viernes, 4 de febrero de 2022

Shijian 21: el misterioso remolcador geoestacionario chino
Por Daniel Marín



El 24 de octubre de 2021 a las 01:27 UTC despegaba desde el centro espacial de Xichang un cohete Larga Marcha CZ-3B/G2 (长征三号乙) con el satélite Shijian 21 (SJ-21 o 实践二十一号卫星). En su momento, los medios chinos informaron de que se trataba de un satélite experimental destinado a validar tecnologías para eliminar residuos orbitales. Sin embargo, no se dio más información sobre las características del satélite, algo que tampoco extrañó demasiado teniendo en cuenta que la serie Shijian se ha usado en el pasado para todo tipo de proyectos relativamente secretos —no necesariamente militares—, sin relación entre ellos. Eso sí, de acuerdo con varios medios estadounidenses que citaban fuentes del Pentágono, el Shijian 21 disponía de un brazo robot capaz de capturar y destruir satélites enemigos —o sea, de EE UU—, aunque no se aportaron pruebas que sustentasen esas afirmaciones.


Lanzamiento del Shijian 21 en octubre de 2021 (CGTN).


Debido al tipo de lanzador empleado, se esperaba que el Shijian 21 se dirigiese a la órbita geoestacionaria (GEO) y, efectivamente, así fue (también sabemos que, al utilizarse un CZ-3B, la masa del SJ-21 no debe superar las 5,5 toneladas). Las cosas comenzaron a ponerse interesantes el 1 de noviembre, cuando el Pentágono anunció que el Shijian 21 había soltado un subsatélite en la órbita geoestacionaria que recibió la denominación 2021-094C. Las autoridades chinas no mencionaron el incidente, aunque se especuló con que podía tratarse del motor de apogeo del satélite. Estos motores se usan para pasar un satélite desde la órbita de transferencia geoestacionaria (GTO), elíptica, a GEO, circular, pero no es nada habitual desprenderse de ellos de esta manera. ¿Podría tratarse de otro satélite destinado a poner a prueba esas técnicas de «eliminación de residuos orbitales» anunciadas por las autoridades chinas? Efectivamente, no se trataba de un resto inerte, ya que durante cerca de dos semanas el SJ-21 y su subsatélite mantuvieron una separación constante de 60 kilómetros. Luego, el 15 de noviembre, el SJ-21 se acercó a su subsatélite, permaneciendo varias semanas a 5 kilómetros de distancia. Posteriormente, los dos satélites realizaron varias maniobras los días 15 y 24 de diciembre.


Aproximación del SJ-21 al Beidou-2 G2 (ExoAnalytic Solutions).


El Shijian 21 desapareció de las noticias hasta que hace unos días la empresa ExoAnalytic Solutions hizo públicos los datos del seguimiento de este satélite mediante una red de telescopios terrestres (los resultados se pueden ver en este vídeo). Y parece ser que el SJ-21 no ha estado ocioso, precisamente. El 25 de diciembre el SJ-21 completó una maniobra que lo alejó de su subsatélite y comenzó a acercarse al Beidou-2 G2 (Compass-2 G2), un satélite chino del sistema de posicionamiento Beidou lanzado el 14 de abril de 2009 que estaba totalmente inactivo desde 2010 y que se hallaba en la longitud 99º este (todo apunta a que el subsatélite era un objetivo para practicar las maniobras de aproximación que el SJ-21 llevaría a cabo más adelante con el Beidou). Tras situarse el 27 de diciembre en una órbita geosíncrona de 35340 x 36100 kilómetros y 8,2º de inclinación, el SJ-21 se fue acercando a su presa. Por fin, el 21 o el 22 de enero las maniobras del SJ-21 concluyeron con el acoplamiento o captura del Beidou-2 G2 sobre la vertical del océano Índico. Inmediatamente después, el SJ-21 realizó varias maniobras para alejarse, aumentando su perigeo casi 3000 kilómetros por encima de GEO. Además, el SJ-21 y el Beidou comenzaron a desplazarse hacia el oeste en la órbita geoestacionaria a una velocidad angular de 22º al día. Cuando el SJ-21 fue descubierto otra vez el 25 de enero, ya se encontraba en una órbita de 36000 x 38900 kilómetros. El 26 de enero el SJ-21 soltó al Beidou en esta nueva órbita cementerio y regresó a GEO (en una órbita de 35280 x 36150 kilómetros).


El Intelsat 901 visto desde el MEV-1 con la Tierra al fondo antes del acoplamiento (Northrop Grumman).


El Shijian 21 no es el primer satélite que se acopla a otro en GEO, ya que ese honor le corresponde al MEV-1 (Mission Extension Vehicle 1) de Northrop Grumman, que el 25 de febrero de 2020 se acopló con el Intelsat 901 para extender su vida útil. La diferencia es que el Intelsat 901 es un satélite activo —aunque retirado del servicio—, mientras que el Beidou-2 G2 era un satélite totalmente inactivo —quizá incluso fragmentado—. Por otro lado, el Shijian 21 hasta el momento ha hecho honor a su misión oficial y ha sido empleado para retirar basura espacial de GEO. Se desconoce cómo ha capturado el Shijian 21 a su presa. Podría disponer de un brazo robot, como ha sugerido el Pentágono, o quizá tenga un sistema de acoplamiento para la tobera, como el MEV-1. Incluso se ha propuesto que podría haber empleado una red, ya que este sistema es el que aparece en el emblema de la misión (aunque prácticamente todo el mundo ha dado por sentado que se trataba de una simple licencia artística).


Prototipo de satélite chino comercial de SAST para ampliar la vida útil de otros satélites, como los MEV de EE UU. Se ha propuesto que los Shijian 17 y 21 podrían tener brazos robot de este tipo, aunque no hay pruebas al respecto (Weibo).


Sea como sea, las maniobras del Shijian 21 han puesto nerviosos a los EE UU, que ya han hablado de una posible capacidad ofensiva de este satélite, lo que no deja de ser paradójico si tenemos en cuenta que si hay una nación que pueda sentirse agraviada en este sentido es, precisamente, China. En los últimos años, se han sucedido las persecuciones de satélites entre rusos, chinos y estadounidenses en órbita geoestacionaria. Pero uno de los últimos incidentes ha sido el espionaje del satélite de comunicaciones chino Shijian 20 por parte del satélite espía estadounidense GSSAP-4 y, más recientemente, hemos conocido que el GSSAP-3 se ha acercado a la pareja de satélites chinos Shiyan 12-01 y 12-02, lanzados en diciembre de 2021 (precisamente, el 21 de enero de 2022 el Pentágono lanzó los satélites espías GSSAP-5 y 6 para continuar vigilando satélites rusos y chinos en GEO).


Brazo robot del Shiyan 7, que se usó en 2013 para acoplarse con un subsatélite (Weibo).


Aunque el Shijian 21 es el primer satélite que ha servido para retirar un satélite «muerto» de la órbita geoestacionaria, en 2016 China lanzó el Shijian 17, también destinado a estudiar técnicas de reducción de la basura espacial y que maniobró cerca de los satélites Zhongxin 5A, Zhongxin 6A y Zhongxin 1C. Según comunicó el Pentágono el pasado abril, el Shijian 17 estaría equipado con un brazo robot, puede que similar al del Shijian 21. En diciembre de 2018 se lanzó el TJS-3 (Tongxin Jishu Shiyan 3), que desplegó un subsatélite en GEO, como el Shijian 21. Además, ya en 2010 el Shijian 12 se acopló con el Shijian 6F en órbita baja, mientras que en 2013 el Shijian 15 también fue lanzado para vigilar la basura espacial en LEO y se sabe que se acercó a los satélites Chuangxin 3 y Shijian 7 (no confundir la serie Shijian, 实践, ‘práctica’ en mandarín, con la serie Shiyan, 经验, ‘experimento’). Precisamente, ese mismo año el Shiyan 7 se acopló con un subsatélite desplegado previamente usando un brazo robot. El Shiyan 7 también trabajó conjuntamente con el Shijian 15 para practicar técnicas de aproximación en órbita baja, aunque los detalles de estas pruebas siguen siendo secretos. El brazo robot del Shiyan 7 es el único documentado y se desconoce si existe alguna relación con el que pudiera llevar el Shijian 17 y o el Shijian 21. En todo caso, y más allá de las posibles aplicaciones militares de estos satélites, vamos a quedarnos con lo positivo: hoy tenemos menos basura espacial en la órbita geoestacionaria que hace un mes.


Emblema de la misión Shijian 21 (Weibo).




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