Mario Cardama: “La aviación es fomentada por el sector agrícola”
Su empresa de aviones se dedica a realizar fumigación de cultivos y vuelos sanitarios, entre otras actividades. Dice que faltan aeródromos y que la actividad está creciendo.
Por María Soledad González - Especial para Los Andes
Mario Cardama es un empresario referente en
el área de aviación en la provincia. Tiene su propio aeródromo y su
relación con el sector data desde la infancia. Antes que empresario se
lo ve como un apasionado de la aviación en todos sus aspectos. Junto a
sus hijos, Mario, Diego y José, lleva adelante Aerotec, una de las
empresas más importantes del sector en Mendoza.
-¿Cómo observa al sector en general?
-Hay una perspectiva nacional, en donde Argentina viene perdiendo competitividad porque los costos laborales son altos y no somos tan competitivos como hace unos tres o cuatro años. Si bien Argentina tiene una mano de obra capacitada, es de costos crecientes. Eso nos deja afuera de determinadas oportunidades en el negocio si nos comparamos con Brasil o con los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
-¿A qué oportunidades se refiere?
-Específicamente, si hablamos de proyectos industriales, de producción de aviones locales, tenemos una clara desventaja con los países del BRIC. Aun así el crecimiento de la economía es un motor para el crecimiento de la aviación. El parque nacional de aviones del país se viene incrementando a una tasa superior que la del crecimiento de la economía. Lo cierto, es que son aviones que de alguna manera se están reponiendo, ya que con la crisis del 2001 muchos dueños de aviones tuvieron que desprenderse de ese activo, que cotiza a precios internacionales estables.
La cantidad de aviones de hoy es una cifra comparable con la que se tenía en el 2000, pero con la diferencia de que los aviones que hoy están en Argentina con fines empresarios o recreativos son de menor porte y menor precio que los que se vendieron hace 10 años, salvo el caso de los aviones fumigadores. La recuperación del parque nacional de aviones está fuertemente ligada al sector agrícola, que necesita los aviones como una herramienta de trabajo comparable con el trabajo que realiza un tractor.
-¿Y en Mendoza cómo está el sector?
-En lo provincial, la actividad es principalmente recreativa y en lo productivo el uso de los aviones es limitado, pero en ambos casos se ve un incremento o mejora. Yo creo que hoy tenemos una oportunidad en Mendoza porque los nuevos emprendimientos agrícolas de la provincia, ya sea olivícola, vitícolas u hortícolas, se dan en escalas mayores, con extensiones importantes.
Y el uso de aviones en tareas agrícolas es una oportunidad para la mejora de los costos de estas empresas. Ya que la utilización de aviones para la realización de algunas tareas agrícolas culturales tiene un costo similar o menor que los de un tractor, pero con el beneficio de que se utiliza menos producto y se realizan en menor tiempo. En Mendoza cuando llueve mucho y no pueden entrar con los tractores a la finca nos han contratado tanto del sector vitivinícola como del sector agrícola para realizar tareas.
-¿Cómo cuidan el medio ambiente?
-Lejos de ser malo para el medio ambiente, los aviones tienen un GPS que identifica a dónde va el producto. Se elimina la deriva del producto, es decir no se desperdicia producto y se racionaliza el uso de agroquímicos. Cuando uno utiliza un atomizador en un tractor tira entre 500 y 600 litros por hectárea de producto, mientras que nosotros con el trabajo hecho por un avión estamos hablando de entre 30 y 40 litros de producto por hectárea. Los costos son comparables con un tractor o menores, dependiendo del caso.
-¿Cuáles son los principales problemas que enfrentan en la provincia?
-Uno de los problemas que tenemos es la infraestructura aeroportuaria en Mendoza. Por ejemplo, en el Valle de Uco no hay un aeródromo, si bien hay algunos anuncios, todavía no hay un espacio habilitado.
En el norte de la provincia tampoco hay aeródromos habilitados. Los aeródromos que están habilitados, como es el caso del aeropuerto de San Rafael, de Malargüe o Mendoza, tienen un sistema tan burocrático y anacrónico que hacen poco posible la utilización de esa opción para aviones civiles agrícolas. Los aeropuertos más importantes de la provincia no tienen una estructura que facilite o fomente el uso de aviones de pequeño porte.
-¿Cuesta conseguir en la provincia mano de obra capacitada?
-No es fácil conseguir mano de obra capacitada. Gente con capacitación formal en aeronáutica en Mendoza es difícil de encontrar. El taller hace tres tipos de trabajo, mantenimiento de nuestros aviones, atención de aviones de terceros y revisión anual obligatoria de aviones. Este año le hicimos la revisión pedida por el ANAC a más de 100 aviones, desde planeadores, aviones bimotores y aviones agrícola y de lucha contra incendio de gran porte.
-¿Qué perspectivas tienen para el año próximo?
-El futuro lo vemos promisorio. Propendemos a que haya más aviación civil en la provincia. Para eso el sector en general necesita mayor infraestructura y algún tipo de apoyo. En la medida en que la economía siga alguna senda creciente, que la inflación se controle para evitar el crecimiento de costos y que la parte aduanera siga por lo menos semi abierta y no nos cerremos al mundo, las perspectivas son buenas. La aviación en general es fomentada por el sector agrícola, que viene creciendo fuertemente.
Para 2012 esperamos que no se muevan mucho las políticas monetarias; dependemos considerablemente de ellas. La aviación depende fuertemente de lo que pasa con el dólar, porque es una actividad que trabaja con precios internacionales. Y los movimientos en este sentido afectan al sector.
Sin duda, el gran desafío es lidiar con la inflación; ante contratos que hemos firmado que no prevén actualización, lo que buscamos es eficientizar los costos. Tratamos de encontrar maneras alternativas para paliar el aumento de costos. Los mayores costos son los laborales y el aumento en los combustibles. Otro problema que tenemos son las trabas paraarancelarias en la aduana, principalmente. En el último año el precio del combustible aumentó un 40%.
-¿Qué inversiones planean para 2012?
-Como empresa tenemos planeado realizar más inversiones en el aeródromo que tenemos en Rivadavia; estamos haciendo otro hangar. Acabamos de cerrar un contrato de representación para toda Argentina de la empresa Thrush Aircraft, que son los segundos mayores productores de aviones agrícolas del mundo y desde Mendoza los vamos a distribuir para todo el país. En el acuerdo, los aviones que nos enviarían serían básicos, y nosotros en nuestro taller le colocaríamos los equipos opcionales como GPS, equipos radioeléctricos, los esquemas de pintura que requieran los clientes, entre otros.
-¿Cómo observa al sector en general?
-Hay una perspectiva nacional, en donde Argentina viene perdiendo competitividad porque los costos laborales son altos y no somos tan competitivos como hace unos tres o cuatro años. Si bien Argentina tiene una mano de obra capacitada, es de costos crecientes. Eso nos deja afuera de determinadas oportunidades en el negocio si nos comparamos con Brasil o con los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
-¿A qué oportunidades se refiere?
-Específicamente, si hablamos de proyectos industriales, de producción de aviones locales, tenemos una clara desventaja con los países del BRIC. Aun así el crecimiento de la economía es un motor para el crecimiento de la aviación. El parque nacional de aviones del país se viene incrementando a una tasa superior que la del crecimiento de la economía. Lo cierto, es que son aviones que de alguna manera se están reponiendo, ya que con la crisis del 2001 muchos dueños de aviones tuvieron que desprenderse de ese activo, que cotiza a precios internacionales estables.
La cantidad de aviones de hoy es una cifra comparable con la que se tenía en el 2000, pero con la diferencia de que los aviones que hoy están en Argentina con fines empresarios o recreativos son de menor porte y menor precio que los que se vendieron hace 10 años, salvo el caso de los aviones fumigadores. La recuperación del parque nacional de aviones está fuertemente ligada al sector agrícola, que necesita los aviones como una herramienta de trabajo comparable con el trabajo que realiza un tractor.
-¿Y en Mendoza cómo está el sector?
-En lo provincial, la actividad es principalmente recreativa y en lo productivo el uso de los aviones es limitado, pero en ambos casos se ve un incremento o mejora. Yo creo que hoy tenemos una oportunidad en Mendoza porque los nuevos emprendimientos agrícolas de la provincia, ya sea olivícola, vitícolas u hortícolas, se dan en escalas mayores, con extensiones importantes.
Y el uso de aviones en tareas agrícolas es una oportunidad para la mejora de los costos de estas empresas. Ya que la utilización de aviones para la realización de algunas tareas agrícolas culturales tiene un costo similar o menor que los de un tractor, pero con el beneficio de que se utiliza menos producto y se realizan en menor tiempo. En Mendoza cuando llueve mucho y no pueden entrar con los tractores a la finca nos han contratado tanto del sector vitivinícola como del sector agrícola para realizar tareas.
-¿Cómo cuidan el medio ambiente?
-Lejos de ser malo para el medio ambiente, los aviones tienen un GPS que identifica a dónde va el producto. Se elimina la deriva del producto, es decir no se desperdicia producto y se racionaliza el uso de agroquímicos. Cuando uno utiliza un atomizador en un tractor tira entre 500 y 600 litros por hectárea de producto, mientras que nosotros con el trabajo hecho por un avión estamos hablando de entre 30 y 40 litros de producto por hectárea. Los costos son comparables con un tractor o menores, dependiendo del caso.
-¿Cuáles son los principales problemas que enfrentan en la provincia?
-Uno de los problemas que tenemos es la infraestructura aeroportuaria en Mendoza. Por ejemplo, en el Valle de Uco no hay un aeródromo, si bien hay algunos anuncios, todavía no hay un espacio habilitado.
En el norte de la provincia tampoco hay aeródromos habilitados. Los aeródromos que están habilitados, como es el caso del aeropuerto de San Rafael, de Malargüe o Mendoza, tienen un sistema tan burocrático y anacrónico que hacen poco posible la utilización de esa opción para aviones civiles agrícolas. Los aeropuertos más importantes de la provincia no tienen una estructura que facilite o fomente el uso de aviones de pequeño porte.
-¿Cuesta conseguir en la provincia mano de obra capacitada?
-No es fácil conseguir mano de obra capacitada. Gente con capacitación formal en aeronáutica en Mendoza es difícil de encontrar. El taller hace tres tipos de trabajo, mantenimiento de nuestros aviones, atención de aviones de terceros y revisión anual obligatoria de aviones. Este año le hicimos la revisión pedida por el ANAC a más de 100 aviones, desde planeadores, aviones bimotores y aviones agrícola y de lucha contra incendio de gran porte.
-¿Qué perspectivas tienen para el año próximo?
-El futuro lo vemos promisorio. Propendemos a que haya más aviación civil en la provincia. Para eso el sector en general necesita mayor infraestructura y algún tipo de apoyo. En la medida en que la economía siga alguna senda creciente, que la inflación se controle para evitar el crecimiento de costos y que la parte aduanera siga por lo menos semi abierta y no nos cerremos al mundo, las perspectivas son buenas. La aviación en general es fomentada por el sector agrícola, que viene creciendo fuertemente.
Para 2012 esperamos que no se muevan mucho las políticas monetarias; dependemos considerablemente de ellas. La aviación depende fuertemente de lo que pasa con el dólar, porque es una actividad que trabaja con precios internacionales. Y los movimientos en este sentido afectan al sector.
Sin duda, el gran desafío es lidiar con la inflación; ante contratos que hemos firmado que no prevén actualización, lo que buscamos es eficientizar los costos. Tratamos de encontrar maneras alternativas para paliar el aumento de costos. Los mayores costos son los laborales y el aumento en los combustibles. Otro problema que tenemos son las trabas paraarancelarias en la aduana, principalmente. En el último año el precio del combustible aumentó un 40%.
-¿Qué inversiones planean para 2012?
-Como empresa tenemos planeado realizar más inversiones en el aeródromo que tenemos en Rivadavia; estamos haciendo otro hangar. Acabamos de cerrar un contrato de representación para toda Argentina de la empresa Thrush Aircraft, que son los segundos mayores productores de aviones agrícolas del mundo y desde Mendoza los vamos a distribuir para todo el país. En el acuerdo, los aviones que nos enviarían serían básicos, y nosotros en nuestro taller le colocaríamos los equipos opcionales como GPS, equipos radioeléctricos, los esquemas de pintura que requieran los clientes, entre otros.
Perfil
Mario Cardama tiene 65 años.
Su relación con la aviación, de alguna manera, empezó a los 12 años,
cuando se inició en el aeromodelismo; de ahí declara que los aviones
principalmente son una pasión. A los 18 años ya volaba. Sin embargo,
como empresario incursionó en otros rubros antes de dedicarse 100% a la
aviación.
Cardama compró sus primeros aviones en 1979: un Cessna 150 y un Piper Cherokee 140. En el Aeroparque Provincial que se encuentra al noreste del Cerro de la Gloria, a unos quinientos metros del camino a El Challao (donde actualmente funciona el Helipuerto de la Policía de Mendoza ), trabajó en la escuela de pilotos como instructor de vuelo de avión y planeador. En 1996 fundó Aerotec, la empresa que actualmente lidera junto a sus tres hijos, con el objetivo de utilizar los aviones para hacer publicidad aérea en la Costa Atlántica.
Ya en el 2000 inauguró el taller homologado para reparar aviones. Hoy la empresa realiza tareas de aeroaplicaciones, fumigación aérea de cultivos, publicidad, taxi aéreo, patrullaje de ductos, fotografía, vuelos sanitarios, entre otros. Tiene más de 3.500 horas de vuelo.
Cardama compró sus primeros aviones en 1979: un Cessna 150 y un Piper Cherokee 140. En el Aeroparque Provincial que se encuentra al noreste del Cerro de la Gloria, a unos quinientos metros del camino a El Challao (donde actualmente funciona el Helipuerto de la Policía de Mendoza ), trabajó en la escuela de pilotos como instructor de vuelo de avión y planeador. En 1996 fundó Aerotec, la empresa que actualmente lidera junto a sus tres hijos, con el objetivo de utilizar los aviones para hacer publicidad aérea en la Costa Atlántica.
Ya en el 2000 inauguró el taller homologado para reparar aviones. Hoy la empresa realiza tareas de aeroaplicaciones, fumigación aérea de cultivos, publicidad, taxi aéreo, patrullaje de ductos, fotografía, vuelos sanitarios, entre otros. Tiene más de 3.500 horas de vuelo.
Fuente: Los Andes Online


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