Un neonazi propuesto como vicesecretario del Consejo de Seguridad Nacional
Ucranianos occidentales y ultras dominarán el nuevo gobierno de Kiev
La Vanguardia
El primer ministro será Arseni Yatseniuk, el candidato de Washington. El partido de Yulia Timoshenko controla los principales ministerios. Un neonazi propuesto como vicesecretario del Consejo de Seguridad Nacional.
Los favoritos de Estados Unidos y la extrema derecha dominarán claramente el gobierno del nuevo régimen ucraniano. Simbólicamente ratificado -sin mediar siquiera votación a mano alzada- anoche en la Plaza de la Independencia de Kiev (Maidán), este gobierno debe ser votado en la próxima sesión del parlamento que se reúne este jueves.
No
va a ser el “gobierno inclusivo”, es decir abierto a la pluralidad del
país, que ha pedido la Unión Europea a última hora, al darse cuenta de
la limitada legitimidad y aún menos representatividad de los nuevos amos
del país.
El primer ministro será Arseni Yatseniuk, el favorito
de Washington. La mayoría de los ministros importantes proceden del
Oeste de Ucrania –donde la mentalidad y la identidad nacional es muy
diferente a la de la mayoría- o son miembros del partido de la ex
primera ministra Yulia Timoshenko, otra protegida por Estados Unidos y
la UE. El propio Yatseniuk pertenece a ese partido. Es el caso de los
ministros para la integración con Europa, Boris Tarasiuk, Justicia,
Pavel Petrenko, Asuntos exteriores, Andrei Deshitsa e Interior, Arsen
Abakov. El “comandante del Maidán”, Andrei Parubii, ha sido designado
como secretario del Consejo de Seguridad Nacional.
El
viceprimerministro, es decir el número dos del gobierno, será Aleksandr
Sych, del partido fascistoide “Svoboda”, que ha mantenido estrechas
relaciones con el partido neonazi de Alemania, el NPD. La jefa de la
oficina anticorrupción, Tatiana Chornobil, es una periodista que destacó
con reportajes anticorrupción. Chornobil, también oriunda del oeste de
Ucrania, fue secretaria de prensa de la organización fascistoide,
Una-Unso, heredera histórica de los colaboradores hitlerianos de Ucrania
Occidental, aunque ahora milita en el partido de Yulia Timoshenko. El
cargo de vicesecretario del Consejo de Seguridad Nacional se ha ofrecido
a Dmitri Yarosh, líder del partido neonazi, “Pravy Sektor”, uno de los
más activos entre los grupos paramilitares que durante tres meses han
forzado el cambio de régimen en Ucrania en la vanguardia de las luchas
callejeras que dejaron casi un centenar de muertos, entre ellos el 10%
policías, dato que ha desaparecido por completo del informe ucraniano.
Yarosh, que optaba a un puesto más alto, aún no ha confirmado que acepta
el cargo. El cargo de Ministro de Defensa, está aún pendiente.
Todos
estos nombres han sido “ratificados” por la plaza, en la que había
varios miles de personas, en una simbólica ceremonia de “democracia
directa”. Ucrania tiene más de 45 millones de habitantes y la mayoría de
su población no sintoniza con esta plaza, cuyo impulso incluye, además
de un pulso entre magnates al servicio de uno u otro imperio, también
una sana y absolutamente razonable revuelta ciudadana contra la
corrupción y el latrocinio.
El ex boxeador Vitali Klichkó,
apadrinado por la Canciller Merkel, no figura en este gobierno. Klichkó,
es uno de los pocos políticos de la oposición que cuenta con algún
apoyo también en el Este del país (la última encuesta de enero le daba
un 30% de apoyos). Merkel parece querer preservarlo para que participe
sin haberse quemado en la acción de gobierno, en las próximas elecciones
presidenciales previstas para mayo.
En medio de una situación
internacional que hoy ya ha ofrecido claros indicios de enrarecimiento
(declaración de la OTAN sobre Ucrania, “rutinarias maniobras” militares
rusas y presencia de la flota de Estados Unidos en el Mar Negro) y con
una delicada situación en varias regiones del país, que puede degenerar
en violencias con extrema facilidad, el nuevo gobierno que asoma en Kiev
no contribuye al apaciguamiento.
Fuente: Rebelion.org
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