La imagen de la monarquía española se resiente aún más
Los últimos accidentes y un escándalo por corrupción ponen en tela de juicio a la familia real.
Agencias AFP y clarin.com
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| La familia real española, una de las más discretas y menos escandalosas del mundo. Ahora pasa su peor momento. |
En un año poco halagüeño, los accidentes, un
escándalo de corrupción y la polémica por el viaje del Rey a Bostwana
han afeado la imagen de una familia real española que presume de su
popularidad.
El último sobresalto fue la caída del rey Juan Carlos el viernes durante una cacería en Bostwana, donde se partió la cadera derecha.
El monarca tuvo que ser repatriado urgentemente y operado el sábado en Madrid en el hospital USP San José, donde le colocaron una prótesis.
Los médicos que atienden al Rey, de 74 años, aseguraron este domingo que "la evolución del paciente es plenamente satisfactoria". "Está muy animado y pronto estará plenamente recuperado para volver a su actividad habitual", abundó el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, después de visitarlo ayer.
La Casa Real española no confirmó el motivo del viaje del monarca, indicando simplemente que se trataba de un desplazamiento privado.
En tanto, el monarca no puede retomar sus funciones hasta por lo menos un mes y, por ende, su hijo el príncipe Felipe (44) fue elegido para suplir temporalmente a su padre, en quien se apoya el gobierno español para resolver disputas diplomáticas, impulsar el comercio internacional y fungir como el máximo enlace del país.
"Ha llegado el momento de que la Casa Real se plantee, en este caso el jefe del Estado, que tiene que elegir entre las obligaciones y las servidumbres de las responsabilidades públicas o una abdicación que le permita disfrutar de una vida diferente", criticó Tomás Gómez, secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM) y portavoz en la Asamblea de Madrid, en rueda de prensa en la sede del PSM.
Las circunstancias del accidente, sin embargo, han levantado cierta indignación en una España azotada por la crisis económica.
Según la prensa, don Juan Carlos viajó a Bostwana para participar en una cacería de elefantes, actividad que está autorizada con la condición de pagar entre 7.000 y 30.000 euros.
Ayer, los principales diarios españoles mostraban una antigua foto del Rey posando, escopeta en mano, delante de un elefante muerto, una imagen que ha dado que hablar.
En diciembre, don Juan Carlos había pedido "rigor, seriedad y ejemplaridad", lo que se interpretó como una alusión al escándalo de corrupción en el que está implicado su yerno Iñaki Urdangarin, quien tuvo que prestar declaración ante el juez en febrero.
En un intento por proteger su imagen, la Casa Real publicó por primera vez sus cuentas y excluyó a Urdangarin de sus ceremonias oficiales.
Accidente del nieto
Esta semana, el nieto mayor del monarca, Felipe Juan Froilán Marichalar de Borbón, de 13 años, se disparó accidentalmente en el pie derecho mientras manejaba una escopeta, una práctica prohibida en España a los menores de 14 años. La intervención del sábado fue la cuarta a la que se ha sometido el Rey en los dos últimos años.
En 2010 se le extirpó un tumor benigno de un pulmón. El año pasado, se le implantó en junio una prótesis en la rodilla derecha y en setiembre fue intervenido por una rotura del talón de Aquiles.
En noviembre pasado, el Rey tuvo que asistir a una ceremonia oficial con gafas de sol para esconder un ojo morado, provocado según un portavoz de palacio por un "golpe contra una puerta".
Los problemas de salud del monarca hacen pensar cada vez más en la sucesión en la persona de su hijo, el príncipe Felipe.
La sucesión real se presenta delicada en un país en el que, según los sondeos, la gente está más apegada al personaje de Juan Carlos que a la institución, declarándose más "juancarlista" que monárquica.
El último sobresalto fue la caída del rey Juan Carlos el viernes durante una cacería en Bostwana, donde se partió la cadera derecha.
El monarca tuvo que ser repatriado urgentemente y operado el sábado en Madrid en el hospital USP San José, donde le colocaron una prótesis.
Los médicos que atienden al Rey, de 74 años, aseguraron este domingo que "la evolución del paciente es plenamente satisfactoria". "Está muy animado y pronto estará plenamente recuperado para volver a su actividad habitual", abundó el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, después de visitarlo ayer.
La Casa Real española no confirmó el motivo del viaje del monarca, indicando simplemente que se trataba de un desplazamiento privado.
En tanto, el monarca no puede retomar sus funciones hasta por lo menos un mes y, por ende, su hijo el príncipe Felipe (44) fue elegido para suplir temporalmente a su padre, en quien se apoya el gobierno español para resolver disputas diplomáticas, impulsar el comercio internacional y fungir como el máximo enlace del país.
"Ha llegado el momento de que la Casa Real se plantee, en este caso el jefe del Estado, que tiene que elegir entre las obligaciones y las servidumbres de las responsabilidades públicas o una abdicación que le permita disfrutar de una vida diferente", criticó Tomás Gómez, secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM) y portavoz en la Asamblea de Madrid, en rueda de prensa en la sede del PSM.
Las circunstancias del accidente, sin embargo, han levantado cierta indignación en una España azotada por la crisis económica.
Según la prensa, don Juan Carlos viajó a Bostwana para participar en una cacería de elefantes, actividad que está autorizada con la condición de pagar entre 7.000 y 30.000 euros.
Ayer, los principales diarios españoles mostraban una antigua foto del Rey posando, escopeta en mano, delante de un elefante muerto, una imagen que ha dado que hablar.
En diciembre, don Juan Carlos había pedido "rigor, seriedad y ejemplaridad", lo que se interpretó como una alusión al escándalo de corrupción en el que está implicado su yerno Iñaki Urdangarin, quien tuvo que prestar declaración ante el juez en febrero.
En un intento por proteger su imagen, la Casa Real publicó por primera vez sus cuentas y excluyó a Urdangarin de sus ceremonias oficiales.
Accidente del nieto
Esta semana, el nieto mayor del monarca, Felipe Juan Froilán Marichalar de Borbón, de 13 años, se disparó accidentalmente en el pie derecho mientras manejaba una escopeta, una práctica prohibida en España a los menores de 14 años. La intervención del sábado fue la cuarta a la que se ha sometido el Rey en los dos últimos años.
En 2010 se le extirpó un tumor benigno de un pulmón. El año pasado, se le implantó en junio una prótesis en la rodilla derecha y en setiembre fue intervenido por una rotura del talón de Aquiles.
En noviembre pasado, el Rey tuvo que asistir a una ceremonia oficial con gafas de sol para esconder un ojo morado, provocado según un portavoz de palacio por un "golpe contra una puerta".
Los problemas de salud del monarca hacen pensar cada vez más en la sucesión en la persona de su hijo, el príncipe Felipe.
La sucesión real se presenta delicada en un país en el que, según los sondeos, la gente está más apegada al personaje de Juan Carlos que a la institución, declarándose más "juancarlista" que monárquica.
Fuente: Los Andes Online



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