Revuelo por el plan para achicar la UE
Merkel desmintió los rumores sobre la posibilidad de crear un bloque de "dos velocidades"; Barroso lanzó un llamado a la unidad
Por Laura Lucchini
En los días más dramáticos de la crisis del euro, que dejaron en el centro de la escena a Italia, la canciller alemana, Angela Merkel, tuvo que desmentir ayer las
especulaciones acerca de la posibilidad de crear una Europa "achicada" o
de dos velocidades, encabezada por un "núcleo duro" de los países con
mejor situación económica, y en su lugar apostó por una estabilización
de la región.
Los rumores -filtrados en los últimos días por
funcionarios y diplomáticos de Alemania y Francia- hicieron mella en los
hipersensibles mercados financieros y, según una destacada fuente de la
Comisión Europea, fueron más bien "una forma de meter presión" a países
en dificultades -como Italia- para que aceleren la puesta en marcha de
medidas de disciplina fiscal. Un default de Italia amenaza con arrastrar
las grandes economías de la eurozona a una inexorable caída.
La
noticia difundida anteayer por la agencia Reuters sobre que Francia y
Alemania evaluarían la posibilidad de modificar la conformación de la
eurozona, creando un "núcleo duro" de países "disciplinados",
listos para una mayor integración política y fiscal, dio enseguida la
vuelta al mundo y causó aún más incertidumbre sobre la crisis de la
deuda.
Para despejar los nubarrones, Merkel se expresó ayer de
manera muy clara a favor de la Unión Europea (UE) con los 27 países.
"Alemania tiene un único fin: estabilizar la eurozona, tal y como es
ahora", dijo la canciller.
Además, Merkel se mostró convencida de que la unión monetaria estaría en la situación de volver a "ganarse credibilidad".
Casi al mismo tiempo, a través de Twitter, el vocero de
la canciller, Steffen Seibert, reforzó el mensaje. "Las informaciones de
que Alemania persigue proyectos para una eurozona achicada son falsas.
El gobierno quiere estabilizarla."
Sin embargo, un asesor del presidente francés, Nicolas
Sarkozy, dijo anoche al diario El País que el proyecto de una Europa de
dos velocidades estaba "sobre la mesa".
Reuters reveló anteayer que las discusiones entre
políticos de alto nivel en París, Berlín y Bruselas plantearían la
posibilidad de que uno o más países abandonen la eurozona, mientras el
núcleo restante se mueva hacia una mayor integración.
La agencia citaba fuentes anónimas que habrían confirmado
que "Francia y Alemania sostuvieron intensas consultas sobre este tema
en el curso de los últimos meses".
Inoportuno
No era anteayer el momento más adecuado para hablar de
divisiones en Europa. En particular, en Berlín, donde se celebraban los
22 años de la caída del Muro, una fecha que se considera también el
comienzo del proceso de integración europeo.
Los rumores de una Europa de dos velocidades
sorprendieron al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
En un discurso en Berlín, aprovechó para lanzar un llamado a la unidad.
"Una Europa dividida no funcionaría", dijo.
A su juicio, eso significaría transformar el bloque en
"una unión con un núcleo integrado y una periferia desconectada; una
unión dominada por un malsano equilibrio de poder o un tipo de
directorio". Todas estas opciones serían, pues, inaceptables.
De manera parecida reaccionó el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Junker. "El euro es un grupo sólido", aseguró.
Junker se dijo también "alérgico a tales estupideces
difundidas por aquellos que quieren mostrar divisiones en el euro". Aun
así, reconoció la gravedad de los problemas por el endeudamiento de
algunos países, pero aseguró que la existencia de la moneda única no
está en juego.
También manifestó su rechazo a la división de la zona
euro el presidente del Consejo Europeo , Herman van Rompuy, que aseguró
que "el objetivo es mantener unida la eurozona, con sus 17 miembros a
bordo".
El telón de fondo de las especulaciones sobre una
división de Europa fue la reciente decisión de la UE de dotarse de una
nueva estructura en una serie de cumbres.
En agosto, Merkel y Sarkozy formularon en París la idea
de dotar a la unión de un gobierno económico. El proyecto adquirió una
forma más concreta en octubre, en Bruselas. Inicialmente se encontraron
todos los países de la UE, pero en la cumbre final fueron excluidos las
10 naciones que no pertenecen al euro.
Por otra parte, Merkel volvió a defender la necesidad de
modificar los tratados. "Los compromisos conjuntos del Pacto de
Estabilidad y Crecimiento nos protegen a todos. Si no son cumplidos, una
institución europea debe tener el derecho de poder intervenir en un
presupuesto nacional que no ha cumplido", dijo.
Fuente: lanacion.com.ar


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