1 de Febrero de 2010
Malargüe, camino a ser un polo de desarrollo científico
El departamento mendocino será uno de los tres en todo el mundo que cuente con una estación de apoyo para misiones interplanetarias, cuyo objetivo es la exploración del espacio profundo. La opbra costará 40 millones de euros y estará lista en 2011.
El departamento mendocino de Malargüe está en el centro de la escena del mundo científico, y no es para menos: en 2011 contará con una estación de apoyo para misiones interplanetarias.
La obra, que costará unos 40 millones de euros, ya comenzó y tendrá una vida útil de al menos 50 años.
Según publica hoy el diario El Cronista, al gobierno mendocino le corresponde la infraestructura necesaria (caminos, electricidad y agua) para el emplazamiento de la estación. El convenio firmado contempla, además, que las obras serán realizadas por empresas argentinas y que el 10 por ciento de su uso quedará para científicos locales. De hecho, los trabajos para construir la estación (que está compuesta por una antena de 35 metros de diámetro e instalaciones asociadas para su operación) los llevará adelante la empresa mendocina Genco.
El acuerdo para la construcción de esta estación fue rubricado por funcionarios miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA) firmaron un acuerdo con el gobernador mendocino, Celso Jaque, y con el intendente de Malargüe, Juan Antonio Agulles.
La primera etapa de la obra contempla la instalación de estaciones eléctricas para llevar energía al predio, que estará ubicado a 40 kilómetros al Sur de la ciudad de Malargüe, de donde es oriundo Jaque.
“Esta estación es necesaria para completar una red compuesta por dos antenas similares, una ubicada en Australia y la otra en España, que sirven para la exploración del espacio profundo”, detalló Roberto Granciosi, representante de la empresa en la Argentina.
Con la instalación de esta antena, la Agencia Europea deja de depender técnicamente de la NASA, que es el otro organismo mundial que tiene una estructura similar para realizar sus estudios.
María Graciela Viollaz, coordinadora del Plan Estratégico de Malargüe, reveló a El Cronista que “la ciudad se ve beneficiada por su enorme extensión geográfica (42.000 kilómetros cuadrados) con tan sólo 28.000 habitantes, lo que provoca una escasa polución lumínica. Esto favorece la observación del cielo, que en las grandes ciudades se dificulta debido a las luces artificiales”.
Fuente: MDZ Online
La obra, que costará unos 40 millones de euros, ya comenzó y tendrá una vida útil de al menos 50 años.
Según publica hoy el diario El Cronista, al gobierno mendocino le corresponde la infraestructura necesaria (caminos, electricidad y agua) para el emplazamiento de la estación. El convenio firmado contempla, además, que las obras serán realizadas por empresas argentinas y que el 10 por ciento de su uso quedará para científicos locales. De hecho, los trabajos para construir la estación (que está compuesta por una antena de 35 metros de diámetro e instalaciones asociadas para su operación) los llevará adelante la empresa mendocina Genco.
El acuerdo para la construcción de esta estación fue rubricado por funcionarios miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA) firmaron un acuerdo con el gobernador mendocino, Celso Jaque, y con el intendente de Malargüe, Juan Antonio Agulles.
La primera etapa de la obra contempla la instalación de estaciones eléctricas para llevar energía al predio, que estará ubicado a 40 kilómetros al Sur de la ciudad de Malargüe, de donde es oriundo Jaque.
“Esta estación es necesaria para completar una red compuesta por dos antenas similares, una ubicada en Australia y la otra en España, que sirven para la exploración del espacio profundo”, detalló Roberto Granciosi, representante de la empresa en la Argentina.
Con la instalación de esta antena, la Agencia Europea deja de depender técnicamente de la NASA, que es el otro organismo mundial que tiene una estructura similar para realizar sus estudios.
María Graciela Viollaz, coordinadora del Plan Estratégico de Malargüe, reveló a El Cronista que “la ciudad se ve beneficiada por su enorme extensión geográfica (42.000 kilómetros cuadrados) con tan sólo 28.000 habitantes, lo que provoca una escasa polución lumínica. Esto favorece la observación del cielo, que en las grandes ciudades se dificulta debido a las luces artificiales”.
Fuente: MDZ Online
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