El General Otto Pérez es el nuevo mandatario de Guatemala
Logró el 53,7% de los votos. Durante su campaña prometió mano dura contra el crimen.
![]() |
| Otto Pérez saluda a sus seguidores junto a su vicepresidenta. (AP) |
martes, 08 de noviembre de 2011
Agencia AFP
El general derechista Otto Pérez, electo
presidente guatemalteco tras prometer mano dura contra el crimen que
agobia al país, llamó este lunes a forjar acuerdos en un congreso
fragmentado en múltiples bancadas y en el cual él tiene un tercio de
escaños.
Pérez, un militar especializado en lucha contra la insurgencia durante los años de la guerra civil que dejó 200.000 muertos, ganó la segunda vuelta electoral con el 53,7% de los votos frente al empresario derechista Manuel Baldizón, quien prometió aplicar pena de muerte y recibió 46,3% de sufragios.
El presidente electo, quien hereda un estado camino a la bancarrota, dijo que pedirá al legislativo una reforma fiscal que aumente del 10 al 14% del Producto Bruto Interno la recaudación, incremento que los partidos hasta hoy en la oposición, el suyo incluido, negaron al mandatario saliente Álvaro Colom.
“Yo optimista y poniéndome en una mesa quisiera que la carga tributaria llegara ojalá a un 14%. Este un esfuerzo que tenemos que hacer”, afirmó Pérez, que deberá administrar un presupuesto que proyecta un déficit del 3% del PBI.
Al mismo tiempo, Pérez insistió en declarar la guerra a los cárteles de drogas que operan en este país. “A esos grupos de narcotráfico yo les diría que van a encontrar un presidente que está decidido a retomar el control del territorio”, afirmó.
“Hablaremos con las bancadas que estén en la disposición de priorizar y poner primero los intereses de Guatemala y dejar por un lado los intereses personales”, dijo.
Pérez, un militar retirado de hablar cortante, hábito adquirido en 34 años de vida cuartelera, deberá tejer múltiples alianzas legislativas, ya que en el Congreso unicameral apenas dispone de 54 de los 158 escaños.
La segunda fuerza parlamentaria es el saliente oficialismo socialdemócrata de la coalición Une-Gana, que con sus 47 bancas aspira a poner en el centro del debate nuevamente los temas de desnutrición, pobreza y empleo.
La campaña electoral guatemalteca estuvo centrada en la obsesión por la inseguridad, en buena medida ocasionada por el crimen organizado y el narcotráfico y que se traduce en 48 homicidios cada cien mil habitantes, es decir, seis veces más que la media mundial.
Roxana Baldetti, convertida en la primera mujer vicepresidenta en la historia de este país, aseguró que van a recibir “un país destruido, endeudado, un país que como nunca antes en la historia, ni el peor momento del enfrentamiento armado interno, tiene los índices de delincuencia que hoy tiene”.
Pérez, un militar especializado en lucha contra la insurgencia durante los años de la guerra civil que dejó 200.000 muertos, ganó la segunda vuelta electoral con el 53,7% de los votos frente al empresario derechista Manuel Baldizón, quien prometió aplicar pena de muerte y recibió 46,3% de sufragios.
El presidente electo, quien hereda un estado camino a la bancarrota, dijo que pedirá al legislativo una reforma fiscal que aumente del 10 al 14% del Producto Bruto Interno la recaudación, incremento que los partidos hasta hoy en la oposición, el suyo incluido, negaron al mandatario saliente Álvaro Colom.
“Yo optimista y poniéndome en una mesa quisiera que la carga tributaria llegara ojalá a un 14%. Este un esfuerzo que tenemos que hacer”, afirmó Pérez, que deberá administrar un presupuesto que proyecta un déficit del 3% del PBI.
Al mismo tiempo, Pérez insistió en declarar la guerra a los cárteles de drogas que operan en este país. “A esos grupos de narcotráfico yo les diría que van a encontrar un presidente que está decidido a retomar el control del territorio”, afirmó.
“Hablaremos con las bancadas que estén en la disposición de priorizar y poner primero los intereses de Guatemala y dejar por un lado los intereses personales”, dijo.
Pérez, un militar retirado de hablar cortante, hábito adquirido en 34 años de vida cuartelera, deberá tejer múltiples alianzas legislativas, ya que en el Congreso unicameral apenas dispone de 54 de los 158 escaños.
La segunda fuerza parlamentaria es el saliente oficialismo socialdemócrata de la coalición Une-Gana, que con sus 47 bancas aspira a poner en el centro del debate nuevamente los temas de desnutrición, pobreza y empleo.
La campaña electoral guatemalteca estuvo centrada en la obsesión por la inseguridad, en buena medida ocasionada por el crimen organizado y el narcotráfico y que se traduce en 48 homicidios cada cien mil habitantes, es decir, seis veces más que la media mundial.
Roxana Baldetti, convertida en la primera mujer vicepresidenta en la historia de este país, aseguró que van a recibir “un país destruido, endeudado, un país que como nunca antes en la historia, ni el peor momento del enfrentamiento armado interno, tiene los índices de delincuencia que hoy tiene”.
Fuente: Los Andes Online



No hay comentarios:
Publicar un comentario