lunes, 7 de septiembre de 2009

Ensayo sobre la privatización de la guerra aparecido en diciembre de 2008
Los nuevos mercenarios: La impunidad organizada en el marco de la guerra global permanente

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Las formas de conducción de las guerras están cambiando. Al lado de los ejércitos estatales surgen cada vez más compañías militares privadas (CMP)[1], compañías de seguridad privadas (CSP), paramilitares, Señores de la Guerra, ejércitos privados y mercenarios como nuevos actores de guerra. Actualmente, las guerras se llevan a cabo con menor frecuencia entre Estados nacionales, y con mayor frecuencia en el interior de éstos entre tropas regulares e irregulares y, en todos los casos, contra la población civil.

En las ciencias sociales y los medios eso es debatido bajo el término “nuevas guerras”. Generalmente, se considera a la creciente aparición de actores privados de violencia como síntoma del “debilitamiento del Estado” y “caos”; así como una pérdida del “monopolio de la violencia estatal” es síntoma de “Estados fallidos” frente a los cuales Occidente se encuentra más o menos impotente. El enfoque de análisis adaptado en el presente ensayo tiene otra perspectiva. Demuestra cómo, es precisamente la globalización capitalista y neoliberal, la que está llevando a nuevas guerras en las periferias de este sistema.

El uso de violencia privatizada como síntoma inherente del supuesto “debilitamiento del Estado”, está siendo impulsado en gran medida por Occidente. Esto queda particularmente patente en el desarrollo que presenta el ejército estadounidense, el cual crea en su mismo seno elementos de privatización que integran la conducción de guerras a la economía de mercado. Las CMP -generalmente fundadas por antiguos soldados de carrera- asumen hoy ya no sólo la construcción de campamentos militares, sino cada vez más (también) misiones de combate.

Analizando las nuevas guerras en Latinoamérica, África, los Balcanes y Asia, no encontramos ningún tipo de “caos”, “estallidos de violencia irracionales” y “conflictos étnicos”, como se sugiere en innumerables medios de comunicación. Hemos llegado más bien a descifrar un nuevo orden de guerra, donde los actores militares privados son usados por los Estados y las elites para asegurar su dominio. Tal como hemos venido investigando desde hace muchos años, en casos concretos, esos actores pueden ser paramilitares para la lucha contrainsurgente en Colombia y México o contra revolucionaria en Venezuela, como también compañías militares privadas que reclutan ex militares y policías para patrullar en los protectorados de los Balcanes, Afganistán e Iraq. El reclutamiento y el empleo a nivel global de mercenarios, y de manera creciente en América Latina, significa también la construcción de potenciales ejércitos secretos entrenados bajo las normas estadounidenses en todos los países de reclutamiento.

Los mercenarios: El ejército de ocupación más grande en Iraq

Según informaciones del mismo Ejército de EEUU en Iraq hay 180.000 empleados de CMP, son más que todos los soldados de EEUU y los demás aliados en su conjunto;[2] 130.000 trabajan para un total de 632 CMP con las cuales el Pentágono y otras instituciones gubernamentales de EEUU firmaron contratos. Entre 1994 y el 2004 solamente el gobierno de Estados Unidos firmó más de tres mil contratos con CMP para servicios a sus tropas en misiones en el exterior. En 2003 el Pentágono estimó que de los 87.000 millones de dólares para la “gran campaña de Iraq“ (incluyendo Afganistán y Asia central), 30.000 millones de dólares serían destinados a pagar a CMP.[3] Sin embargo, según un artículo publicado el 29 de julio de 2004 por el Centre for Public Integrity (Washington), hasta la fecha solo en Iraq ya había otorgado contratos a 150 CMP de Estados Unidos con un volumen total de 48.700 millones de dólares. Por eso la “Coalition of the Willing“ (Coalición de los dispuestos) muchas veces también es definida como la “Coalition of the Billing“ (Coalición de los cobradores).

Ya durante la invasión en marzo de 2003, muchos de los sistemas de armamento altamente desarrollados de los buques de guerra en el Golfo fueron manejados por especialistas de cuatro CMP diferentes, así como también los sistemas de armas de los vehículos aéreos no tripulados Predator, de los Global Hawks y de los aviones de bombardeo B-2 Stealth.[4] En Iraq, empleados de CMP hacen patrullaje, cuidan edificios, infraestructura y prestan guardaespaldas para representantes iraquíes y de Estados Unidos. Hasta el personal en las cárceles militares en Iraq pertenece a empresas privadas de seguridad. Y empresas privadas en Iraq también se apoyan en los servicios que ofrecen las CMP.

A las CMP no les gusta que les llamen “ejército no oficial“, prefieren definirse como “guardias privadas“, “managers de riesgo“, “asistentes de seguridad“ o con expresiones parecidas. Supuestamente, desarrollan actividades que son únicamente “tareas de seguridad“ y actúan militarmente sólo para su propia defensa. La realidad sin embargo es diferente. Debido a que bajo la estrategia de tropas de Estados Unidos y sus aliados –la llamada “Coalición de los dispuestos“– sus formaciones se atrincheran en campamentos militares y a veces organizan bombardeos aéreos o “expediciones punitivas“ con un amplio despliegue militar en ciudades y barrios que no se han comportado según sus planes, el papel de las CMP se ha hecho tan fuerte como arriesgado.

Durante los primeros doce días de abril 2004, cuando la resistencia iraquí aumentó sus ataques, el general Kimmit anunció que fallecieron setenta soldados estadounidenses. Durante el mismo tiempo se habla hasta de ochenta muertos entre empleados de CMP.[5] Las cifras de muertos totales se desconocen. Los cuatro estadounidenses asesinados el 31 de marzo de 2004 en Faluja, quienes después fueron arrastrados por las calles por una multitud, se presentaron en los medios en un primer momento como civiles. En realidad se trataba de combatientes de la CMP Blackwater USA, que escoltaban un transporte. Esta empresa también operaba “detrás de las líneas enemigas“, en las zonas controladas por la resistencia. Empleados de Blackwater USA, participaron en enfrentamientos y evacuaciones armadas de soldados estadounidenses heridos en los combates de Faluja.

Muchas de las víctimas de los atentados, ataques y secuestros denominados “civiles“ en los medios de comunicación y en las declaraciones oficiales de Estados Unidos, son sólo formalmente civiles. En realidad se trata de empleados de diferentes CMP: mercenarios modernos que en un conflicto bélico actúan a favor de una parte en conflicto. Por ello, no es sorprendente que por el lado opuesto sean vistos y tratados como enemigos.

El único sobreviviente a la emboscada de un convoy al oeste de Bagdad en la zona de Faluja el 9 de abril de 2004, fue el estadounidense Thomas Hamill, quién luego fue secuestrado, y supuestamente, el 2 de mayo logró escapar de sus secuestradores, era empleado de una CMP.[6] También los cuatro italianos Fabrizzio Quattrocchi, Humberto Cupertino, Salvatore Steffio y Mauricio Agliana, secuestrados en abril de 2004, trabajaban como combatientes privados armados para una CMP italiana, contratada por otra estadounidense. Éstos fueron liberados en junio de 2004 con excepción de Quatrocchi, que fue ejecutado en cautiverio. El 12 de abril el comandante supremo estadounidense, general Ricardo Sánchez, declaró que nueve estadounidenses, todos civiles, habían desaparecido después de un ataque a un convoy cerca de Abu Ghraib. En realidad, siete de ellos eran empleados de Kellogg, Brown & Root (compañía militar y sub-empresa de Halliburton). El 2 de mayo de 2004, en un atentado bomba a un convoy murieron dos empleados de Global Risk Internacional provenientes de las islas Fiji. Y el 26 de noviembre de 2004 en un ataque a la zona verde de Bagdad, supuestamente la zona más cuidada y segura de la ciudad, murieron cuatro mercenarios nepalenses, de las unidades Gurkha de Global Risks Strategies y 15 fueron heridos. La lista es interminable.

En total, se puede presumir que la suma de los empleados de CMP que han muerto en Iraq, podría ser superior a la de los 4.102 (junio 2008) soldados de EEUU muertos. Determinar el número es extremadamente difícil. Ni los enfrentamientos llevados a cabo por las CMP, ni sus empleados que pierden la vida en Iraq, figuran en las estadísticas de las fuerzas militares estadounidenses. Por ejemplo, el 4 de abril de 2004, unas milicias iraquies atacaron el cuartel general de Estados Unidos en Nayaf. El combate de defensa duró apróximadamente cuatro horas. Se utilizaron incluso ametralladoras y granadas de cuarenta milímetros. Sin embargo en los informes militares de Estados Unidos, no hubo referencia alguna a los hechos, ¿por qué? La respuesta es simple, no participaron militares en el combate. Fueron empleados de Blackwater USA quienes se enfrentaron a las milicias.[7]

Los sueldos de los empleados de estas compañías varían mucho y se rigen por el tipo de tarea, formación y país de procedencia. En el último eslabón se encuentran los iraquíes. La CMP Erinys por ejemplo, tiene entre 14.000 y 15.000 iraquíes como personal de vigilancia de plantas petroleras y oleoductos. Ellos reciben sólo 150 dólares.[8] Alrededor de 3.000 dólares mensuales reciben ex-miembros de tropas especiales chilenas, Gurkhas nepalenses, combatientes de los Fiji, o sudafricanos. Si son empleados para realizar tareas especiales sus sueldos pueden ascender entre 6.000 y 15.000 dólares al mes. Los expertos de Blackwater USA, reciben para misiones especiales entre 600 y 1.500 dólares al día. Más o menos la misma suma es destinada a la compañía. Personal hay de sobra.

Iraq: punto internacional de encuentro para CMP

La enorme necesidad de servicios privados militares llevó a que grandes y pequeñas empresas de este sector, abrieran oficinas en Bagdad. Aparte de EEUU hay muchas CMP británicas.[9] Según el director de la CMP londinesa Janusian, sólo las empresas británicas de mercenarios en los primeros años de ocupación de Iraq aumentaron su facturación de 320 millones a 1.800 millones de dólares. Por ejemplo, la Global Risk Strategies, antes del ataque de Estados Unidos a Afganistán, tenía sólo dos empleados. Hoy en día trabajan para esta compañía más de mil hombres en el ámbito de resguardo de infraestructuras y servicio de guardaespaldas. Y abrió oficinas en Londres, Washington, Johannesburg, Bagdad, Kabúl, Islamabad, Hongkong, Dubai, y Suva (Fiji). Global Risk International de Hampton, Middlesex (Gran Bretaña), parte de la Global Risk Group, es una de las más grandes empresas británicas en el negocio de Iraq y emplea Gurkhas y combatientes de las Islas Fiji así como ex-soldados de las fuerzas especiales británicas SAS para vigilar el cuartel general de Estados Unidos en Bagdad.[10] La compañía británica Armor Group vigila el Foreign Office y cuenta con 500 Gurkhas para resguardo de las a su vez CMP estadounidenses Bechtel y Kellogg, Brown & Root.[11]

En Iraq también se encuentra la CMP DynCorp, la cual, entre sus actividades realiza el servicio de fumigación de cultivos de coca y amapola en Colombia (incluyendo unidades especiales de evacuación de militares y policías heridos o en peligro), vigila militarmente la frontera de Estados Unidos con México, participa en el desarrollo del escudo espacial del ejército de Estados Unidos, realiza la manutención de aviones y buques de guerra de Estados Unidos, maneja las zonas de experimentación de bombas atómicas en Estados Unidos y también tiene actividades en Israel y Palestina. En octubre de 2003 murieron en Gaza a causa de una bomba tres empleados de DynCorp que estaban escoltando a personal de la Embajada de Estados Unidos. Además, en Iraq DynCorp tiene la tarea de reclutar y entrenar la nueva Policía iraquí. Para ello, formó un equipo de mil personas que se ocupan de la selección del personal. Dyncorp estuvo implicada en Bosnia en la violación de mujeres y trata de menores y en Colombia en abuso de drogas y cayó bajo sospecha de narcotráfico.

Entre las grandes en Iraq se encuentra también la estadounidense Halliburton, de la cual el actual vicepresidente de EEUU Dick Cheney es ex miembro de la junta directiva. Halliburton recibió en el 2003 un encargo de 391 millones de dólares destinados a la manutención del Laboratorio Nacional Los Alamos (Nuevo México) donde se producen bombas atómicas de Estados Unidos.[12] El volúmen de contratos para los diferentes servicios prestados por Halliburton en el marco de la guerra en Iraq hasta el 2007 fue de al menos 1.700 millones de dólares. De ellos, 710 millones fueron destinados a la restauración y manejo de la producción petrolera. En Turquía, Jordania, y Kuwait, Halliburton se ocupa del hospedaje de soldados y de la logística del ejército estadounidense, labores por las que reciben un total de 390 millones de dólares. Su hasta hace poco sub-empresa Kellogg, Brown & Root (KBR) recibió después de la invasión 170 millones de dólares para obras de reconstrucción y 28 millones para edificar campamentos para prisioneros de guerra. Pero la KBR también se ocupa del hospedaje y trasporte de miembros del ejército estadounidense (269 millones de dólares) y hasta cobró 40 millones de dólares por haber prestado la logística para la busqueda de las supuestas armas de destrucción masiva.[13]

El hecho que Halliburton como KBR no hayan cumplido contratos o hasta hayan cobrado demás, no obstaculó los negocios. KBR es el mayor receptor de contratos del gobierno estadounidense en Iraq. En el marco de las operaciones en los Balcanes KBR, según el mismo Pentágono, prestó “servicios insuficientes”. Además, en los primero cuatro de siete contratos asignados pos el Pentágono, supuestamente cobró demasiado así que los restantes tres fueron asignados a otras empresas o ejecutados por el mismo Ejército de EEUU. Halliburton, a su vez, le cobró gastos exagerados de combustible al Ejército estadounidense en Iraq a través de un contrato con su -en ese entonces sub-empresa- KBR. Y en marzo 2008 salió a la luz pública que KBR había registrado a más de 21.000 empleados a través de una empresa de buzón en las Islas Caimán, evadiendo el pago de centenares de millones de dolares al Estado de EEUU.[14]

Blackwater USA – Un ejercito privado de ultraderecha

Blackwater USA es una empresa estadounidense con sede principal en Moyock (North Carolina). Fue fundada en 1997 por Erik Prince, ex oficial de los Navy Seals (tropas especiales de marina), millonario y ultraderechista. El nombre Blackwater se refiere a las misiones secretas nocturnas de buzos de guerra. La empresa recluta a su personal entre las fuerzas especiales Navy Seals, Army Rangers y Delta Force y entre miembros de fuerzas especiales alrededor del globo. Así puede anunciar en su página web: “tenemos personal para cumplir con cualquier misión“, naturalmente proclama, “en todos lados el apoyo a la libertad y la democracia“.[15] Blackwater USA empezó ofreciendo entrenamiento para miembros del ejército y la policía de EEUU en su terreno de 6.000 hectáreas, donde se encuentra también un pequeño pueblo para ejercitar misiones urbanas de combate. Allí entrenó a más de 50.000 soldados y policías. El gobierno de Estados Unidos se lo agradeció desde el 2002 con contratos de un volumen total de 35 millones de dólares.[16] Sumas que en ese entonces parecían altas. Todavía Blackwater no había entrado al negocio de Iraq.

Blackwater empezó en Iraq con 450 empleados cumpliendo especialmente tareas muy difíciles. Entre otras, la vigilancia para la Autoridad Provisional de la Coalición (APC), incluyendo a Paul Bremer (gobernador estadunidense de Iraq) y a visitas importantes. La compañía se encarga además del entrenamiento de las unidades iraquíes antiterroristas. Con este propósito, Blackwater USA tiene a su disposición un antiguo aeropuerto militar fuera de Bagdad.

Como demuestra el caso de los cuatro asesinados en Faluja, los empleados de CMP trabajan bajo condiciones que ni el mismo ejército aceptaría. Como por ejemplo, la falta de apoyo y de informaciones sobre la situación de seguridad, al mismo tiempo que son encargados de las misiones más peligrososas. Así que los ataques no parecen tan inesperados y sorprendentes, como intenta hacer creer la companía en su página web: “las imágenes del ataque no provocado y el maltrato de nuestros amigos hace evidente las condiciones extraordinarias bajo las cuales trabajamos de manera voluntaria para llevarle al pueblo Iraquí la paz y la democracia“.

Hoy los empleados de Blackwater en Iraq son miles. La CMP recibió hasta el 2006 de parte del gobierno de EEUU contratos por un total de 500 millones de dólares para trabajos en Iraq, sólo en 2006 la suma aumentó a 1.200 millones, y durante los primeros 4 meses del 2007 Blackwater acumuló 601 millones de dolares.[17]

Mientras tanto, Blackwater ha avanzado a ser uno de los ejercitos privados más poderosos. Tiene una base militar propia, 20 aviones y más de 20.000 mercenarios especializados en sus listas.

El dueño de Blackwater Prince apoya al Partido Repúblicano y organizaciones cristianas-fundamentalistas anti-inmigrantes con generosas sumas de dinero y mantiene contactos con las milicias racistas anti-inmigrantes Minutemen. Sin embargo es un partner bien visto por el Pentágono. En la junta directiva de Blackwater se encuentra tambien Cofer Back, que, entre 2002 y 2004 fue el máximo resposable de la lucha antiterrosita del gobierno de EEUU. Y Joseph Schmitz, ex inspector general del Pentágono, es director de operaciones de Blackwater y además tambien consultor.[18]

Empresas y mercenarios sudafricanos

En Iraq se encuentran algunos miles de mercenarios sudafricanos. Éstos provienen en su mayoría de los servicios de seguridad y unidades especiales del ejército del ex régimen de apartheid, como por ejemplo el Batallón 32, Vlakplaas y de la unidad elite Koevoet, los cuales llevaban a cabo operaciones militares en contra de opositores al régimen en Namibia. Se encuentran al servicio de CMP británicas y algunas sudafricanas y ganan entre 5.000 y 10.000 dólares al mes. Más que el sueldo anual de los empleados de empresas de seguridad en Sudáfrica.[19] Según la ley sudafricana de mercenarios de 1998, todas las empresas necesitan un permiso del Comité Nacional del Control de Armas Convencionales para actividades en el ámbito de la seguridad internacional. Sin embargo, la ley da lugar a posibles salidas, ya que sólo nacionales y empresas sudafricanas que tienen la intención de actuar militarmente a nivel nacional, necesitan el permiso oficial. Así, las CMP declaran sus trabajos no como militares sino como “servicios de seguridad”.

Entre las empresas de seguridad activas en Iraq figura Erinys International (lleva el nombre de una diosa Griega que perseguía a un culpable, cuyos actos no encontraban castigo). Erinys tiene en Iraq un ejército privado, de 1.500 sudafricanos y emplea a 14.000 guardias iraquíes. Los especialistas sudafricanos están armados con ametralladoras y disponen de refuerzos de tropas en helicóptero. La empresa fue fundada por el ex-oficial británico Alastier Morrison y tiene cuatro directores, de los cuales tres viven en Sudáfrica. Sus oficinas se encuentran en Midrand (Sudáfrica) y Dubai. En el año 2003, se abrió una oficina en Gran Bretaña y poco después también en Bagdad. Erinys firmó un contrato de 39, 5 millones de dólares para el entrenamiento de fuerzas de seguridad iraquíes para vigilar los oleoductos, tarea que también la realizó para British Petrol (BP) en Colombia y para otras empresas en Angola en el Delta del Niger y en Ghana.[20]

En enero de 2004, murieron en Iraq a causa de una bomba, dos empleados de Erinys, Deon Gouws y François Strydom. Éstos habián sido activos durante el régimen de Apartheid, en las unidades especiales Vlakplaas y Koevoe. Gouws admitió en los interrogarorios de la Comisión de la Verdad en los años noventa haber participado en, como mínimo, un atentado contra opositores al régimen y haber quemado entre 40 y 60 casas de activistas de la oposición.[21] Gray Branfield, empleado de la Hart Group, caído en Kut, había planificado en 1985 un asalto sangriento a exiliados del Movimiento de Liberación ANC en Gabor, capital de Botswana. En este ataque fueron asesinadas 14 personas, entre ellas un niño de cinco años.[22]

CMPs y Latinoámerica

Antes del 2003 muchas CMP reclutaban mayoritariamente personal de EEUU, Gran Bretaña, las Islas Fiji y Filipinas. Frente a la creciente demanda y tras difundirse la noticia del riesgo que estos trabajos implican (hasta que algunos gobiernos como el de Filipinas aconsejaran oficialmente a sus ciudadanos no enrolarse en este tipo de empleos), las CMP empezaron a reclutar personal en América Latina. La estadounidense Halliburton busca a través de su filial Halliburton Latinoamérica en Colombia, empleados colombianos para “servicios de seguridad” en Iraq. Estos deben resguardar oleoductos y gaseoductos, además de trabajar como guardaespaldas para empresas privadas en Bagdad, Mosul, Faluja, y Basora. Mientras voceros de la compañía niegan el asunto, los reclutadores y participantes cuentan de tareas de reclutamiento a principios de diciembre de 2004, momento en el que un grupo de dieciseis personas ya abandonaba Colombia para dirigirse a Iraq. Los combatientes colombianos –experimentados en guerra y bajo entrenamiento estadounidense– son altamente valorados. Se les ofrece hasta 7.000 dólares al mes más seguro de vida, contratos para un año prorrogables otros seis meses, como también vacaciones cortas cada tres meses a la ciudad europea de su preferencia.[23] La condición es que no pueden abandonar su empleo antes del fin del contrato, en el caso contrario se ven obligados a devolver el monto total del dinero recibido. A través de su sub-empresa ID Systems Blackwater tambien recluta en Colombia para Iraq.

Triple Canopy de Lincoln, Illinois (EEUU), cambió sus actividades de reclutamiento de Filipinas a El Salvador, Peru, Chile y Honduras. La historia militar del país centroamericano fue una de las razones de peso para ello, como admite el portavoz de la compañía Joe Mayo. Triple Canopy (especializada en guardaespaldas de empleados civiles de Instituciones estadounidenses en Iraq), estaba en búsqueda de militares con formación de fuerzas especiales. En El Salvador tropas especiales y escuadrones de la muerte asesinaron a más de 80.000 personas en doce años de guerra. El ejército de Estados Unidos los entrenó para eso. Casualmente, fue también un ex-militar estadounidense y ex-entrenador de las tropas especiales del ejército salvadoreño quien organizó el reclutamiento. Este reclutador, copropietario de una empresa de seguridad en El Salvador (ante la prensa prefiere el anonimato) relató que los primeros 100 reclutados salieron a Iraq el 17 de septiembre 2004 y que las salidas iban a continuar. Para un país como El Salvador 1.700 dólares –cantidad mensual que les ofrece Triple Canopy– es mucho dinero, teniendo en cuenta que un guardaespaldas gana tan sólo 350 dólares al mes.[24] En Perú Triple Canopy reclutó directamente a través de una filial con personal estadunidense en Lima. Desde el 2005 han reclutado más de 1.000 ex soldados de las tristemente célebres unidades antisubversivas para misiones en Iraq.

En Chile, según el Senador Alejandro Navarro del Partido Socialista, Triple Canopy y Blackwater, desde el 2003, a través de sub-empresas como la Red Táctica Consulting Group, han reclutado más de 1.200 ex militares para misiones en Iraq.[25] Blackwater contrató por primera vez en el 2003 a 122 ex-miembros del ejército chileno, muchos expulsados de éste por sus implicaciones en crímenes en contra de los Derechos Humanos. Fueron empleados a través de la empresa uruguaya Neskowin, dirigida por José Miguel Pizarro, ex-oficial del ejército de Pinochet. Como Pizarro declaró al periódico chileno La Tercera, tambien reclutaba a ex-militares argentinos. Un vocero de Blackwater le aseguró al periódico británico The Guardian que los comandos chilenos son “muy, muy profesionales“. Triple Canopy a su vez en Chile, como tambien en Honduras recluta a ex militares para misiones en Iraq a traves de Your Solutions, filial de la Your Solutions Inc. de Illinois (EEUU).[26]

La 3D Global Solutions a traves de su sub-empresa Limeña Gesegur SAC (Gestión de Seguridad Sociedad Anónima Cerrada) tambien recluta en Perú y contrató a por lo menos 200 ex militares y policías, los cuales trabajan en Iraq brindándole seguridad a empresas y funcionarios. La misma 3D Global Solutions tambien recluta a ex militares hondureños.

El ciudadano estadounidenste Jeffrey Shippy, que vivió en la base Militar de EEUU en Manta, Ecuador, reclutó entre el 2005 y 2006 illegalmente mercenarios en Ecuador y Colombia con una empresa no registrada de nombre “EPI & Security”. Cuando las autoridades ecuatorianas empezaron a investigar, Shippy huyó del país.

De Brasil más de 500 militares, ex-militares y pilotos fueron contratados como mercenarios para vigilar instalaciones militares norteamericanas en Iraq por parte de TESS e Inveco International Corporation, que reclutaron para otras CMP.

Según informaciones del periódico guatemalteco Prensa Libre varias CMP están reclutando en forma masiva a ex miembros de la unidad especial del ejército Kaibiles para misiones en Iraq. Los Kaibiles se hicieron famosos en la guerra en Guatemala por mutilar sus vícitmas con machetes.[27]

Sin embargo, tal vez el hecho más preocupante, es que bajo el mando de CMP de EEUU, se están sumando y preparando miles y miles de ex-militares y ex-policías de muchisimos países latinoamericanos, muchos implicados en casos de crimenes de lesa humanidad (en contra de los Derechos Humanos). Todos ellos están en la base de datos de CMP que trabajan estrechamente con el Pentagono. Así que hay potencialmente un “pequeño” ejército contrarevolucionario stand by que ya aprendió a operar con standards y bajo el mando del ejército de EEUU. En su gran mayoría se trata de personal ligado a la derecha que regresa a sus países de origen, después de haber trabajado en Iraq, sosteniendo contactos con CMP, con el ejército de EEUU, con los servicios secretos y con otros mercenarios de todo el mundo.

Facilmente se podrían convertir, en la base de una futura “contra“, en los países que EEUU quiera desestabilizar.

¿Bandas impunes?

Empleados de las CMP Caci y Titan, que prestan sevicios de administración de cárceles militares como también de interrogatorios, traductores y guardias carcelarias, estubieron implicados en los casos de tortura en la carcel de Abu Ghraib. Así se explica que solo 10 soldados fueron juzgados por los hechos: Gran parte de los interrogatorios y también de la seguridad en Abu Ghraib era responsabilidad de empleados de las CMP Caci y Titan. Y como ellos no pertencen al Ejército de EEUU, no son juzgados por éste y su justicia militar.

Tortura, ataques violentos y hasta asesinatos de parte de empleados de CMP en Iraq están al orden del día. A mediados de noviembre del 2007 un empleado de Dyn Corp disparó y mató a un taxista en Bagdad, “Simplemente decidieron matar al conductor y marcharse”, señaló el general Abdul Karim Khalaf, un portavoz del Ministerio iraquí de Interior.[28] En internet círculan videos grabados con celulares en los cuales se pueden ver mercenarios que como pasatiempo disparan a carros civiles que cruzan casualmente su camino. En agosto del 2007 mercenarios de la CMP australiana Unity Ressources Group (URG), que en Iraq le prestan servicios de escoltas a ONG’s, asesinaros a dos mujeres.[29]

Una investigación de una comisión especial del Congreso de EEUU sobre la empresa Blackwater, publicada en septiembre del 2007 presenta un cuadro espantoso. Habla de “violencia frecuente y extensa” de parte de los empleados de Blackwater. Según la investigación, los a la fecha 1.100 empleados de Blackwater en Iraq, desde el 2005, habían estado implicados en al menos 195 enfrentamientos armados con un mínimo de 16 víctimas iraquíes. En 163 de los casos los empleados de Blackwater abrieron fuego aunque hayan sido contratados para labores defensivas.[30] Respecto a la clase de empleados que tiene Blackwater el informe aclara: sólo durante el año 2006, Blackwater despidió en Iraq a 122 empleados por abuso de armas, alcohol y drogas ilegales o por comportamiento violento.

El caso más estridente en ese momento todavía no había sucedido. El 16 de septiembre del 2007 mercenarios de Blackwater asesinaron sin razón alguna a 17 civiles en una plaza de Bagdad y hierieron a otros 26 (algunos de gravedad). Los mercenarios argumentaron de haber actuado en defensa propria. Sin embargo eso fue negado no sólo por las autoridades iraquíes, sin no también por una investigación del FBI, que no pudo encontrar ninguna evidencia de una situación de autodefensa y estableció que en el caso de 14 de los 17 muertos se pudo comprobar que no hubo justificación alguna para los asesinatos.[31]

Blackwater acompañabas un convoy cuando a alguna distancia se dió una detonación. Entonces los mercenarios simplemente abrieron fuego a carros y civiles con ametralladoras y lanzagranadas. Luego, en un cruce con mucho tráfico a 150 metros del primer lugar de los hechos, los mercenarios se hicieron camino abriendo fuego.[32] El gobierno iraquí despues de lo sucedido protestó energicamente y le quitó la licencia a Blackwater. Sin embargo, unas semanas más tarde quedó claro quien tiene la última palabra en Iraq y Blackwater regresó a operar igual que antes. El gobierno de EEUU le aseguró a los mercenarios de Blackwater además, la misma inmunidad frente a demandas civiles en EEUU de la cual gozan los militares estadounidenses. Aunque eso ni urgía. Ya en febrero del 2006 Donald Rumsfeld había clasificado a las CMP como parte del aparato militar de EEUU, substrayéndolos así a la justicia civil. Y el último día de su mandato, el 27 de junio 2004, el Gobernador estadounidense de Iraq Paul Bremer, firmó un decreto que le otorgó a las CMP y CSP inmunidad frente a la justicia iraquí.[33] Sin embargo no fueron sometidas al mismo tiempo a la justicia militar.[34]

Con Obama en la presidencia no se dará un cambio fundamental de la política exterior de EEUU. Aunque es probable que el retiro de las tropas estadounidenses de Irak hasta el 2011, tal como fue firmado todavía por el gobierno de Bush en noviembre del 2008, será compensado con el uso de más CMPs. Especialmente la continuidad en el ministerio de defensa, y la designación de Hillary Clinton como ministra de exteriores, indica que no habrá cambios fundamentales especialmente respecto a América Latina. El Plan Colombia fue implementado bajo el presidente Bill Clinton, y el matrimonio Clinton es un antiguo lobbyista a favor de la política del gobierno colombiano que, por ejemplo, está promoviendo la firma del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y EEUU.

Fuente original: http://www.herramienta.com.ar/herramienta-web-2/los-nuevos-mercenarios-la-impunidad-organizada-en-el-marco-de-la-guerra-global-per

Este ensayo es una versión reelaborada del capítulo “Iraq. El lado privado de la guerra” del libro El negocio de la guerra edición ampliada y actualizada publicado por Monte Àvila Editores en Venezuela en diciembre del 2008. El autor es. Politólogo. Actualmente estudia un doctorado sobre "participación en Venezuela" en la Universidad Johann-Wolfgang-Goethe de Frankfurt, Alemania y la BUAP de Puebla, México. Desde 1990 viaja frecuentemente entre Latinoamérica y Berlín, donde reside trabajando como autor, cineasta y politólogo.

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[1] El término Private Military Companies o a veces Contractors (PMC) se ha establecido para el concepto de los servicios militares o de ejércitos privados en la literatura. Realmente este concepto es algo problemático, pues se remite al intento por parte del jefe de las tropas de mercenarios Executive Outcome y Sandline, Tim Spicer, de encontrar un concepto socialmente aceptable para sus actividades.
[2] Christian Miller: Private contractors outnumber U.S. troops in Iraq, Los Angeles Times, and 4.7.2007.
[3] Traynor, 2003.
[4] Traynor, Ian: “The Privatisation of War” en The Guardian, 10 de diciembre de 2003.
[5] Bellinzona, Carlo; Gustinich, Franz: “In guerra senza uniforme”, Limes, Mayo 2004.
[6] La Repubblica21 de abril de 2004
[7] Washington Post, 6 de abril de 2004.
[8] Bellinzona, 2004.
[9] Bellinzona, 2004.
[10] Traynor, 2003.
[11] Fisk, Robert; “Carrell, Severin: Mercenaries in Iraq. Occupiers Spend Millions on Private Army of Security Men” en The Indipendent, 29 de marzo de 2004.
[12] Bellinghausen, Hermann: “Halliburton, ejercito paralelo en EU” en La Jornada, 5 de septiembre de 2003.
[13] Langhans, Dago: “Kriegsprofite” en Junge Welt, 4 de septiembre de 2004.
[14] Spiegel online vom 7.3.2008.
[15] www.blackwater.com.
[16] Time, 12 de abril de 2004.
[17] Washington Post vom 23.12.2007.
[18] Spiegel online vom 2.10.2007; TeleSUR vom 14.10.2007, 30.10.2007 und vom 8.11.2007.
[19] Reich, Roswitha: “Lukratives Söldnertum” en Junge Welt, 20 de agosto de 2004.
[20] Weiss, Ruth: “Südafrikanische Söldner im Iraq. Alte Soldaten sterben nicht” en WoZ, 19 de febrero de 2004.
[21] La Jornada8 de abril de 2004.
[22] Misser, François: “Die Legion der Schurken” en Taz, 3 de junio de 2004.
[23] El Tiempo, 12 de diciembre de 2004.
[24] CNEWS, 8 de octubre de 2004.
[25] Eduardo Tamayo G,: Mercenarios con “impunidad de facto”, Revista Pueblos vom 13.11.2007.
[26] Naciones Unidas: Informe del Grupo de Trabajo sobre la utilización de mercenarios como medio de violar los derechos humanos y obstaculizar el ejercicio del derecho de los pueblos a la libre determinación - Misión a Honduras. 20 de febrero 2007.
[27] Citado en Prensa Latina, 21.10.2007
[28] TeleSUR 14.11.2007.
[29] TeleSUR 14.11.2007.
[30] Committee on Oversight and Government Reform, Memorandum vom 01. Oktober 2007, http://oversight.house.gov/documents/20071001121609.pdf
[31] TeleSUR vom 14.11.2007.
[32] Spiegel online vom 5.10.2007.
[33] Coalition Provisional Authority Order Number 17 (Revised) vom 27.06.2004.
[34] Ùltimas Noticias vom 14.10.2007

Fuente: Rebelion.org

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