miércoles, 5 de agosto de 2009

Patrimonio

Encontraron el acta fundacional de la iglesia San Juan Bosco

Ocurrió durante las reformas que se ejecutan en el altar. Estaba dentro de un tubo metálico oxidado. Una copia en microfilm volverá a ser enterrada en el presbiterio.

miércoles, 05 de agosto de 2009

El manuscrito. En letra fina y delicada aporta datos de la inauguración.

Como casual y emocionante fue calificado el reciente descubrimiento del acta fundacional del templo San Juan Bosco, en la esquina de calles Córdoba y Rioja, de ciudad.

El edificio religioso, en la amplia manzana donde se ubica también el colegio salesiano, está siendo sometido a reformas estructurales en el área del altar, luego de haberse restaurado el año pasado los murales laterales del artista Salvino Spinnato y las pinturas de la pequeña capilla de María Auxiliadora.

Hace algunas semanas, operarios de la empresa Motta Arquitectos, a cargo del actual emprendimiento, comenzaron a intervenir el sector del presbiterio, que contiene al altar mayor para la celebración de la Eucaristía.

Cuando se lo construyó aún regía otra forma de dar misa -mayor solemnidad, el oficiante eventualmente de espalda a los fieles-, entre otras variantes, y cuando se habiliten las reformas actuales la relación entre sacerdote y feligreses será directa, como prevén las disposiciones en vigencia de la Iglesia. También los religiosos más ancianos dispondrán de un mejor acceso a ese sitio.

Empeñados en las tareas, los trabajadores que avanzaban con martillos eléctricos y otras herramientas descubrieron hace una semana la piedra basal del templo, colocada allí el 4 de octubre de 1958.

Tanto el empresario que lleva adelante el trabajo, como el experto en conservación arquitectónica que supervisa la puesta en servicio de la estructura religiosa, Pedro Canepuccia, sabían que podían dar con esa pieza histórica.

Pero había un problema: no disponían de una copia del acta ni otra indicación en planos, y entonces se avanzaba con la expectativa del posible hallazgo, sin tener conocimiento de la localización exacta. Finalmente el encuentro se produjo, estando presente también el encargado del lugar, padre Julio César Ramos (42, oriundo de San Juan).

La piedra fundamental y su valioso contenido apareció debajo del altar mayor, en el punto donde se leía el Evangelio, es decir, en el costado derecho del altar.

El momento, según refirieron Ramos y Canepuccia, fue emocionante. "De buenas a primeras, uno de los picos de los obreros hizo tac..., un ruido especial, y allí apareció el tesoro que aunque no buscábamos sabíamos que podía aparecer circunstancialmente, y así ocurrió", refirió Ramos.

La pieza se encontraba dentro de un tubo metálico, con signos de oxidación y otros deterioros. Cuando se lo abrió apareció el papel con los datos fundacionales, semirroto, en mal estado de conservación y con ataque de hongos.

Ahora ha sido aislado en un lugar seguro y en estos días la especialista Cristina Sonego procederá a restaurarlo, mientras que el arquitecto Armando Serio hará la recuperación digital del documento.

El manuscrito tiene un encabezamiento en letra fina y delicada, donde se vierten los datos del
momento, con la siguiente leyenda como encabezado: "Acta de la bendición y colocación de la piedra fundamental del templo santuario de San Juan Bosco, en la ciudad de Mendoza".

Luego hay una redacción en la que se precisan las autoridades de ese momento de la Iglesia y de los gobiernos de Mendoza y de la Nación. Así es que están asentados los nombres del Papa de entonces, Pío XII (Eugenio Pacelli, quien falleció cinco días después de la colocación del testimonio); el presidente argentino Arturo Frondizi; el gobernador de la provincia, Ernesto Arturo Uelstchi; el obispo de Mendoza, Alfonso María Buteler y el inspector salesiano Guillermo Brett, entre otros.

En el trascendental acto de la década del '50 estuvieron Buteler, los responsables de la congregación y mucho público, pero nadie de los que viven de aquella época recuerda si el mandatario local se encontraba entre los asistentes. Posiblemente sí. El proyectista de la construcción y administrador de los trabajos, Ricardo Perotti (79) tampoco lo tiene presente, pero si posee una gran vivencia del momento. Había cumplido 28 años e iniciaba su carrera.

Dentro del recipiente metálico, además de acta, había monedas de un peso y 50 centavos, de los años 1954, 1957 y 1958, para dar otro testimonio de la época en que se colocaba la piedra básica.

Canepuccia explicó que luego de que se proceda a la recuperación del valioso papel, se lo remitirá al archivo histórico del complejo religioso y educacional de la calle Córdoba. Una copia en microfilm, fiel al original, se introducirá en un cilindro más seguro que el anterior y será nuevamente enterrado en el piso del altar en construcción, cerca de donde se lo encontró. Miguel Títiro - mtitiro@losandes.com.ar

Fuente: Los Andes Online

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