Los empleados de inteligencia pueden acceder a todo tipo de datos, en todo el planeta, a partir de sus bases.

Con los ojos puestos sobre EEUU y su plan de espionaje denunciado por Edward Snowden, el diario británico The Guardian
publicó nueva documentación de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA),
en la que se pone al descuierto que el servicio de inteligencia
estadounidense tuvo acceso prácticamente ilimitado a los datos de
Internet de personas en todo el mundo.
Edward Snowden, quien se desempeñó como técnico de los servicios
secretos, ya había asegurado que él también hubiera podido espiar al
presidente Barack Obama de haber tenido su dirección de correo
electrónico, lo que fue desmentido por Washington.
Sin embargo, el periodista estadounidense Glenn Greenwald publicó una
presentación del programa XKeyscore, del 2008, en la que sostiene que
los funcionarios de inteligencia pueden encontrar en las "enormes bases
de datos" de la NSA nombres, direcciones de correo electrónico, números
de teléfono y palabras clave.
Es más, The Guardian sostiene que la NSA no necesitaría para
esto la aprobación de un juez u otro empleado de la misma agencia. Con
XKeyscore, Estados Unidos está en capacidad de observar la actividad
individual en tiempo real en Internet.
Al mismo tiempo, en Washington, James Clapper, director nacional de
inteligencia de Estados Unidos, proporcionó a los medios un documento
que hace parte de una orden judicial considerada una “licencia para
espiar”.
Dicho documento, emitido por la Corte de Vigilancia de Inteligencia
en el Extranjero, permite atisbar las normas y razonamientos esgrimidos
tras la amplia recolección de datos telefónicos que, junto con la
supervisión estadounidense del tráfico internacional de datos en
Internet, han provocado una fuerte indignación en buena parte del mundo
desde que Snowden filtrara la existencia de dichos programas.
El informe judicial ordena que los "custodiadores de los datos", en
referencia a una compañía telefónica no identificada, proporcione a la
Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de forma "diaria" durante el tiempo
determinado por la orden una "copia electrónica (...) de los metadatos
telefónicos", en referencia a la información sobre la llamada como el
número, fecha y duración, pero no sobre el contenido de las
conversaciones o la identidad de los que la efectúan.
Junto a esta autorización judicial, Clapper también desclasificó
otros dos informes previamente secretos relacionados con los programas
de espionaje. La acción coincidió con la comparecencia ante el Comité
Judicial del Senado del vicefiscal general, James Cole, y del
subdirector de la NSA, John Inglis, entre otros, para aclarar cuestiones
sobre los controvertidos programas de vigilancia.
Fuente: MDZ Online
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