Irán y el cerco estratégico de Siria y el Líbano
Information Clearing House
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
El cerco de Siria y el Líbano está planificado desde hace tiempo. Washington y la OTAN comenzaron en 2001 el proceso de acordonar mediante un anillo de seguridad al Líbano y Siria. La presencia permanente de la OTAN en el Mediterráneo oriental y la Ley
de Responsabilización de Siria forman parte de esta iniciativa. Parece
que esta hoja de ruta se basa en un documento israelí de 1996 orientado a
controlar Siria. El nombre del documento es “Una ruptura definitiva:
Una nueva estrategia para garantizar la seguridad del reino de Israel”.
El
documento israelí, que incluye como autores a destacadas personalidades
de la política estadounidense, plantea que se “haga retroceder a Siria”
en el año 2000 o después. La hoja de ruta propone que se haga salir a
los sirios del Líbano, que se distraiga la atención de Damasco
utilizando una oposición antisiria en el Líbano, y luego la
desestabilización de Siria con la ayuda de Jordania y Turquía. Todo esto
ha ocurrido respectivamente entre 2005 y 2011. Es también el motivo por
el cual se crearon en el Líbano la Alianza [antisiria] del 14 de marzo y el Tribunal Especial para el Líbano (STL).
Como
primer paso hacia todo esto el documento de 1996 también pide el
derrocamiento del poder de Sadam Hussein en Bagdad e incluso alude a la
balcanización de Iraq y a la forja de una alianza estratégica regional
contra Damasco que incluya a un “Iraq Central” árabe musulmán suní. La
naturaleza sectaria de este proyecto es muy obvia, así como sus vínculos
con la oposición a una llamada “medialuna chií”. El plan trata de
fomentar divisiones sectarias como un medio para conquistar Siria y
crear un enfrentamiento chií-suní que se oponga a Irán y mantenga en el
poder a los monarcas árabes.
Estados
Unidos ha iniciado un refuerzo naval frente a las costas libia y
libanesa. Forma parte de las clásicas tácticas de Washington que las ha
utilizado como una forma de intimidación y de guerra psicológica contra
Irán, Siria y el Bloque de la Resistencia. Mientras
Washington se empeña en su refuerzo naval, las redes de medios
dominantes controlados por los saudíes y clientes árabes de EE.UU. se
concentran en el despliegue de navíos rusos hacia Siria, que se percibe
como una acción contra la OTAN.
Al-Ramtha
en Jordania se está utilizando para lanzar ataques a Daraa y territorio
sirio. El ministro del Estado jordano para Asuntos de Medios y
Comunicaciones, Rakan Al-Majali, incluso lo ha admitido en público y lo
ha descartado como contrabando de armas. Durante años, fuerzas jordanas
han impedido con éxito que armas lleguen a los palestinos de Cisjordania
ocupada por Israel desde territorio jordano. En realidad, Amman está
enviando armas a Siria y trabaja por la desestabilización de Siria.
Fuerzas jordanas actúan como una primera línea de defensa de Israel y
los servicios de inteligencia jordanos son una extensión de la CIA y del Mossad.
Según
los medios turcos, Francia ha enviado entrenadores militares a Turquía y
el Líbano para capacitar conscriptos contra Siria. Los medios libaneses
también sugieren lo mismo. El llamado Ejército Libre de Siria y otras
organizaciones de fachada de la OTAN
y del CCG también utilizan territorio turco y jordano para lanzar
incursiones a Siria. El Líbano también se utiliza para contrabandear
embarques de armas a Siria. Muchas de estas armas son en realidad armas
que el Pentágono ha redirigido secretamente hacia el Líbano desde Iraq
ocupado por los anglo-estadounidenses durante la presidencia de George
W. Bush Jr.
El
ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, ha prometido al Consejo
Nacional Sirio que se impondrá a Siria un “cordón humanitario”. Una vez
más, el Consejo Nacional Sirio no es una entidad independiente y por
ello Juppé no hizo realmente una promesa; en realidad fue una
declaración.
Mientras,
compañías extranjeras como Suncor Energy que fueron obligadas a irse de
Libia, no se han ido de Siria. El motivo por el cual esas compañías se
han quedado se ha presentado como humanitario, porque suministran
servicios locales en el interior de Siria. Por ejemplo Suncor Energy
ayudó a producir petróleo para la exportación desde Libia, pero en Siria
produce energía para el consumo local. En realidad, gobiernos hostiles
permiten que estas compañías se queden, porque extraen dinero de Siria.
Quieren impedir que ingrese dinero, mientras quieren vaciar la economía
local como catalizador para una implosión interna en Siria.
Junto con EE.UU. y sus aliados de la OTAN,
el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) está imponiendo sanciones que
incluyen un final de todos los vuelos a Siria. Los Estados del CCG y
Turquía se han sumado a los ministerios de exteriores de los Estados de la OTAN para pedir a sus ciudadanos que salgan de Siria. Como el Consejo de Seguridad de la ONU
ya no constituye una ruta viable contra Siria, es posible que el CCG
trate de imponer una zona de exclusión aérea sobre Siria mediante la Liga Árabe.
Turquía: caballo de Troya de la OTAN y entrada a Medio Oriente
Turquía estuvo presente en la reunión de la Liga
Árabe en Marruecos, que pidió el cambio de régimen en Damasco. Ankara
ha estado haciendo un juego sucio. Inicialmente, durante el comienzo de
la guerra de la OTAN
contra Libia, Ankara pretendió ser neutral mientras ayudaba al Consejo
de Transición en Bengasi. Al gobierno turco no le interesa la población
siria. Al contrario, las demandas que los funcionarios turcos han hecho a
los sirios significan que hay realpolitik en juego. Concordando
con el CCG, Turquía ha exigido que Damasco reoriente su política
exterior y se someta a las demandas de Washington como un nuevo
satélite. A través de una iniciativa de la OTAN, los turcos han sido responsables del reclutamiento de combatientes contra los gobiernos de Libia y Siria.
Durante
varios años, Ankara ha tratado sigilosamente de desvincular a Siria de
Irán y desplazar la influencia iraní en Medio Oriente. Turquía ha estado
trabajando para promover a su país y su imagen entre los árabes, pero
todo el tiempo ha sido un componente clave de los planes de Washington y
de la OTAN. Al
mismo tiempo, ha estado mejorando sus capacidades militares en el Mar
Negro y en sus fronteras con Irán y Siria. Su organismo de investigación
y desarrollo TUBITAK-SAGE, también anunció que Ankara iniciará en 2012
la producción en masa de misiles crucero, que se montarán en su armada y
que habrá entregas de aviones jet militares de EE.UU. que podrían
utilizarse en futuras guerra regionales. Turquía y la OTAN también acordaron que se mejoren las bases turcas para tropas de la OTAN.
En
septiembre de 2011, Ankara se unió al proyecto de escudo de misiles de
Washington, lo que molestó a Moscú y Teherán. El Kremlin ha reservado su
derecho a atacar instalaciones del escudo de misiles de la OTAN
en Europa Oriental, mientras Teherán se ha reservado el derecho a
atacar instalaciones del escudo de misiles en Turquía en caso de una
guerra regional. También ha habido discusiones sobre el despliegue de
misiles Iskander en Siria por parte del Kremlin.
Desde
junio de 2011, Ankara ha estado hablando de una invasión de Siria. Ha
presentado los planes de invasión como una misión humanitaria para
establecer una “zona divisoria” y un “corredor humanitario” según R2P,
mientras afirma que las manifestaciones en Siria son un tema regional y
no interior. En julio de 2011, a pesar de los estrechos vínculos económicos iraníes-turcos, la Guardia Revolucionaria
Iraní dejó claro que Teherán apoyará a los sirios y preferirá Damasco a
Ankara. En agosto de 2011, Ankara comenzó a desplegar soldados
retirados y unidades de su reserva militar hacia la frontera
turca-siria. En este contexto, la presencia militar rusa también se ha
reforzado en el puerto de Tartus.
De Damasco a Teherán
Tampoco es simple coincidencia que el senador Joseph Lieberman haya comenzado a exigir a principios de 2011 que el Pentágono y la OTAN
ataquen a Siria e Irán. Tampoco es una coincidencia que Teherán se haya
incluido en las recientes sanciones impuestas por el gobierno de Obama a
Damasco. Damasco es un objetivo intermedio para atacar Irán y, en
términos más amplios, debilitar a Teherán, Moscú y Pekín en la lucha por
el control de la masa continental eurasiática. EE.UU. y sus aliados
restantes están a punto de reducir sus fuerzas en Iraq, pero no quieren
abandonar la región o permitir que Iraq cree un puente con el
Mediterráneo oriental utilizando a Iraq.
Una
vez que EE.UU. se vaya de Iraq, habrá un corredor directo entre el
Líbano y Siria con Irán. Será una pesadilla para Washington y Tel Aviv.
Arraigará la dominación regional iraní y reforzará el Bloque de la Resistencia,
que unirá a Irán, Siria, Iraq, el Líbano y a los palestinos. Tanto
Israel como EE.UU. sufrirán importantes golpes estratégicos.
La
presión sobre Siria está directamente vinculada con la retirada
estadounidense de Iraq y a los esfuerzos de Washington por impedir que
Teherán consiga otras ventajas geopolíticas. Al sacar a Damasco de la
ecuación, Washington y sus aliados esperan crear un revés geoestratégico
para Irán.
Todo
lo que Washington hace sirve de preparación para la nueva realidad
geopolítica y un intento de preservar su posición regional. Las fuerzas
militares estadounidenses de Iraq en realidad se reposicionarán en los
países del CCG en el Golfo Pérsico. Kuwait albergará nuevas unidades de
combate planeadas para volver a Iraq si la seguridad colapsa, como en el
caso de una guerra regional o para enfrentar a Irán y sus aliados en un
futuro conflicto. EE.UU. está activando ahora la denominada “Coalición
de los Moderados” que creó bajo George W. Bush Jr. y la está dirigiendo
contra Irán, Siria y sus aliados regionales.
El
23 de noviembre de 2011 los turcos firmaron un acuerdo militar con Gran
Bretaña para establecer una cooperación estratégica y para crear lazos
militares más estrechos entre ambos países. Durante una importante
visita de Estado de Abdullah Gül a Londres, el acuerdo fue firmado por
el secretario de Defensa Phillip Hammond y el jefe adjunto del Estado
Mayor General, HulusiAkar. El acuerdo anglo-turco interviene en el marco
de las reuniones que el jefe británico del Estado de Defensa, el
general David Richards, y Liam Fox, el ex ministro de defensa británico
acosado por los escándalos, tuvo con funcionarios israelíes en Tel Aviv.
Después de la visita del general Richards a Israel, Ehud Barak visitará
Gran Bretaña y después Canadá para efectuar conversaciones sobre Siria y
su aliado estratégico iraní. Dentro de este período los gobiernos
británico y canadiense declararían que están dispuestos a la guerra
contra Siria e Irán.
Londres
ha anunciado que también ha preparado planes militares para una guerra
contra Siria e Irán. Al otro lado del Atlántico, el ministro de Defensa
de Canadá, Peter MacKay, provocó ondas de choque en su país cuando hizo
anuncios beligerantes sobre una guerra con Siria e Irán. También anunció
que Canadá va a adquirir una nueva serie de jets militares como parte
de una importante compra de armas. Días después, tanto Canadá como Gran
Bretaña cortaron sus vínculos bancarios y financieros con Irán. En
realidad, esos pasos han sido en gran parte simbólicos, porque Teherán
ha estado limitando deliberadamente sus vínculos con Gran Bretaña y
Canadá. Durante meses los iraníes también han estado evaluando
abiertamente el corte de sus vínculos con Gran Bretaña y otros miembros
de la UE.
Los eventos que tienen que ver con Siria tienen mucho más que ver con la geopolítica de Medio Oriente que solo con Siria. En la Knéset
[Parlamento] israelí, los eventos en Siria se vincularon naturalmente
con la reducción del poder iraní en Medio Oriente. Tel Aviv se ha estado
preparando para un conflicto importante durante varios años. Esto
incluye sus vuelos militares de larga distancia a Grecia que simulaban
un ataque contra Irán y su despliegue de submarinos con armas nucleares
al Golfo Pérsico. También ha realizado sus ejercicios “Turning Point”
[Cambio radical], que se proponen asegurar la continuación del gobierno
israelí mediante la evacuación y reubicación del gabinete y los
funcionarios israelíes, incluidos el ministerio de finanzas israelí, a
búnkeres secretos en caso de una guerra.
Durante
media década Washington ha estado dirigiendo un refuerzo de los
armamentos en Medio Oriente apuntando a Irán y al Bloque de la Resistencia. Ha
enviado masivos embarques de armas a Arabia Saudí. Ha enviado entregas
de revienta-búnkeres a los EAU y a Israel, entre otros, mientras ha
actualizado su propio arsenal letal. Los funcionarios estadounidenses
también han comenzado a hablar abiertamente de asesinatos de dirigentes y
militares iraníes mediante operaciones clandestinas. Lo que el mundo
enfrenta es un camino hacia una posible escalada militar que podría ir
mucho más allá de las fronteras de Medio Oriente e incluir a Rusia,
China, y sus aliados. La Guardia Revolucionaria
también ha dejado claro que si se provoca un conflicto con Irán, el
Líbano, Iraq, y los palestinos estarán involucrados como aliados de
Irán.
Mahdi
Darius Nazemroaya es sociólogo escritor, columnista e investigador. Sus
trabajos se editan en una amplia gama de publicaciones y se han
traducido a más de veinte idiomas. Trabaja actualmente en el Instituto
de Estudios Interdisciplinarios (IIS) y es investigador asociado del Centre for Research on Globalization (CRG).
Fuente: Rebelion.org
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