El día del cese, legisladores negociaban instalar una base militar
Destitución de Lugo, maniobra política de Estados Unidos
Mientras se realizaba el juicio político exprés contra el presidente democráticamente electo de Paraguay, Fernando Lugo, el pasado 22 de junio, considerado
ilegalpor los países vecinos, diputados paraguayos se reunían con militares de Estados Unidos para negociar la instalación de una base castrense en el Chaco, territorio extenso y despoblado del país sudamericano.
El
legislador José López Chávez, quien respondía al grupo disidente del
Partido Colorado (la Unace) –encabezado por el general golpista Lino
Oviedo, con el cual tiene algunas diferencias– y es presidente de la
Comisión de Defensa de la cámara baja, expresó su
esperanzaen que Estados Unidos instale bases militares en el Chaco, según fuentes de ABC Color (www.abccolor.com.py).
De
acuerdo con ese medio, el más poderoso complejo mediático de la derecha
en Paraguay y clave en la destitución de Lugo, el diputado López Chávez
–acusado de conductas mafiosas– confirmó que dialogó con jefes
militares estadunidenses sobre la posibilidad de instalar bases, aunque
el tema está siendo analizado por el Pentágono.
En declaraciones a una radiodifusora paraguaya (789 AM), el legislador argumentó que
es necesarioinstalar dichas bases, ya que, según su apreciación, Bolivia
constituye una amenaza para Paraguay, debido a la carrera armamentista que desarrolla. Asimismo alega que su país necesita mejorar su seguridad en las zonas despobladas.
La
ayuda humanitaria
El posible acuerdo bilateral llevaría
ayuda humanitaria de tropas estadunidensespara la población local. Como se sabe, la
acción cívicay la
ayuda humanitaria, que ya han realizado tropas de Estados Unidos en Paraguay, a las que se dio inmunidad diplomática en mayo de 2005, es un esquema de contrainsurgencia, espionaje y control poblacional y territorial.
Según las fuentes, esa propuesta tomó estado público el pasado 23 de junio,
luego de un encuentro entre referentes de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados con un grupo de generales de Estados Unidos, el cual llegó al país para dialogar sobre eventuales acuerdos de cooperación.
Esta
podría ser una de las causas de la rapidez con que se sacó a Lugo del
gobierno, por los compromisos con el Mercado Común del Sur (Mercosur) y
la Unión de Naciones Sudamericanas, lo que no habría permitido avanzar
en el proceso de bases castrenses.
En 2009 Lugo había rechazado,
aunque débilmente, la posibilidad de grandes maniobras del Comando Sur
en Paraguay, aduciendo los compromisos con naciones asociadas.
Pero
desde mayo de 2005 –antes de la llegada de Lugo al gobierno– se
permitió el ingreso de tropas estadunidenses a Paraguay con inmunidad,
permiso de libre tránsito y permanencia para sus soldados con vigencia
hasta diciembre de 2006, prorrogable automáticamente, como entonces
publicó este periódico.
Fue uno de los golpes más fuertes que
Washington asestó contra el Mercosur, el cual renunció así a su poder
jurisdiccional, ya que las tropas pueden trasegar armamento, equipo y
medicamentos y actuar en cualquier lugar del territorio, y sin nuevas
autorizaciones en esos momentos entraron un contingente de 400 soldados
–el primero– y grupos especiales.
En realidad, este tipo de tropas nunca se fueron de Paraguay. Cuando el dictador Alfredo Stroessner fue derrocado por un golpe
entre amigosen febrero de 1989 se mantuvieron en el poder militares que habían participado en su larga dictadura (1954-1989).
Paraguay
perdió el derecho de investigar los delitos que pudieran cometer las
tropas extranjeras y no podrá demandar a Washington ante la Corte Penal
Internacional, violando así su legislación.
En Paraguay, informes
detallados de analistas militares advirtieron sobre la poderosa
infraestructura de Estados Unidos en un país de importancia
geoestratégica, porque limita con Bolivia, Brasil, Argentina y está
relativamente cerca de otros donde hay bases castrenses estadunidenses.
Los
militares del Comando Sur han marcado el territorio que está sobre el
extenso acuífero guaraní, uno de los más grandes de agua potable del
mundo, ubicado en la triple frontera que tiene Paraguay con Argentina y
Brasil.
Según los informes castrenses, todos los cuarteles
paraguayos cercanos a las fronteras están preparados como
infraestructura para tropas estadunidenses, las cuales incluso han
cavado pozos artesianos para agua potable, supuestamente para
campesinos, que en realidad éstos no utilizan.
Así, el cuartel
Mariscal Estigarribia, situado a sólo 250 kilómetros de Bolivia, tiene
una pista de casi 3 mil 800 metros de largo, en un país que tiene
escasas fuerzas aéreas.
Ésta fue construida por tropas
estadunidenses, las cuales la modernizaron en años recientes y está
diseñada para recibir aviones Galaxy y B-52, así como
otras aeronaves portadoras de equipo y armamento de gran escala; también
está preparada la pista de la base de Palmerola, en Honduras.
De
la misma manera, allí pueden ubicarse miles de soldados si se requiere
hacerlo en cualquier momento. Está catalogada como una de las bases con
infraestructura más poderosa de Estados Unidos en América Latina.
Sin
embargo, es evidente que ante la ofensiva en marcha contra los
gobiernos de Sudamérica que posibilitaron un escenario golpista en
Bolivia y Paraguay, en junio de este año, así como conatos
desestabilizadores en Argentina, se necesita ubicar más tropas en ese
lugar estratégico.
La noticia de los acuerdos mencionados entre
los diputados ligados con la dictadura pasada y los generales
estadunidenses no sorprende en estas circunstancias. Y precisamente en
un país donde la lucha por las tierras robadas y mal habidas, como las
caracterizó la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia, el
conflicto social es cuestión permanente.
Para los campesinos, recuperar sus tierras es cuestión de vida o muerte. Especialmente por los ataques de los llamados
brasiguayosy sus grupos de choque, empresarios soyeros de Brasil, pero como sostiene Martín Almada, defensor de los derechos humanos, forman parte de las grandes corporaciones, como Monsanto, que avanzan sobre el continente.
Detrás de la destitución de Lugo hay elementos que
deben verse como un ataque estratégico para el proyecto de
desestabilización, tendiente a golpear la integración latinoamericana.
Fuente: Rebelion.org


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