14 de Agosto de 2009
Haciendo las cosas bien, a Mendoza le sobrará energía en el futuro
La región de Cuyo es altamente privilegiada para la generación de energías alternativas a partir de la luz solar. El cambio de matriz energética, en el mundo, será pronto, drástico y duradero. Las razones del beneficio son poderosas: el petróleo se acaba y el viento y el sol, por algunos millones de años, seguramente no y son más sanos y baratos. Ya deberíamos estar trabajando duro para encabezar el cambio.
El “Toro” Martínez es famoso en el mundo del rock porque es, precisamente, uno de los sonidistas más reputados del ambiente. ¿Con quiénes trabajó? Pues, con todos, aunque especialmente con Luis Alberto Spinetta y Los Redonditos de Ricota. “Puse sonido durante treinta años y laburé con todos, no me quedó ninguno”, dice él, que ya acumula 57 pirulos.
Junto a su socio histórico, Juan Segura (especializado en escenarios), un buen día decidieron iniciar un proyecto alternativo a los cables y la electricidad y, justamente, apuntaron a las energías alternativas y de esto nos ocuparemos hoy, a partir de sus consideraciones.
Hoy, el mundo del “Toro” y de Juan giran como las aspas de un molino en torno a las maneras de conseguir energía sin dañar el ambiente y con un concepto de sustentabilidad que durará mientras dure el sol y los vientos planetarios: “La primera vez que vi un molino de viento se me voló la cabeza. Y me puse a construir mi vehículo, que es un ‘demo’ de lo que hacemos con nuestra empresa, si bien el motor aún no funciona con biodiesel. De paso nos sirve para trasladarnos hasta los lugares donde trabajamos. Yo lo comparo con vender libros a domicilio: ven el vehículo y pueden tocarlo y yo puedo probarles cómo funcionan las energías alternativas”, explica el “Toro”.
Junto a su socio histórico, Juan Segura (especializado en escenarios), un buen día decidieron iniciar un proyecto alternativo a los cables y la electricidad y, justamente, apuntaron a las energías alternativas y de esto nos ocuparemos hoy, a partir de sus consideraciones.
Hoy, el mundo del “Toro” y de Juan giran como las aspas de un molino en torno a las maneras de conseguir energía sin dañar el ambiente y con un concepto de sustentabilidad que durará mientras dure el sol y los vientos planetarios: “La primera vez que vi un molino de viento se me voló la cabeza. Y me puse a construir mi vehículo, que es un ‘demo’ de lo que hacemos con nuestra empresa, si bien el motor aún no funciona con biodiesel. De paso nos sirve para trasladarnos hasta los lugares donde trabajamos. Yo lo comparo con vender libros a domicilio: ven el vehículo y pueden tocarlo y yo puedo probarles cómo funcionan las energías alternativas”, explica el “Toro”.
El vehículo en cuestión es una camioneta Ford 350 Canadiense, de doble cabina, con un camper de casa rodante encima y que puede ser separado del vehículo, pues se apoya en estructuras semejantes –claro– a las de los escenarios para recitales.
La tarea del “Toro” es instalar energía donde no la hay, para gente que no la tiene: “Te aclaro: no somos la Madre Teresa, pero nuestra tarea tiene un trasfondo social”, evalúa.
Las propuestas energéticas, que serán lo habitual dentro de pocos años, se centran en dos fuentes: el sol y el viento. “Mendoza es netamente solar. Acá hay poco viento y el que hay no sirve. En contraste, Mendoza es diáfana para la instalación de paneles”, refiere.
Ya mismo hagamos una aclaración importante: los paneles solares no trabajan con el calor del sol, sino con la luz del sol. “El sol a ciertas horas genera en Mendoza 1000 watts por metro cuadrado y nosotros podemos tomar apenas 100 watts, pero esto para un hogar es muchísimo. A Mendoza, la tierra del sol, le sobrarán recursos energéticos en el futuro”, promete, esperanzador, el entrevistado.
La tarea del “Toro” es instalar energía donde no la hay, para gente que no la tiene: “Te aclaro: no somos la Madre Teresa, pero nuestra tarea tiene un trasfondo social”, evalúa.
Las propuestas energéticas, que serán lo habitual dentro de pocos años, se centran en dos fuentes: el sol y el viento. “Mendoza es netamente solar. Acá hay poco viento y el que hay no sirve. En contraste, Mendoza es diáfana para la instalación de paneles”, refiere.
Ya mismo hagamos una aclaración importante: los paneles solares no trabajan con el calor del sol, sino con la luz del sol. “El sol a ciertas horas genera en Mendoza 1000 watts por metro cuadrado y nosotros podemos tomar apenas 100 watts, pero esto para un hogar es muchísimo. A Mendoza, la tierra del sol, le sobrarán recursos energéticos en el futuro”, promete, esperanzador, el entrevistado.
“Por eso, no hay que hablar de ‘paneles solares’, sino de paneles fotovoltaicos. Son paneles que sirven para tomar voltajes de la luz del sol”, nos cuenta.
En cuanto a precios, son altos: un matrimonio con tres hijos que vive en un puesto en el desierto o en la montaña, que desea tener energía alternativa, tiene que pensar en unos $25.000, para que funcionen con normalidad heladeras, luz y televisión.
No obstante, aquí parece estar el futuro del mundo. Recientemente, Europa compró 20.000 kilómetros cuadrados en Marruecos, África, para la instalación de paneles. Y es que la reconversión energética apunta a ser un proceso que, sí o sí, se dará prontamente en la humanidad.
Las razones son poderosas: el petróleo se acaba y el viento y el sol, por algunos millones de años, seguramente no y, a la vez, son más sanos y baratos. A tal punto llega la situación que, aquellos que ahora se estén comprando un 0 kilómetro y sean cuidadosos con su auto, tal vez estén ante el último vehículo de este tipo que adquirirán.
El “Toro” es más directo: “Mirá, los que se asocian al petróleo, están hasta las pelotas”.
Ante el panorama, nuestro país es altamente privilegiado: por el sol, por los vientos, por la extensión de su territorio y la poca cantidad de gente que lo habita. “Estamos recontrasobrados con el viento de la Patagonia y el sol de Cuyo”, ilustra Martínez.
Para darnos otra idea del tremendo poder del sol cuyano, digamos también que la energía que genera el viento es del orden del 2% de aquella que el sol puede generar. Reflexiona el “Toro”: “Y lo mágico es que usás algo que no gasta nada, que no perjudica, no impacta. Es una excelente manera de volver a la etapa previa a la Revolución Industrial, pero ahora usando energías sanas”.
Finalmente, deja una comparación relacionada con su etapa de sonidista top: “Hacer que les funcionen los aparatos a unos puesteros de Lavalle es tan importante y semejante a hacer que funcione la energía en un estadio de fútbol cuando están por subir Los Redonditos de Ricota a escena. En los dos casos, la cosa tiene que andar”, finaliza.
Para mayor información: “Toro” Martínez: toro_martínez@yahoo.com.ar
Fuente: MDZ Online
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