martes, 3 de septiembre de 2024

Tras prohibir X, ahora la justicia brasileña apunta contra Starlink
Tras prohibir la red social X, ahora las autoridades brasileñas analizan sancionar a la empresa de internet satelital Starlink.



La semana pasada, como consecuencia de no contar con un representante legal en Brasil (además de permitir la publicación de mensajes de odio), el juez Alexandre de Moraes suspendió la red social X.

Pero ahora, es Starlink la empresa apuntada por Moraes, ya que Elon Musk se negó a obedecer la orden de que todos los proveedores de Internet deben bloquear el acceso doméstico a X.

Por ello, un alto funcionario del regulador de telecomunicaciones Anatel adelantó que las sanciones contra Starlink por incumplimiento podrían incluir la revocación de su licencia para operar en Brasil.


Elon Musk no da el brazo a torcer

Específicamente, el comisionado de Anatel, Artur Coimbra, explicó que el regulador está inspeccionando a todos los operadores de telecomunicaciones brasileños para asegurarse de que hayan cerrado la plataforma de mensajería X.

Pero, según Coimbra, Starlink es la única compañía que le ha dicho a Anatel que no cumplirá con el fallo de Moraes.

Cabe recordar que la justicia brasileña ya congeló las cuentas de Starlink porque tampoco posee un representante legal en Brasil.

En este sentido, Starlink le dijo a Anatel que se negaba a retirar a X de su servicio hasta que se levantara la congelación de sus cuentas bancarias.

X fue eliminado para la mayoría de los brasileños en las primeras horas del sábado tras la decisión de Moraes, aunque algunas personas continuaron accediendo a la red social través de VPN y otros medios.

Brasil es el sexto mercado más grande de X a nivel mundial, con alrededor de 21,5 millones de usuarios.



Las Fuerzas Armadas brasileñas alertan de los efectos del bloqueo judicial a la red de satélites Starlink de Elon Musk
por Javier Bonilla



El conflicto entre el Supremo Tribunal Federal de Brasil y Elon Mask a cuenta de la red X, que ha sido vetada en el país, complicaría de extenderse a la red satelital Starlink enormemente las operaciones del Ejército y la Marina de Brasil especialmente.

Starlink tiene casi 216.000 usuarios en Brasil, buena parte de ellos entre las Fuerzas Armadas, de Seguridad, entidades estratégicas, ambientales, de Defensa Civil, universidades e institutos de investigación científica, adheridos a la Red Nacional de Investigación, inclusive buques hospitales universitarios o aquellos militares destacados en la Amazonia y el Pantanal.

La red ha sido contratada por la Marina brasileña para servir de enlace a diversos navíos, entre ellos su buque insignia, el A-140 Navío Aeródromo Multipropósito Atlántico, con capacidad para 18 helicópteros y 40 vehículos.

El Ejército afirmó el 6 de junio que el incumplimiento del contrato con Starlink, la empresa de Internet por satélite de Elon Musk, podría causar “daños al empleo estratégico de tropas especializadas" en un documento remitido por el Ministerio de Defensa al Parlamento. El jefe de Estado Mayor del Ejército, general de división Márcio de Souza Nunes Ribeiro, explicó que:

"Este Sistema se utiliza en operaciones, en Acciones Cívicas Sociales, en capacitaciones, entre otras actividades. El contrato se justifica por la facilidad, flexibilidad y rapidez que brindan los equipos Starlink para el establecimiento de enlaces de Comando y Control, brindando la debida preparación estratégica a ese Gran Mando Operacional para ser utilizado en todo el territorio nacional. Se entiende que, ante una posible cancelación de un contrato con la citada empresa, se puede perjudicar el empleo estratégico de tropas especializadas, toda vez que las capacidades entregadas por la empresa proporcionan, entre otros factores, redundancia operativa, alta confiabilidad, velocidad de instalación, altas velocidades de ancho de banda, cobertura de grandes distancias prácticamente sin interferencias del terreno o condiciones atmosféricas, así como uso en lugares sin infraestructura alguna."

Esto confirma que el Ejército brasileño depende, incluso en las operaciones de mando y control, del proveedor de tecnología que ahora podría desconectarse por orden del juez Alexandre de Moraes, causando "daños al empleo estratégico de tropas especializadas".

La Marina de Brasil, por su parte, describió diez contratos cerrados con Starlink, que proporciona internet al Velero Escuela Cisne Branco, la fragata Liberal, el Grupo de Patrulla Naval del Norte, el Grupo de Patrulla Naval del Sureste, el patrullero Babitonga, el buque polar Almirante Maximiano, el buque de apoyo oceanográfico Ary Rongel y el aludido Navío Aeródromo Atlântico.

Consultada para responder sobre el daño que causaría la cancelación de los contratos, las autoridades Navales afirmaron respecto al Grupo de Patrulla Naval del Sureste que la capacidad de mantener comunicaciones satelitales forma parte de los Requisitos Mínimos de Comunicaciones del Navío, con el objetivo de enviar comunicaciones en tiempo real, por voz o datos, esenciales para la gestión de acciones emprendidas a favor de la salvaguarda de la vida humana en el mar o para la respuesta a situaciones de crisis.

Se verían afectados el Grupo Sudeste, responsable de monitorear la costa de Paraná y São Paulo, patrulla la Cuenca de Santos, donde se encuentran muy importantes yacimientos de gas y petróleo del presal, y combate el narcotráfico y los robos de embarcaciones. El Grupo Norte, con sede en Belém, tiene como una de sus funciones, además de patrullar la costa, combatir la pesca depredadora en aguas territoriales brasileñas, en colaboración con la entidad ambiental IBAMA.

El principal esfuerzo se ha dirigido contra la pesca depredadora de especies que tienen su origen natural en la región estuarina de los ríos Pará y Amazonas, entre las que se destacan el bagre y otros. Los servicios Starlink, según los documentos, se brindan a las patrulleras Maracaná y Babitonga en el Sudeste y a la Bracuí en el Norte.

Es habitual que las comunicaciones militares estén cifradas, aunque el operador del satélite puede tener acceso a la ubicación de los barcos que utilizan sus servicios.

Los contratos citados por la Marina implican la instalación de antenas en barcos y una tarifa mensual por servicios de Internet de alrededor de 50.000 dólares mensuales, y otros 40.000 para el NAM Atlântico.

A nivel naval, el corte abrupto de los servicios prestados por Starlink resultaría en "degradación de la capacidad de información meteorológica y logística”. Además, podría “comprometer la seguridad de la navegación” y obligaría a buscar “soluciones más caras”. La Marina citó potenciales e importantes "pérdidas en operaciones de rescate y salvamento."

A su vez, en una suerte de provocativa respuesta a la inquietud militar, el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) comenzó a investigar la supuesta " ilegalidad" de ciertos contratos, a través del directorio de AudContratações, unidad del TCU especializada en contratos públicos.

El órgano ya examina un proceso iniciado por el Ministerio Público ante el TCU, que cuestiona el posible rumbo de una licitación a Starlink, para servicios de telecomunicaciones satelitales en la Amazonia. Aducen que los requisitos de la licitación del Ejército favorecieron a Starlink.

Se solicitó así al Comando Militar de la Amazonia que comentara las justificaciones técnicas para prestar el servicio. El citado Comando que ya envió sus respuestas, que fueron re enviadas a la especializada AudContratações para su análisis reservado.

Al mismo tiempo, abundan y aumentan severos cuestionamientos y dudas sobre el fundamento jurídico de esta y otras decisiones del Ministro del Supremo Tribunal de Moraes. Se estima que, si se demuestra que la decisión fue tomada sin base legal y como resultado de represalias personales contra Elon Musk, esto podría constituir un delito penal. Este episodio podría reforzar los motivos de un posible juicio político al controvertido magistrado, el cual ya proponen cerca de 140 diputados.

Mientras se intensifica el debate jurídico, estratégico y político, las Fuerzas Armadas de Brasil esperan una resolución que permita la continuidad de sus operaciones estratégicas sin comprometer su funcionamiento.

A nivel de Defensa Civil, tras las recientes inundaciones en Río Grande do Sul, Elon Musk, propietario de Starlink, donaba cientos de antenas satelitales a este Estado, las cuales están funcionando actualmente.

La empresa anunció que, a pesar del serio conflicto que mantiene en Brasil, es su intención brindar gratuitamente sus servicios mientras dure el diferendo con el juez De Moraes. Respecto a la red X, fue desconectada de Brasil a las 20.15 del pasado viernes y el magistrado anunció una multa de 9.000 dolares para todo aquel que se vinculase a la misma mediante VPN. 



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