miércoles, 1 de abril de 2015

Para Falkland deberían ser Malvinas
El descendiente del hombre en cuyo honor los ingleses bautizaron a las islas escribió una carta a la embajadora Alicia Castro, en la que sostiene que tiene “la esperanza de alcanzar finalmente una solución pacífica” para el conflicto.
Por Marcelo Justo

Facsímil de parte de la carta enviada por Lord Lucius Falkland a la embajadora en Londres, Alicia Castro.
En medio de la escalada belicista británica en el Atlántico Sur, el apoyo a la causa Malvinas puede llegar de los rincones más insospechados. Descendiente de Anthony Cary, quinto vizconde de Falkland, en cuyo honor los ingleses bautizaron las islas en el siglo XVII, Lord Lucius Falkland envió a la embajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, una carta difundida ahora por primera vez, en la que califica de “piratería” la ocupación británica y apoya una salida negociada.

En marzo de 2013, vísperas del referendum convocado por el gobierno británico en las islas Malvinas, la embajadora Castro envió tres mil cartas e igual número de correos electrónicos a parlamentarios británicos, miembros del cuerpo diplomático, académicos y periodistas. Acompañado del documento “Las Naciones Unidas, la Cuestión Malvinas y el principio de libre determinación” y de una copia de la Resolución 2065 de la Asamblea General de la ONU, el mensaje de Castro dejaba en claro que Argentina respetaba la identidad y el modo de vida de los habitantes de las islas, pero era tajante respecto de la soberanía. “Son británicos, pero el territorio en el que viven pertenece a Argentina”, subrayaba la embajadora.

La carta reiteraba el llamado al diálogo entre los dos Estados, exigido “por la comunidad internacional por medio de 40 resoluciones de las Naciones Unidas desde 1965”. Una de las respuestas más sorprendentes de esta iniciativa fue la carta que recibió el 25 de marzo de 2013 del descendiente de Falkland. “Estoy completamente de acuerdo con lo que dice”, señalaba, tras agradecer el mensaje.

En su carta, Lord Falkland relataba la historia del nombre en inglés de las islas. “La conexión histórica de mi familia con las islas en el siglo XVII es curiosa y poco conocida o entendida aquí en Gran Bretaña. Mi antepasado tuvo un papel decisivo en la elaboración de un consorcio de inversionistas para tratar de recuperar valiosos restos de naufragios en la costa suroriental de América del Sur. Esto parece haber sido un esfuerzo semioficial a través de su alto cargo como Primer Lord del Almirantazgo y Tesorero de la Armada”, explicaba.

Esta búsqueda de tesoros perdidos en altamar en 1690 llevó al primer contacto británico con las islas.

“Las islas, que no tenían nombre, fueron entonces llamadas Islas Falkland por el líder de la expedición y creo que empezaron a aparecer como tales en las cartas de navegación marítima, ¡casi como piratería, me atrevo a sugerir!”, relata Lord Falkland.

La colonización de los mapas de navegación no le sirvió de mucho al antepasado de Lord Falkland, cerebro económico de la expedición. El famoso diarista del siglo XVII, el parlamentario Samuel Pepys, se refirió a él en términos claramente peyorativos. En marzo de 1694, el vizconde Falkland fue arrestado y enviado a la Torre de Londres por peculado (malversación de fondos), donde murió de viruela poco después, a los 38 años.

El futuro de las islas que otorgó a su nombre una módica inmortalidad británica tendría varias vueltas de tuerca en los siglos siguientes. La última, en estos días, es la decisión del gobierno de su majestad de invertir 180 millones de libras en la defensa de las islas ante lo que el secretario de Defensa británico Michael Fallon llamó una “fuerte amenaza” de Argentina. El canciller Héctor Timerman respondió que el gobierno argentino presentaría una denuncia ante el Comité de Colonización de Naciones Unidas –lo que ocurrió ayer– para “seguir demostrando que América latina y el Caribe han decidido ser una zona de paz”.

Las elecciones del 7 de mayo son el trasfondo de esta embestida británica, como indicó a Página/12 la embajadora argentina Alicia Castro. “Es sabido que la Argentina, que reclama el diálogo y la negociación, no constituye una amenaza bélica para los habitantes de las Islas Malvinas. En el contexto electoral, el gobierno conservador quiere agitar el fantasma de 1982 para reflotar la figura de Margaret Thatcher, quien –pudiendo evitar la guerra– prefirió asegurar con la victoria su rédito electoral. El Reino Unido sigue incumpliendo con la obligación que le impone el derecho internacional de buscar una solución a la controversia por la vía pacífica y diplomática”, dijo la embajadora.

El descendiente del quinto vizconde de Falkland coincide plenamente. “Personalmente tengo la mayor consideración para con Argentina, y junto con muchos otros, la esperanza de alcanzar finalmente una solución pacífica”, escribió en su misiva a la embajadora.

No todos los británicos

“La amigable carta de Lord Falkland nos recuerda que el interés británico por establecerse en una posición estratégica al sur de nuestro continente, en el sitio de confluencia entre los dos océanos, se remonta siglos atrás, por la conveniencia de instalarse en lugares de importancia geopolítica que permitiera el control de los mares; las invasiones inglesas a Buenos Aires de 1806 y 1807 también se inscriben dentro de las aspiraciones del imperio británico por asentarse y ejercer su dominio en nuestro territorio. Esa ambición prevalece hasta nuestros días”, dijo Alicia Castro, embajadora argentina en el Reino Unido. La funcionaria resaltó que “en el siglo XXI no todos los británicos quieren verse asociados con una política colonialista. Ni todos comparten la fabricación mediática de la “hostilidad” argentina, que pretende justificar la militarización. Durante la presentación en el Parlamento del Ministro de Defensa, Michael Fallon, de los 28 diputados que participaron en el debate, cinco de ellos realizaron intervenciones críticas reclamando un diálogo maduro con Argentina, y el mejoramiento de las relaciones diplomáticas al más alto nivel. A lo largo de estos tres años de mi trabajo en la embajada estamos recibiendo un creciente apoyo a nuestro llamado al diálogo, y las más diversas muestras de simpatía y adhesión de distintos sectores”. 


Fuente: pagina12.com.ar

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