Uzbekistán obstruye planes militares de Rusia en Asia Central | ||
El rechazo de Uzbekistán a la creación de una base militar rusa en Kirguizistán amenaza con desbaratar los planes de Rusia con respecto a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) y obliga a Moscú a plantearse una revisión seria de su política en el Asia Central, escribe hoy el periódico RBC Daily en un artículo titulado "El atolladero centroasiático".
El presidente ruso Dmitri Medvédev y su homólogo kirguís Kurmanbek Bakíev lograron en la reciente cumbre de la OTSC un acuerdo que permite a Rusia instalar una base militar en la ciudad de Osh, en el sur de Kirguizistán, cerca de la frontera uzbeca. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Uzbekistán manifestó su rechazo a este plan al afirmar que la nueva base podría instigar ánimos nacionalistas y extremistas en la zona.
Azhdar Kúrtov, colaborador del Instituto ruso de estudios estratégicos, reconoce que "en el sur de Kirguizistán siempre abundaron conflictos étnicos" pero al mismo tiempo señala que "la animadversión recíproca entre los uzbecos y los kirguises" explica sólo en parte la postura de Tashkent.
No es la primera vez que Uzbekistán se opone a las iniciativas de Moscú en lo que atañe a la cooperación económica y militar en el espacio postsoviético, recordó el experto. "Ya se separó de la OTSC en abril de 1999 y lo hizo de forma bastante ostentosa, justo antes de empezar los festejos del cincuentenario de la OTAN cuya relación con Rusia era especialmente tensa por aquellas fechas. Y encima ingresó en la alianza GUAM (Georgia, Ucrania, Azerbaiyán y Moldavia)", dijo.
A diferencia de 1999, Rusia no oculta ahora la intención de transformar la OTSC en una especie de la OTAN. El objetivo de Moscú, ante la creciente presencia estadounidense en el Asia Central, es potenciar sus posiciones militares en Kirguizistán y así demostrar que preserva la influencia exclusiva en esta región.
La futura base de Osh se concibe como centro unificado al que se van a subordinar otras instalaciones militares rusas en territorio kirguís. Funcionará bajo la bandera de la Fuerza Colectiva de Reacción Rápida, contingente que Rusia planea crear con otros socios de la OTSC: Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán. El rechazo de Uzbekistán pone en duda este ambicioso proyecto y puede obstruir en grado notable la consecución de los objetivos que se propone Moscú.
Expertos locales atribuyen la actual postura de Uzbekistán al hecho de que Rusia carece de una política bien definida con respecto al Asia Central. "El problema es que se dedica en esta región al regateo típico de un bazar oriental. Sólo compra decisiones convenientes a corto plazo en vez promover una defensa seria de sus intereses", comenta Kúrtov. A su juicio, es probable que Uzbekistán se sienta molesto con el hecho de que Rusia, antes solidaria con Tashkent en las disputas acerca de grandes proyectos hídricos en la región, cambió drásticamente su actitud y se puso del lado de Tayikistán.
Alexei Malashenko, del Centro Carnegie de Moscú, piensa que los países centroasiáticos "aprovechan la primera oportunidad de hacer cosas a espaldas de Rusia". "Tashkent aún no ha conseguido nada de Moscú, por lo cual intentará hacer lo posible por impedir su control sobre el Asia Central", afirmó.
Fuente: RIA Novosti


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