jueves, 12 de noviembre de 2015

Dejan al que venga compra de Kfir
Por Edgardo Aguilera



El Gobierno dio marcha atrás en la compra de un escuadrón de cazabombarderos israelíes Kfir. Sin otra explicación que dejar latente la decisión para la administración presidencial venidera, el ministro de Defensa, Agustín Rossi comunicó ayer la suspensión de las negociaciones con la empresa Israel Aerospace Industries. "No lo vamos a firmar, dejaremos todo preparado para que sea el próximo presidente el que tome la decisión", dijo Rossi.

El ministro admitió que "no era razonable" hacer la compra "a diez días de una elección y menos de un mes de un nuevo gobierno" y sostuvo: "Tenemos previsto dejar avanzado todo lo que se pudiese para que el nuevo Gobierno tome la decisión que quiera tomar. Quiero quedarme tranquilo como ministro que nosotros trabajamos e hicimos todo".

La decisión genero una amarga reacción en la Fuerza Aérea que se había entusiasmado con la incorporación de esas máquinas en reemplazo de los desprogramados Mirage.

Negociación

Se había arreglado la firma del contrato entre Rossi y la gente de IAI para la jornada de ayer pero pese al hermetismo que rodeó la negociación, se pudo conocer que uno de los puntos de fricción fue el pedido de offset por parte de Defensa al grupo israelí.

La caída de la operación comenzó a gestarse el lunes pasado durante el encuentro de los representantes de IAI y las autoridades de la Fuerza Aérea encargadas de revisar y dar las puntadas iniciales a una gran cantidad de carpetas con el detalle de la operación. El eje mas cuestionado por los israelíes fue la solicitud de Defensa de incluir a modo de offset (compensaciones que pide el cliente), que IAI tomara el compromiso de comercializar 30 Pampas III, la nueva versión producida en la Fabrica Argentina de Aviones (FAdeA) y también la compra de partes de material compuesto fabricados en la empresa aeronáutica estatal.

El grueso de la operación, la compra de los 14 aparatos Kfir de los cuales dos son biplaza (para entrenamiento) tenia luz verde en cuanto a monto y financiación (mas de 250 millones de dólares) y los hebreos buscaban no vincularla con el anexo referido a la exportación de Pampa III. El abrupto final de la operación pone en jaque la capacidad de interceptación supersónica de la Fuerza Aérea, los Mirage están desprogramados y se abre nuevamente un compás de espera incierta sobre cuál será la opción de reemplazo de los míticos aviones veteranos de la guerra de Malvinas. Los aviadores diseñaron un paliativo, el despliegue de dos Pampa procedentes de la base aérea El Plumerillo de Mendoza hacia la VI Brigada Aérea ubicada en Tandil, la base de los retirados Mirage. La iniciativa apunta a sostener un parche que cubra el rol "interceptor" y aventar los rumores de cierre de la base de Tandil.
Fuente: ambito.com

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