Tremenda expectativa
Esta medianoche comienza el rescate
De no mediar ningún inconveniente los 33 mineros serán izados, uno por uno, en una cápsula que fue probada con éxito ayer. El presidente Sebastián Piñera viajará hoy a la mina. También se espera la llegada de Evo Morales. Cuatro rescatistas bajarán.
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Operarios especializados trabajan en la instalación de las máquinas que desde esta noche intentarán sacar a los 33 mineros en San José. (AP) |
Esta medianoche deberá comenzar el histórico rescate de los 33 mineros atrapados en un yacimiento en el norte de Chile, que serán izados, uno por uno, a lo largo de 622 metros, en una cápsula que fue probada ayer con todo éxito.
“Estamos esperando iniciar el proceso de rescate a partir de la cero hora del día miércoles”, dijo el ministro Laurence Golborne en conferencia de prensa, mientras la expectativa crece entre los familiares acampados en torno al yacimiento San José.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció en Quito que hoy se reunirá con los familiares de los mineros y esperará junto a ellos el inicio del rescate.
Piñera utilizó el rescate como una metáfora para Chile. Será “un verdadero renacimiento no sólo para los 33 mineros sino que también para el espíritu de unidad, fuerza, fe y esperanza” de Chile, dijo el presidente.
Golborne informó que durante la madrugada de ayer se realizó con éxito una prueba con la cápsula que se usará para izar a la superficie a los mineros, la que alcanzó los 610 metros sobre un total de 622 metros del ducto por el cual serán emergidos.
Los familiares, alojados desde hace un par de meses en el campamento Esperanza, en inmediaciones de la mina, recibieron con tranquilidad las informaciones, que comentaban unos con otros en voz baja.
Pero tienen la impaciencia y el nerviosismo a flor de piel. “Ya no aguantamos más. Queremos tenerlos pronto con nosotros”, dice Clarina Segovia, hermana del minero Víctor Segovia, uno de los 33 mineros que quedaron sepultados en la mina el 5 de agosto por un derrumbe.
Muy contentos pero nerviosos
Otros están preocupados por la ansiedad de sus mineros, con los que se comunican regularmente en video conferencias.
“Está muy contento, pero muy, muy nervioso”, contó Alberto Segovia tras hablar con su hermano Darío, otro de los mineros sepultados.
Carolina Narváez, esposa del minero Raúl Bustos, relató que su marido “está feliz y lo único que quiere es salir”.
El ministro Golborne dijo que el operativo podría comenzar antes de la hora señalada. “Si es posible y el cemento fragua antes de los previsto y no tenemos inconvenientes y si se pudiera adelantar, sería maravilloso”, afirmó.
“Pero vamos a tomar todo el tiempo que sea necesario para asegurar la adecuada concreción de estos planes en un rescate seguro”, agregó.
Preparan recibimiento
Los familiares ya preparan el gran recibimiento de sus 33 héroes, 32 chilenos y un boliviano, en el campamento Esperanza, ante cientos de periodistas que han llegado hasta el desierto de Atacama para asistir el final de esta saga.
Para recibir a los mineros, además de Piñera se espera también la presencia del presidente boliviano, Evo Morales.
El trayecto en la cápsula hacia la superficie sumado al tiempo para que baje a buscar a otro minero tardará alrededor de una hora, por lo que se estima que será necesario un día y medio para completar la operación de rescate.
Los más hábiles
Ayer el comandante de la Armada Renato Navarro, quien participa en el operativo de rescate final, dijo que los primeros en salir “no son necesariamente los más jóvenes pero sí los más hábiles.
“Ellos nos podrán decir cómo fue el viaje desde el punto de vista del minero. Si al principio se siente un ruido enorme o al final, para avisarle a los demás y que estén tranquilos”, dijo.
Una vez en la superficie, los que se encuentren en buen estado, pasarán unas horas con sus familias para el ansiado reencuentro y de allí partirán en un vuelo de pocos minutos en helicóptero al hospital de Copiapó para una revisión médica.
El fin de semana fue de una celebración tras otra en el campamento Esperanza, luego de que una de las perforadoras, la que cumplía el denominado plan B, alcanzó el sábado el taller donde estaban los mineros, a 622 metros bajo tierra.
Los mineros conversaron con sus familias el sábado y el domingo. “Lloraron, se abrazaron entre ellos” para celebrar su inminente rescate, contó Alberto Segovia, hermano de Darío Segovia, otro de los atrapados.
Unos dos días después podrán festejar a lo grande. Y casi todos los familiares ya preparan su propia fiesta. Luis Galleguillos relató que tuvo un encargo muy especial de su amigo y vecino de toda la vida, el minero Esteban Rojas. “Me pidió que prepare una gran fiesta”.
Rojas se casará por el rito católico con Jessica Yáñez, y ya los amigos han convocado a una gran celebración para lo cual una calle permanecerá cerrada hasta altas horas de la noche. A la semana habrá un almuerzo con sus más allegados: “Allí nos podrá contar todo lo que ha vivido allá abajo”, narró.
Los mineros quedaron atrapados el 5 de agosto pasado y serán rescatados a partir de la medianoche de hoy, cuando cumplan 69 días de encierro. Agencia AFP
“Estamos esperando iniciar el proceso de rescate a partir de la cero hora del día miércoles”, dijo el ministro Laurence Golborne en conferencia de prensa, mientras la expectativa crece entre los familiares acampados en torno al yacimiento San José.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció en Quito que hoy se reunirá con los familiares de los mineros y esperará junto a ellos el inicio del rescate.
Piñera utilizó el rescate como una metáfora para Chile. Será “un verdadero renacimiento no sólo para los 33 mineros sino que también para el espíritu de unidad, fuerza, fe y esperanza” de Chile, dijo el presidente.
Golborne informó que durante la madrugada de ayer se realizó con éxito una prueba con la cápsula que se usará para izar a la superficie a los mineros, la que alcanzó los 610 metros sobre un total de 622 metros del ducto por el cual serán emergidos.
Los familiares, alojados desde hace un par de meses en el campamento Esperanza, en inmediaciones de la mina, recibieron con tranquilidad las informaciones, que comentaban unos con otros en voz baja.
Pero tienen la impaciencia y el nerviosismo a flor de piel. “Ya no aguantamos más. Queremos tenerlos pronto con nosotros”, dice Clarina Segovia, hermana del minero Víctor Segovia, uno de los 33 mineros que quedaron sepultados en la mina el 5 de agosto por un derrumbe.
Muy contentos pero nerviosos
Otros están preocupados por la ansiedad de sus mineros, con los que se comunican regularmente en video conferencias.
“Está muy contento, pero muy, muy nervioso”, contó Alberto Segovia tras hablar con su hermano Darío, otro de los mineros sepultados.
Carolina Narváez, esposa del minero Raúl Bustos, relató que su marido “está feliz y lo único que quiere es salir”.
El ministro Golborne dijo que el operativo podría comenzar antes de la hora señalada. “Si es posible y el cemento fragua antes de los previsto y no tenemos inconvenientes y si se pudiera adelantar, sería maravilloso”, afirmó.
“Pero vamos a tomar todo el tiempo que sea necesario para asegurar la adecuada concreción de estos planes en un rescate seguro”, agregó.
Preparan recibimiento
Los familiares ya preparan el gran recibimiento de sus 33 héroes, 32 chilenos y un boliviano, en el campamento Esperanza, ante cientos de periodistas que han llegado hasta el desierto de Atacama para asistir el final de esta saga.
Para recibir a los mineros, además de Piñera se espera también la presencia del presidente boliviano, Evo Morales.
El trayecto en la cápsula hacia la superficie sumado al tiempo para que baje a buscar a otro minero tardará alrededor de una hora, por lo que se estima que será necesario un día y medio para completar la operación de rescate.
Los más hábiles
Ayer el comandante de la Armada Renato Navarro, quien participa en el operativo de rescate final, dijo que los primeros en salir “no son necesariamente los más jóvenes pero sí los más hábiles.
“Ellos nos podrán decir cómo fue el viaje desde el punto de vista del minero. Si al principio se siente un ruido enorme o al final, para avisarle a los demás y que estén tranquilos”, dijo.
Una vez en la superficie, los que se encuentren en buen estado, pasarán unas horas con sus familias para el ansiado reencuentro y de allí partirán en un vuelo de pocos minutos en helicóptero al hospital de Copiapó para una revisión médica.
El fin de semana fue de una celebración tras otra en el campamento Esperanza, luego de que una de las perforadoras, la que cumplía el denominado plan B, alcanzó el sábado el taller donde estaban los mineros, a 622 metros bajo tierra.
Los mineros conversaron con sus familias el sábado y el domingo. “Lloraron, se abrazaron entre ellos” para celebrar su inminente rescate, contó Alberto Segovia, hermano de Darío Segovia, otro de los atrapados.
Unos dos días después podrán festejar a lo grande. Y casi todos los familiares ya preparan su propia fiesta. Luis Galleguillos relató que tuvo un encargo muy especial de su amigo y vecino de toda la vida, el minero Esteban Rojas. “Me pidió que prepare una gran fiesta”.
Rojas se casará por el rito católico con Jessica Yáñez, y ya los amigos han convocado a una gran celebración para lo cual una calle permanecerá cerrada hasta altas horas de la noche. A la semana habrá un almuerzo con sus más allegados: “Allí nos podrá contar todo lo que ha vivido allá abajo”, narró.
Los mineros quedaron atrapados el 5 de agosto pasado y serán rescatados a partir de la medianoche de hoy, cuando cumplan 69 días de encierro. Agencia AFP
El plan de rescate, paso a paso
El gobierno de Chile desarrolló un complejo plan para recibir en la superficie a los 33 mineros atrapados.
- La perforadora llegó a los mineros. La perforadora T-130 completó el sábado un hoyo de 622 m y 66 cm de diámetro hasta la galería subterránea donde se encuentran los mineros.
- Los mineros usaron explosivos. Los mineros atrapados debieron realizar una explosión controlada en la galería para abrir espacio a la cápsula que va a bajar a rescatarlos.
- El hoyo fue revestido parcialmente. Se revistieron los primeros 56 metros del hoyo, para protegerlo del desprendimiento de rocas.
- Mineros serán izados en una cápsula. Los 33 mineros serán izados a la superficie en una cápsula de 4 metros de alto y 450 kilos de peso dotada de oxígeno, equipo de comunicación y arneses de alta tecnología que miden los signos vitales de cada uno de ellos. A los mineros se les proveerá de ropa de material especial, guantes, agua y gafas oscuras para que no sufran daños oculares tras tanto tiempo en la oscuridad.
Primero los hábiles, luego los frágiles y finalmente los fuertes
Se ha identificado a cuatro mineros considerados los más hábiles, y de ellos el que sea voluntario subirá primero. Tendrá que ser un minero con capacidad para resolver cualquier problema durante el ascenso.
Luego de los hábiles, subirán los frágiles, entre los que están los de mayor peso, el minero que sufre de diabetes y otro que sufre dificultad respiratoria, mientras que los últimos en salir serían los más fuertes, capaces de seguir colaborando y manejando la ansiedad de la espera.
Atención médica inmediata.
Cada minero que vaya saliendo será recibido por médicos y paramédicos de la estatal Corporación Nacional del Cobre y la Marina, quienes les darán asistencia médica rápida en una carpa colocada justo al lado de la salida del hoyo.
En esa primera evaluación, se les harán preguntas simples como si tienen un dolor importante, y se evaluará su lucidez. Luego serán trasladados hasta un área de estabilización a pocos metros allí. En este lugar pasarán un mínimo de dos horas, donde se les dará suero, algunas vitaminas y antibióticos, e iniciarán la evaluación psicológica presencial. Serán atendidos por tres médicos y un psicólogo.
Encuentro con familiares. Tras verificar que el minero esté en buena condición física, pasará a unos módulos especiales aislados, a pocos metros de la carpa médica, donde podrá reunirse con dos o tres familiares.
Viaje en helicóptero al hospital: Luego serán trasladados en ambulancia hasta un helipuerto en la misma mina, construido para la ocasión, y llevados en helicópteros militares a una base militar y de allí en ambulancia recorrerán unos 300 metros a un hospital estatal de la vecina ciudad de Copiapó. En este lugar estarán un mínimo de 48 horas, para una revisión más exhaustiva. Si existe neblina -habitual en el desierto de Atacama- algunos mineros podrían ser trasladados por tierra.
Fuente: Los Andes Online



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