jueves, 7 de marzo de 2013

Cable reservado de Timerman contra el referéndum en Malvinas
Fue dirigido a todos los embajadores argentinos. Considera ilegitimo el plebiscito y pide hacer gestiones en forma personal y reservada.
 

Preocupado por el plebiscito que llevaran adelante el domingo y lunes próximo en Malvinas, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner trabaja con el objetivo de neutralizar en el plano internacional el revés político que significaría la segura decisión de los isleños de declararse territorio británico de ultramar y promover la autodeterminación de los pueblos en las Naciones Unidas.

El canciller Héctor Timerman emitió un cable reservado a todas las embajadas argentinas en el que no sólo detalla los fundamentos del "ilegítimo referéndum" que se hará en las islas, sino que también contempla un "instructivo" destinado a contrarrestar el posible resultado adverso para la Argentina.

Según el cable diplomático, al que tuvo acceso el diario La Nación, la Cancillería teme que el referéndum de los isleños divida al Comité de Descolonización de las Naciones Unidas , donde la Argentina lleva todos los años su reclamo por la soberanía de las Malvinas. Además, el documento señala que Londres busca "zanjar de una vez y para siempre la disputa de soberanía". Y apunta al interés británico de "poner a la Argentina en el papel de rechazar la voluntad y el deseo de un pueblo".

El cable insta a todos los embajadores a hacer gestiones ante autoridades parlamentarias, cancillerías y ONG para reiterar el carácter "ilegítimo" del referéndum . Y pide que el plan de acción se haga "en forma personal" y "reservada".

El Gobierno viene sustentando públicamente que el rechazo al referéndum se basa en que la población actual de las islas Malvinas es un "pueblo implantado", y por lo tanto no está en condiciones de definirse como pueblo para avanzar en su autodeterminación. También se dijo desde la Cancillería que la consulta convocada por los isleños no fue organizada ni será supervisada por las Naciones Unidas.

Tal como señala el "instructivo" del cable reservado de la Cancillería, toda la estrategia discursiva que se emitió hasta ahora se desplegará en cada uno de los países que integran el Comité de Descolonización de la ONU, que en junio próximo se reunirá en Nueva York. Allí los legisladores isleños piensan llevar el resultado del referéndum como una forma de sustentar su reclamo de autodeterminación de los pueblos y correr el eje del debate de la soberanía de la Argentina sobre las islas.

La intención concreta del Gobierno es evitar esa eventual "división" en el Comité de Descolonización, donde prevén que eventualmente otros Estados se sumen al apoyo a los isleños, como ya lo vienen haciendo los países vinculados al Commonwelth y los alineados con Gran Bretaña.

Por otra parte, la Cancillería volverá a exigir a la Unasur un rechazo formal ante el resultado del referéndum para restarle validez jurídica en el plano internacional. Lo mismo se intentará hacer con la Unión Europea, con Estados Unidos y con diversos países de Asia y África.

En rigor, el esquema de disuasión a la comunidad internacional comenzó a rodar en enero pasado, cuando se emitió un mensaje a todas las embajadas argentinas para pedir a los países que no acepten el envío de observadores oficiales internacionales al referéndum de Malvinas.

Este plan de acción tuvo un efecto positivo en buena parte de América latina, aunque Perú y Uruguay finalmente enviarán observadores al referéndum. Estos veedores no están alineados con los gobiernos de turno. La estrategia disuasiva también funcionó en algunos países de Europa y también en Túnez, China, Rusia, India e Indonesia, al igual que en países africanos como Congo, Etiopía, Angola y Nigeria, entre otros.

El otro plan de acción de la diplomacia argentina, que aún está en análisis, pero que no aparece redactado en los cables diplomáticos emitidos por Timerman como manual "instructivo" en contra del referéndum, sería aquel que prevé la posibilidad de llevar las denuncias de militarización de las islas Malvinas por parte del Reino Unido al ámbito del Consejo de Seguridad de la ONU.

El Consejo de Seguridad está conformado por 15 naciones, 5 permanentes y 10 temporales. Los cinco miembros permanentes son Rusia, Francia, el Reino Unido, China y Estados Unidos.

Fuente: MDZ Online

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