jueves, 18 de febrero de 2010

Fragata “Libertad"
La ministra de Defensa felicitó al comandante y su tripulación
17-2-2010 | Luego de ocho días de navegación, el buque escuela alcanzó la línea de llegada del primer tramo de la regata “Velas Sudamérica 2010”.
La ministra de Defensa, doctora Nilda Garré, se comunicó telefónicamente anoche con el comandante del buque escuela de la Armada Argentina, capitán de navío Alfredo Blanco, para felicitarlo a él y a su tripulación por el excelente desempeño en la regata entre Río de Janeiro y Mar del Plata.

La doctora Garré aprovechó la oportunidad para interiorizarse acerca de la competencia deportiva, mostrándose especialmente interesada en cómo había sido el rendimiento de la “Libertad” y el estado de la tripulación.

Durante la conversación, el comandante le resumió la estrategia empleada en la regata: entre otros aspectos, la búsqueda de los vientos óptimos para el máximo rendimiento del buque –que en el caso de la fragata argentina son los moderados.

Además, el capitán Blanco narró cómo durante la competencia habían estado en contacto permanente con el velero “Cuauhtémoc” hasta el momento en que la “Libertad” cruzó la línea de arribo tan sólo unos minutos antes que el mexicano.

El comandante de la fragata agradeció el gesto a la ministra y hoy, durante la formación, reunió a su tripulación para retransmitir la felicitación. “Estoy muy orgulloso por el desempeño de toda la tripulación”, manifestó el capitán Blanco.

Línea de llegada

Durante la madrugada de ayer, poco después de las 3, la fragata ARA “Libertad” cruzó la línea de llegada, en segundo lugar después del “Cisne Branco”.

El velero de Brasil se adjudicó la cinta azul por haber sido el primero en arribar y con la llegada del último buque se conocerán los resultados finales, luego de corregir el tiempo.

Tras ocho días de navegación, en el que recorrieron más de 1.100 millas náuticas a vela (unos 2.035 kilómetros), nadie en la tripulación de la fragata se quería perder el minuto a minuto de la final.

La fragata navegaba a una velocidad promedio de 9,5 nudos (poco más de 16 kilómetros por hora), alrededor de la una de la mañana, cuando se desplegaron las velas mayores: se cazaron los juanetes y los sobrejuanetes. Esa maniobra permitió que la fragata obtuviera el nudo más que necesitaba para mantener la distancia con el “Cuauhtémoc”.

A las 2:48 se cruzó la línea de llegada de la regata marcada por la corbeta ARA “Drummond”. Luego de cruzar la meta, la fragata viró por estribor para volver al norte a buscar el área de fondeo. En ese momento la “embajadora de los mares” se cruzó con el “Cuauhtémoc” que navegaba con todas las velas desplegadas, acercándose estribor con estribor. Se podía ver al buque mexicano iluminado ya por las luces de la ciudad.

Ese fue el broche de una jornada en la que se venía disputando la llegada cabeza con cabeza con el “Cuauhtémoc”. La “Libertad” pudo llegar once minutos antes, con el último viento.

Con Mar del Plata a la vista

A bordo, los rostros fatigados se combinaban con la emoción de por fin haber alcanzado la meta. Lateral a Barrio Camet, se efectuó un circuito de espera antes de poner rumbo al fondeadero.

Alrededor de las ocho de la mañana finalizó la maniobra de fondeo, quedando a 2,2 millas náuticas a la altura de Cabo Corrientes. Una hora después, la fragata puso proa rumbo al muelle de amarre en la Base Naval Mar del Plata. Desde la costa de “La Feliz” la gente agitaba sus manos y saludaba mientras la fragata se iba aproximando.

Pasadas las 12:30, llegaron los remolcadores para facilitar el ingreso a la dársena de la base. Pese al clima lluvioso, el personal se encontraba formado sobre cubierta con su impecable uniforme blanco y los gavieros se formaron sobre las tablas de jarcia. Las temperaturas eran mucho más bajas a las que todos se habían acostumbrado, situación que se compensó con la cálida recepción que brindaba la ciudad balnearia.

Mientras se tomaban amarras, desde el muelle la Guardia Militar y la Banda de Música de la Armada Argentina rendían honores. Pocos momentos después, una pareja de baile realizaba una demostración de tango y llegaban las reinas del mar para saludar a los marinos. Era un verdadero festejo por los logros alcanzados.

Miles de personas presenciaban el ingreso de la “embajadora de los mares” que retornaba después de haber participado gallardamente en esta competencia oceánica. A lo lejos se divisaba un cartel que decía “Bienvenidos valiente muchachada”, símbolo del cariño brindado por los marplatenses a la tripulación de la “Libertad”.

En el muelle, el comité de recepción estuvo encabezado por el comandante del Área Naval Atlántica y jefe de la Base Naval Mar del Plata, contralmirante Edgardo Aníbal García, quien estuvo acompañado por otras autoridades navales que luego embarcaron para saludar a la Plana Mayor del buque.

Al cabo de unas horas, en la Base Naval Mar del Plata se encontraban amarrados los buques escuela “Cuauhtémoc”, “Cisne Branco” y “Esmeralda”. Este último ingresó con el bauprés partido y durante la noche el personal de ese buque se dedicó a tareas de reparación.

Fuente: gacetamarinera.com.ar

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