lunes, 1 de febrero de 2010

1 de Febrero de 2010

Revelan los secretos de 315 cuevas de la Isla de Pascua
Rapa Nui o Isla de Pascua, tal como la rebautizaron los colonizadores, es un pedazo de tierra emplazado en el Pacífico que, aunque está más cerca de la Polinesia, pertenece a Chile. Algunos de sus muchos misterios, revelados.

Los típicos Moais de la isla chilena de Rapa Nui o Pascua.

Un ex embajador polaco en Chile, Zdzislaw Ryn, médico psiquiatra, encabezó una expedición a la Isla de Pascua con la idea de indagar en torno a las múltiples cavernas existentes en ese territorio chileno de ultramar.

Luego de un extenso trabajo que se inició en 2001 y que incluyó a unas 30 personas en el equipo, los resultados son revelados en un libro, cuyo anticipo publica este lunes el diario La Tercera.

Ryn documenta en el libro la historia de la isla y sus cavernas más famosas, entre ellas la de los leprosos, donde vivieron aislados por años tres enfermos que llegaron desde Tahití a a Rapa Nui, en 1888. O la de los partos, donde nacieron unos 70 niños entre 1912 y 1960. "La idea es mostrar que los moais no son el único tesoro científico-cultural de la isla, sino también el mundo subterráneo", dice. Por ello se centraron en mapear cientos de cavernas nunca exploradas, algunas con túneles de hasta 10 km de largo.

Patricia Vargas, arquéologa del Centro de Estudios de Isla de Pascua de la U. de Chile (contraparte académica de esta investigación), dice que este trabajo no sólo "pone a la luz pública la belleza natural y el mundo desconocido de las cavernas", sino que revela el papel fundamental que han tenido en la cultura rapa nui desde sus inicios, ya sea como lugares para vivir, como cementerios familiares, para esconderse de los enemigos en tiempos de guerra e incluso para almacenar agua o plantar cultivos. "Como instituto hemos registrado 20 mil sitios arqueológicos en la isla, de los cuales varios son cuevas, pero sólo a nivel de superficie, porque para bajar a ellas se necesitaban equipos y personal especializado", dice.

De allí que, al igual que Andrzej Ciszewski, editor del libro y uno de los expedicionarios, Vargas crea fundamental velar por su preservación. Para ello, Ciszewski propone clasificar las cuevas en tres grupos: geológicas o formadas por volcanes, las que pueden ser transformadas en grutas turísticas, y las que son cementerios o santuarios. "El fin es que estas cuevas sean protegidas para evitar que sus objetos de valor antropológico y arqueológico sigan saliendo de la isla como hasta ahora", dice Ryn.

Fuente: MDZ Online

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