Plataforma submarina
Lula amplía control estatal sobre las reservas de crudo
Brasil busca formar una empresa pública, Petrosal, para manejar sus yacimientos marítimos. Crearán un fondo de desarrollo.
jueves, 03 de septiembre de 2009
El presidente Luiz Inacio Lula da Silva lanzó esta semana las nuevas reglas para la explotación de las masivas reservas petroleras en aguas profundas de Brasil, con las que espera sellar su "pasaporte al futuro".
Lula firmó cuatro proyectos de ley que serán debatidos por el Congreso en los próximos meses para reafirmar el control estatal sobre las reservas de crudo y crear un fondo con los ingresos petroleros para financiar la educación, innovación científica y tecnológica, el combate a la pobreza y la protección ambiental.
Las reglas se aplicarán a las reservas de crudo denominadas "pre-sal", situadas a 7.000 metros bajo el nivel del mar frente al litoral centro-sur de Brasil, que según especialistas contienen entre 50.000 y 100.000 barriles de hidrocarburos.
En medio de una ceremonia con unos 3.000 invitados del gobierno, legisladores y sociedad civil, activistas de la organización ambientalista Greenpeace desplegaron una manta con la leyenda "Pre-sal y polución, no se puede hablar de uno sin la otra". Los activistas fueron retirados por la seguridad y siguieron la protesta en otro punto de la sala.
"El pre-sal es nuestro pasaporte al futuro", aseguró Lula en su discurso, al afirmar que los recursos permitirán al país "pagar la deuda" que tiene con la educación y sentar las bases del desarrollo del gigante sudamericano.
Con esas reservas, Lula destacó la necesidad de evitar "la maldición del petróleo" que sufrieron países pobres que descubrieron crudo y continuaron pobres o se hundieron en conflictos internos.
Los proyectos de ley firmados por el mandatario prevén la creación del fondo social y de una nueva empresa estatal, Petrosal, que deberá velar por los intereses del Estado en los contratos concedidos para la explotación de las reservas.
Otra de las leyes contempla la capitalización de la estatal Petrobras con el valor equivalente a 5.000 millones de barriles de petróleo, y la cuarta ley establece un sistema compartido de explotación petrolera donde se pueden otorgar concesiones de explotación petrolera a la empresa privada que ofrezca un mayor porcentaje de extracción al Estado brasileño.
No obstante, se prevé que Petrobras tendrá participación en todas las operaciones de extracción y podrá operar en conjunto con otras empresas que ganen las licitaciones.
Sin embargo, la oposición en el Congreso reaccionó al acusar al presidente de hacer un "uso electoral" del petróleo, en un comunicado firmado por los partidos Demócratas (DEM), Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y Partido Popular Socialista (PPS).
"El pre-sal es de Brasil, de los brasileños que hace décadas luchan en defensa de la riqueza nacional y de sus generaciones futuras", dijo el comunicado.
Lo cierto es que el grupo de yacimientos del litoral marítimo "posicionarán a Brasil entre los diez países con mayores reservas de petróleo y gas natural" del mundo y ampliará su "papel económico y geopolítico internacional", afirmaron los ministros de Energía, Edison Lobao, y jefe de Gobierno, Dilma Rousseff, en el rimbombante acto con el que se presentó el proyecto regulatorio para la explotación de esas reservas.
Los analistas coinciden: las millonarias reservas que Brasil encontró en 2007 en aguas ultraprofundas a lo largo de una franja de 800 km de su costa sur, bajo una superficie de 149.000 km2, pueden cambiar el perfil económico del gigante sudamericano.
"El potencial de reservas existe: unos dicen que son 50.000 millones de barriles, otros 100.000 (de petróleo de alta calidad), pero el desconocimiento y los desafíos todavía son muy grandes", dijo el director del Centro de Estudios de Infraestructura, Adriano Pires.
El nuevo proyecto de marco regulatorio, enviado por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva al Congreso, otorga un mínimo de 30% de la operación en todas las concesiones de aguas profundas a Petrobras (controlada por el Estado), crean una nueva estatal (Petrosal) que administrará las áreas y contratos, y garantizan el retorno de los ingresos que se obtengan a las arcas públicas.
El gobierno de Lula creará también un Fondo Social para llevar los beneficios del petróleo a la educación, la tecnología y la lucha contra la pobreza, y pretende impulsar la industria pesada nacional de la mano del petróleo. Agencias AP y AFP
Fuente: Los Andes Online
Lula firmó cuatro proyectos de ley que serán debatidos por el Congreso en los próximos meses para reafirmar el control estatal sobre las reservas de crudo y crear un fondo con los ingresos petroleros para financiar la educación, innovación científica y tecnológica, el combate a la pobreza y la protección ambiental.
Las reglas se aplicarán a las reservas de crudo denominadas "pre-sal", situadas a 7.000 metros bajo el nivel del mar frente al litoral centro-sur de Brasil, que según especialistas contienen entre 50.000 y 100.000 barriles de hidrocarburos.
En medio de una ceremonia con unos 3.000 invitados del gobierno, legisladores y sociedad civil, activistas de la organización ambientalista Greenpeace desplegaron una manta con la leyenda "Pre-sal y polución, no se puede hablar de uno sin la otra". Los activistas fueron retirados por la seguridad y siguieron la protesta en otro punto de la sala.
"El pre-sal es nuestro pasaporte al futuro", aseguró Lula en su discurso, al afirmar que los recursos permitirán al país "pagar la deuda" que tiene con la educación y sentar las bases del desarrollo del gigante sudamericano.
Con esas reservas, Lula destacó la necesidad de evitar "la maldición del petróleo" que sufrieron países pobres que descubrieron crudo y continuaron pobres o se hundieron en conflictos internos.
Los proyectos de ley firmados por el mandatario prevén la creación del fondo social y de una nueva empresa estatal, Petrosal, que deberá velar por los intereses del Estado en los contratos concedidos para la explotación de las reservas.
Otra de las leyes contempla la capitalización de la estatal Petrobras con el valor equivalente a 5.000 millones de barriles de petróleo, y la cuarta ley establece un sistema compartido de explotación petrolera donde se pueden otorgar concesiones de explotación petrolera a la empresa privada que ofrezca un mayor porcentaje de extracción al Estado brasileño.
No obstante, se prevé que Petrobras tendrá participación en todas las operaciones de extracción y podrá operar en conjunto con otras empresas que ganen las licitaciones.
Sin embargo, la oposición en el Congreso reaccionó al acusar al presidente de hacer un "uso electoral" del petróleo, en un comunicado firmado por los partidos Demócratas (DEM), Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y Partido Popular Socialista (PPS).
"El pre-sal es de Brasil, de los brasileños que hace décadas luchan en defensa de la riqueza nacional y de sus generaciones futuras", dijo el comunicado.
Lo cierto es que el grupo de yacimientos del litoral marítimo "posicionarán a Brasil entre los diez países con mayores reservas de petróleo y gas natural" del mundo y ampliará su "papel económico y geopolítico internacional", afirmaron los ministros de Energía, Edison Lobao, y jefe de Gobierno, Dilma Rousseff, en el rimbombante acto con el que se presentó el proyecto regulatorio para la explotación de esas reservas.
Los analistas coinciden: las millonarias reservas que Brasil encontró en 2007 en aguas ultraprofundas a lo largo de una franja de 800 km de su costa sur, bajo una superficie de 149.000 km2, pueden cambiar el perfil económico del gigante sudamericano.
"El potencial de reservas existe: unos dicen que son 50.000 millones de barriles, otros 100.000 (de petróleo de alta calidad), pero el desconocimiento y los desafíos todavía son muy grandes", dijo el director del Centro de Estudios de Infraestructura, Adriano Pires.
El nuevo proyecto de marco regulatorio, enviado por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva al Congreso, otorga un mínimo de 30% de la operación en todas las concesiones de aguas profundas a Petrobras (controlada por el Estado), crean una nueva estatal (Petrosal) que administrará las áreas y contratos, y garantizan el retorno de los ingresos que se obtengan a las arcas públicas.
El gobierno de Lula creará también un Fondo Social para llevar los beneficios del petróleo a la educación, la tecnología y la lucha contra la pobreza, y pretende impulsar la industria pesada nacional de la mano del petróleo. Agencias AP y AFP
Fuente: Los Andes Online
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