El
emblemático barco que se utiliza para abastecer de suministros las
bases antárticas está aún en reparación tras su incendio ocurrido en
2007.

Hace
seis años el rompehielos argentino Irízar se incendiaba y esto complicó
la asistencia logística a las bases argentinas en la Atartida. El
incidente ocurrió al terminar su campaña de 2007.
Es que la empresa que ganó la licitación para realizar la instalación
de cables en motores y en las cubiertas habría solicitado un fuerte
incremento de presupuesto por algunas modificaciones estructurales
realizadas en el buque.
Eso llevó a la anulación de parte de ese arreglo comercial -el cableado de los motores siguió a su cargo- y fue contratada la compañía que había resultado en segundo lugar en la licitación, explicaron fuentes navales.
El Irízar tuvo tres momentos en los que las obras se vieron demoradas. En primer lugar cuando se decidió buscar una clasificación de rompehielos de primer nivel y la calificadora rechazó los planos presentados. En especial fue objetada la distribución de la zona de carga de combustible, por lo que se contrató un nuevo diseño.
Luego hubo un atraso también de varios meses al detectarse la necesidad de reparar un eje que no estaba previsto en el diseño aprobado. Fue realizada una consulta con la calificadora internacional sobre la posibilidad de reparar ese eje, pero la respuesta indicó que debía hacerse uno nuevo.
Finalmente el problema presupuestario planteado el año pasado por la empresa que debía completar la instalación eléctrica sumó demoras, mientras que ahora se estaría en la recta final de los trabajos.
Tras su salida de servicio por el incendio en alta mar, el Irízar tuvo asignado un presupuesto de más de 400 millones de pesos.
No se han podido concretar los viajes y en este momento hay dos bases argentinas en la Antártida que están desabastecidas. Esta situación complica tanto a nuestro país que por primera vez en 60 años Argentina podría tener que cerrar alguna de las bases que hay en el continente blanco.
Todo el problema parte de que el buque contratado para abastecer los campamentos que sostienen la soberanía argentina no estaría en condiciones de completar su misión y se estudia el paso urgente al plan de emergencia, con la intención de arrojar cargas de forma aérea para evitar el repliegue del personal. Si eso ocurre, la polémica será muy fuerte, ya que hubo denuncias formales sobre corrupción en el Ministerio de Defensa en el momento de contratar un barco que generaba dudas sobre su capacidad y experiencia, según publicó diario La Nación.
Se cumplieron los 35 días determinados por la licitación 77/2012 como período de operaciones contratados para el buque Timca a cambio de 48 millones de pesos. Llegó el otoño y la llamada campaña antártica de verano aún no alcanzó ni a la mitad de sus previsiones. El propio Ministerio de Defensa encabezado por Arturo Puricelli reconoció los problemas la semana pasada al comunicar que "se está trabajando en el abastecimiento de las bases Orcadas y San Martín". Los días adicionales tendrán un mayor costo para el Estado, que ya pagó otros 33 millones de pesos por el abastecimiento aéreo de Belgrano II. Y el clima empieza a cerrar la ventana de oportunidad de llegar a Orcadas, donde la provisiones son escasas.
La última vez que la Argentina no pudo dar apoyo a una base fue en 1953 cuando el entonces capitán y luego general Jorge Leal, pionero del continente blanco, quedó con pocos compañeros aislados durante un año en la base San Martín.
Este año el Ministerio de Defensa contrató a una empresa argentina Transport & Service, que mediante una sociedad radicada en Uruguay ofertó a un buque con bandera holandesa, apoyado por un helicóptero de origen ruso operado por sudafricanos. Fuentes militares confirmaron que esa aeronave está hoy fuera de servicio en la base Marambio, en espera de repuestos. Así quedó inutilizado el buque al no poder desembarcar los barriles de combustible de 200 litros.
Desde el incendio del rompehielos Irízar se alquilaba a un buque polar ruso el Vasily Golovnin, operado por la compañía local Trade Baires International. Este año apareció un nuevo competidor. Y ganó la licitación. Trade Baires International presentó entonces una serie de impugnaciones y denuncias.
El 16 de noviembre, la apoderada de esa compañía, Marina Bertino, envió una denuncia a la Oficina Anticorrupción contra la Dirección de Servicio Logístico de Defensa, de dependencia orgánica directa al despacho de Puricelli. Se advirtió allí sobre irregularidades en la licitación por el alquiler del buque.
Unos días antes de presentarse en la Oficina Anticorrupción, la empresa Trade Baires International había impugnado en el Ministerio de Defensa el resultado de la licitación. Uno de los puntos objetados tuvo que ver con la experiencia escasa de los pilotos del helicóptero en la aeronave requerida, un Kamov Ka-32. El informe elevado el 11 de noviembre por la compañía perdedora afirma que uno de los helicopteristas sudafricanos, Gerhard Uys, no tenía en su ficha técnica datos sobre vuelos en Kamov, mientras que el otro, Janneman Erasmus, presentaba como experiencia en esa máquina apenas 70 horas de vuelo.
Además fue consignado que el buque Timca, usado habitualmente para el traslado de vehículos en el mar Báltico, no contaba con cubierta de vuelo ni había trabajado antes con helicópteros. Así y todo se siguió adelante. El helicóptero quedó fuera de servicio en el momento más necesario.
El 27 de diciembre, la denunciante Trade Baires International fue más allá y presentó un escrito en la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría Legal y Técnica de Presidencia: "La actitud manifiestamente arbitraria y temeraria de los funcionarios del Ministerio de Defensa implica el uso de medios, buque y helicóptero no aptos ni habilitados para realizar tareas en las zonas antárticas y se pone en riesgo el cumplimiento satisfactorio de la campaña 2012/2013".
El Ministerio de Defensa, por su parte, afirmó que se abasteció a cuatro de las seis bases argentinas permanentes en la Antártida. No se sabe si podrá hacerlo con las dos restantes y qué pasará con sus ocupantes.
El escándalo se preveía en la comunidad científica que trabaja en la Antártida. La campaña antártica de verano, que tradicionalmente comienza en los últimos días de diciembre, comenzó realmente este año a mediados de febrero con la llegada del Timca a Puerto Belgrano. Entró en operación el 17 y empezó a correr el contrato de 35 días. Y las demoras son castigadas por las condiciones climáticas en la Antártida. El buque de bandera holandesa demoró su zarpada desde Europa, dado que no se había efectuado el pago adelantado.
Fuente: MDZ Online
El emblemático buque es reconstruido en el astillero
Tandanor y se espera que pueda estar en funciones nuevamente para la
próxima campaña de verano. Ya tiene colocados los nuevos motores y se
trabaja en el sistema eléctrico después de un problema adicional que
demoró por seis meses las obras, según publicó diario La Nación.
Eso llevó a la anulación de parte de ese arreglo comercial -el cableado de los motores siguió a su cargo- y fue contratada la compañía que había resultado en segundo lugar en la licitación, explicaron fuentes navales.
El Irízar tuvo tres momentos en los que las obras se vieron demoradas. En primer lugar cuando se decidió buscar una clasificación de rompehielos de primer nivel y la calificadora rechazó los planos presentados. En especial fue objetada la distribución de la zona de carga de combustible, por lo que se contrató un nuevo diseño.
Luego hubo un atraso también de varios meses al detectarse la necesidad de reparar un eje que no estaba previsto en el diseño aprobado. Fue realizada una consulta con la calificadora internacional sobre la posibilidad de reparar ese eje, pero la respuesta indicó que debía hacerse uno nuevo.
Finalmente el problema presupuestario planteado el año pasado por la empresa que debía completar la instalación eléctrica sumó demoras, mientras que ahora se estaría en la recta final de los trabajos.
Tras su salida de servicio por el incendio en alta mar, el Irízar tuvo asignado un presupuesto de más de 400 millones de pesos.
El problema parte de que el buque contratado para abastecer los campamentos no estaría en condiciones de completar su misión.

No se han podido concretar los viajes y en este momento hay dos bases argentinas en la Antártida que están desabastecidas. Esta situación complica tanto a nuestro país que por primera vez en 60 años Argentina podría tener que cerrar alguna de las bases que hay en el continente blanco.
Todo el problema parte de que el buque contratado para abastecer los campamentos que sostienen la soberanía argentina no estaría en condiciones de completar su misión y se estudia el paso urgente al plan de emergencia, con la intención de arrojar cargas de forma aérea para evitar el repliegue del personal. Si eso ocurre, la polémica será muy fuerte, ya que hubo denuncias formales sobre corrupción en el Ministerio de Defensa en el momento de contratar un barco que generaba dudas sobre su capacidad y experiencia, según publicó diario La Nación.
Se cumplieron los 35 días determinados por la licitación 77/2012 como período de operaciones contratados para el buque Timca a cambio de 48 millones de pesos. Llegó el otoño y la llamada campaña antártica de verano aún no alcanzó ni a la mitad de sus previsiones. El propio Ministerio de Defensa encabezado por Arturo Puricelli reconoció los problemas la semana pasada al comunicar que "se está trabajando en el abastecimiento de las bases Orcadas y San Martín". Los días adicionales tendrán un mayor costo para el Estado, que ya pagó otros 33 millones de pesos por el abastecimiento aéreo de Belgrano II. Y el clima empieza a cerrar la ventana de oportunidad de llegar a Orcadas, donde la provisiones son escasas.
La última vez que la Argentina no pudo dar apoyo a una base fue en 1953 cuando el entonces capitán y luego general Jorge Leal, pionero del continente blanco, quedó con pocos compañeros aislados durante un año en la base San Martín.
Este año el Ministerio de Defensa contrató a una empresa argentina Transport & Service, que mediante una sociedad radicada en Uruguay ofertó a un buque con bandera holandesa, apoyado por un helicóptero de origen ruso operado por sudafricanos. Fuentes militares confirmaron que esa aeronave está hoy fuera de servicio en la base Marambio, en espera de repuestos. Así quedó inutilizado el buque al no poder desembarcar los barriles de combustible de 200 litros.
Desde el incendio del rompehielos Irízar se alquilaba a un buque polar ruso el Vasily Golovnin, operado por la compañía local Trade Baires International. Este año apareció un nuevo competidor. Y ganó la licitación. Trade Baires International presentó entonces una serie de impugnaciones y denuncias.
El 16 de noviembre, la apoderada de esa compañía, Marina Bertino, envió una denuncia a la Oficina Anticorrupción contra la Dirección de Servicio Logístico de Defensa, de dependencia orgánica directa al despacho de Puricelli. Se advirtió allí sobre irregularidades en la licitación por el alquiler del buque.
Unos días antes de presentarse en la Oficina Anticorrupción, la empresa Trade Baires International había impugnado en el Ministerio de Defensa el resultado de la licitación. Uno de los puntos objetados tuvo que ver con la experiencia escasa de los pilotos del helicóptero en la aeronave requerida, un Kamov Ka-32. El informe elevado el 11 de noviembre por la compañía perdedora afirma que uno de los helicopteristas sudafricanos, Gerhard Uys, no tenía en su ficha técnica datos sobre vuelos en Kamov, mientras que el otro, Janneman Erasmus, presentaba como experiencia en esa máquina apenas 70 horas de vuelo.
Además fue consignado que el buque Timca, usado habitualmente para el traslado de vehículos en el mar Báltico, no contaba con cubierta de vuelo ni había trabajado antes con helicópteros. Así y todo se siguió adelante. El helicóptero quedó fuera de servicio en el momento más necesario.
El 27 de diciembre, la denunciante Trade Baires International fue más allá y presentó un escrito en la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría Legal y Técnica de Presidencia: "La actitud manifiestamente arbitraria y temeraria de los funcionarios del Ministerio de Defensa implica el uso de medios, buque y helicóptero no aptos ni habilitados para realizar tareas en las zonas antárticas y se pone en riesgo el cumplimiento satisfactorio de la campaña 2012/2013".
El Ministerio de Defensa, por su parte, afirmó que se abasteció a cuatro de las seis bases argentinas permanentes en la Antártida. No se sabe si podrá hacerlo con las dos restantes y qué pasará con sus ocupantes.
El escándalo se preveía en la comunidad científica que trabaja en la Antártida. La campaña antártica de verano, que tradicionalmente comienza en los últimos días de diciembre, comenzó realmente este año a mediados de febrero con la llegada del Timca a Puerto Belgrano. Entró en operación el 17 y empezó a correr el contrato de 35 días. Y las demoras son castigadas por las condiciones climáticas en la Antártida. El buque de bandera holandesa demoró su zarpada desde Europa, dado que no se había efectuado el pago adelantado.
Fuente: MDZ Online
No hay comentarios:
Publicar un comentario