborbital del 16 de julio en el que, supuestamente, se llevó a cabo una prueba de un avión espacial, en concreto, la primera etapa de un sistema de lanzamiento espacial reutilizable. Se creía que el lanzamiento, que parece que se efectuó desde Jiuquan, fue suborbital y que la nave alada aterrizó en una pista de la región autónoma de Mongolia Interior situada a unos 200 kilómetros de distancia. Pero, ¿y si el lanzamiento no fue suborbital? Quizás el prototipo de nave alada china alcanzó la órbita y aterrizó en Mongolia Interior una revolución más tarde. Eso explicaría la tesis del FT de que China puso en órbita un vehículo hipersónico. Recordemos que en septiembre de 2020 China lanzó a la órbita una nave reutilizable —apodada «el X-37B chino»— desde Jiuquan mediante un CZ-2F que aterrizó dos días después en una pista situada en la zona de Lop Nur.


Plan de tres fases de CASC para desarrollar un sistema de lanzamiento de dos etapas. El lanzamiento del 16 de julio pudo ser el de la primera etapa (TSTO) (CASC)

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Recreación de la nave reutilizable lanzada en septiembre de 2020 y que podría ser la segunda etapa del sistema reutilizable (9ifly)


El «X-37B chino» tras aterrizar en septiembre de 2020 después de una misión de dos días en órbita (Planet Labs/NPR).


De hecho, esto es lo que parece implicar el gobierno chino con sus últimas declaraciones, en las que afirma que el suceso que relata el Financial Times fue en realidad la prueba de un vehículo espacial reutilizable y que no tiene nada que ver con un misil. De ser así —las declaraciones también podrían ser falsas, lógicamente—, nos podríamos olvidar de escenarios apocalípticos con FOBS chinos y otros cuentos de terror. Pero, a cambio, surgen nuevas dudas. Primero, si realmente el lanzamiento que menciona el FT se trató de la prueba del 16 de julio, eso significa que este medio se ha confundido en casi un mes con las fechas, por lo que es muy probable que otros elementos de la historia sean incorrectos. Más llamativa es la posibilidad de que la nave reutilizable china haya efectuado una misión orbital, porque volveríamos a estar ante una misión orbital de la que nadie tuvo constancia en su momento. De ser así, puede que no se tratase de la primera etapa del sistema, como se suponía, sino de la segunda (a lo mejor relacionada, o no, con el lanzamiento del 20 de septiembre de 2020). En cualquier caso, la naturaleza y característica de este vehículo alado chino reutilizable sigue siendo un absoluto misterio.


Maqueta del sistema Tengyun TSTO de CASIC (CASIC).


Puesto que el artículo del FT comenta que la cabeza hipersónica se desvió del blanco en varios kilómetros, también es posible que el gobierno chino haga referencia a otra prueba diferente de la del 16 de julio, aunque esto es mucho menos probable porque las autoridades chinas han dejado claro que el lanzamiento misterioso se efectuó en julio, no en agosto. Por otro lado, si es cierto que se trató de la prueba de un sistema espacial reutilizable y no de un equivalente chino de FOBS, China podría sentirse presionada a revelar más detalles de este proyecto para «limpiar su imagen». Como suele ocurrir con estas cosas, el tiempo dirá qué ha pasado realmente.



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