Creatividad y talento
Estudiantes de San Rafael, con ingenio y chances de ganar el premio Presidente
Son del colegio Reynaldo Merín. Idearon una cama automatizada para hospital.
lunes, 17 de agosto de 2009

Recorriendo las instalaciones del hospital Schestakow, los alumnos del colegio Reynaldo Merín vieron las dificultades que debían enfrentar los enfermos que no tenían quien los cuidara. De regreso al aula, se plantearon diseñar una cama automatizada que, mediante un control manual, pudiese ser maniobrada por el mismo paciente.
Lo hicieron para aprobar la materia, pero gracias al proyecto se convirtieron en los únicos alumnos mendocinos en llegar a la final del premio Presidente 2009.
“La cama será de mucha utilidad. Tengo un amigo que está internado hace tiempo y no tiene parientes o amigos para que lo acompañen durante todo el día. Además, también les facilitaría la tarea a los enfermeros”, comenta Santiago Ayesa, autor del proyecto finalista, junto a Jonathan Valenzuela, Matías Ojeda, Matías Falcone y Ezequiel Carmona.
Los cinco alumnos cursan el 6to año en el secundario de San Rafael y la iniciativa surgió en la materia Proyecto de Bienes y Servicios.
Que la escuela sea un trampolín para lograr mejoras en la comunidad es el lema del premio Escuela Solidaria, del que participaron unos cuatro mil trabajos en todo el país. Mendoza presentó 540 proyectos y logró un puesto en la final con la escuela Merín y tres menciones: la escuela Juan José Viamonte de Maipú, la Mercedes Segura de San Rafael y la Constantino Spagnolo de Junín.
Alumnos y docentes de las cuatro escuelas viajarán a Buenos Aires para capacitarse en 'Escuela y comunidad' con especialistas internacionales. En octubre, los alumnos seleccionados deberán convertirse en multiplicadores de esos contenidos. Por ser la única semifinalista mendocina, sólo la Reynaldo Merín tiene chance de quedarse con los 7 mil pesos que conlleva el premio Presidente.
La plata será más que suficiente, pues los jóvenes sanrafaelinos consideran que necesitan unos 3 mil pesos para armar su cama especial. “Hemos reemplazado las manivelas por motores, a fin de que -a través de un comando de control- se logren los movimientos de la cama”, explicó Santiago, quien aclaró que ahora deben empezar la etapa de desarrollo en el taller.
Si la 'Automatización de la cama de un hospital' resulta la idea ganadora, esta sería la segunda vez que el colegio Merin obtiene el premio Presidente. Ya se quedó con él en el 2000, cuando sus alumnos propusieron confeccionar sillas de ruedas automatizadas para gente de bajos recursos.
“El vínculo de la escuela con la comunidad es muy fuerte y está trabajado desde el PEI (programa educativo institucional). El compromiso va más allá de ganar o no un premio. Los chicos hasta hoy siguen construyendo sillas. Trabajan en conjunto con la obra social, con la cooperadora del hospital Schestakow y con otras organizaciones”, expuso la directora Viviana Tortosa.
El bucear por las necesidades de la comunidad fue, esta vez, una propuesta del profesor Dante Berdugo, quien les pidió a los chicos que realizaran un relevamiento de la problemática hospitalaria. “Una de las conclusiones de los alumnos fue que había una superpoblación de enfermos que se enfrentaba a la falta de personal de enfermería. En ese contexto, esta cama especial le permitiría cierta independencia al paciente”, explicó Tortosa.
María Eugenia Carbonari, titular de la DOAP (Dirección de Orientación y Apoyo Pedagógico) de la Dirección General de Escuelas, manifestó que estos proyectos hacen que los chicos aprendan a vivir en sociedad. La funcionaria destacó la cantidad de colegios que participaron con entusiasmo del certamen y el alto nivel de las presentaciones mendocinas.
Gisela Manoni - gmanoni@losandes.com.ar
Otras instituciones premiadas
Muchas escuelas mendocinas demuestran a diario que no todo se aprende dentro del aula. Los alumnos de la secundaria de Junín descubrieron que podían aplicar los saberes capacitando a chicos de otra escuela rural. En el colegio Viamonte, de Maipú, aplicaron los contenidos de medio ambiente para idear una forma de evitar que la gente queme hojas en otoño.
La solidaridad parece ser una materia más en la escuela Spagnolo. Si bien los estudiantes ahora ganaron una mención por su proyecto de capacitar en informática a los chicos de una escuela de Algarrobo Grande; tienen en el haber muchas otras iniciativas. Por ejemplo, en Turismo armaron recorridos guiados por el centro de Junín para escuelas rurales. Ahora están planeando charlas sobre riesgo sísmico para darlas en otra institución.
“Recibimos computadoras en desuso y los chicos propusieron arreglarlas para capacitar en técnicas informáticas a los alumnos del colegio primario Serpes”, contó el profesor Carlos González. Él es el promotor de estas gestiones, porque asegura que sirven para que los estudiantes se den cuenta que pueden aplicar lo aprendido y se involucren con otras realidades.
Una charla del Inta fue la que encendió la luz de alarma en la escuela Viamonte de Tres Esquina en el '97. La quema de hojas y la obstrucción de acequias por éstas era uno de los problemas ambientales más fuertes en ese pueblo.
“Desde entonces, los alumnos de esa institución trabajan para concientizar a los vecinos que deben embolsar las hojas o utilizarlas como fertilizando o compost”, contó el profesor de Educación Física, Raúl Frías.
Gracias a su accionar, la Municipalidad comenzó a recolectar tantas hojas que debió comprar un camión compactador.
Fuente: Los Andes Online
No hay comentarios:
Publicar un comentario