lunes, 28 de marzo de 2016

Acuerdos secretos EE.UU.-Argentina: La transparencia del sigilo
El gobierno sólo difundió los títulos de los acuerdos firmados. Washington los describió con más detalle pero también retuvo su texto. Lucha contra el narcotráfico y el terrorismo sin diferenciar seguridad y defensa; asistencia en la Triple Frontera; misiones militares en Africa; asilo a los sirios que huyen de los bombardeos; Centros de Fusión de Inteligencia, defensa hemisférica, fuerzas de seguridad en el Comando Sur; cooperación nuclear a espaldas de Brasil y apertura comercial irrestricta.

Por Horacio Verbitsky



Aunque el gobierno declama la transparencia, su práctica es opaca: la Presidencia y el Ministerio de Relaciones Exteriores sólo publicaron en sus respectivas páginas el título de los acuerdos firmados durante la visita del presidente estadounidense Barack Obama. Dicen poco y nada sobre su contenido: Acuerdo sobre Incremento de la Cooperación para Prevenir y Combatir los Delitos Graves, declaración conjunta sobre Cooperación en Materia de Seguridad y Facilitación de Desplazamiento, acuerdo referente al Emplazamiento de Oficiales de Seguridad a Bordo y acuerdo marco en materia de comercio e inversión. Se acordó también una declaración conjunta de cancilleres en apoyo de la Organización de Estados Americanos y del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. “La firma de estos acuerdos forma parte de un paquete que incluye, entre otros, el Memorándum de Entendimiento para prevenir el lavado de dinero.” Ni una palabra más. Para descorrer un poco el velo hay que recurrir a la página de la Casa Blanca. Así es posible saber que:

- para que la Argentina pueda incrementar el tamaño de sus unidades militares desplegables y participar en misiones de paz en Africa, Estados Unidos fortalecerá sus capacidades, incluyendo el entrenamiento y la modernización de la flota aviones de transporte y carga C-130.

- la Argentina recibirá un número significativo de refugiados, incluyendo personas desplazadas por la guerra en Siria (es decir corridos por Daesh y por los bombardeos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, sus aliados y Rusia. Ellos tiran las bombas y la Argentina recibe a los que escapan, con financiamiento que conseguirá Estados Unidos).

- para el combate conjunto contra el narcotráfico y el crimen organizado, Estados Unidos asistirá a las fuerzas argentinas de seguridad sobre terrorismo y financiamiento del terrorismo en la Triple Frontera. Funcionarios argentinos se capacitarán en la Academia Internacional de Policía, realizarán viajes de estudios a Estados Unidos y recibirán capacitación de la DEA y el FBI.

- el FBI también ayudará a montar una red de Centros de Fusión de Inteligencia (sic) para detectar y golpear al terrorismo y el crimen organizado (en esos Centros de Fusión, creados luego de los ataques de septiembre de 2001 por el Ministerio de Seguridad Nacional, comparten información agencias de Inteligencia como la CIA, organismos policiales como el FBI, las Fuerzas Armadas y los gobiernos, nacional, estadual y local. En 2012 una comisión bipartidaria del Senado publicó un informe demoledor sobre la inutilidad, dispendio y riesgo para las libertades civiles de estos Centros, que puede verse aquí http://foreignpolicy.com/2012/10/03/senate-report-says-national-intelligence-fusion-centers-have-been-useless/)

- en mayo, el Pentágono realizará el primer encuentro de trabajo con las Fuerzas Armadas argentinas desde 2009, con una agenda que incluirá operaciones de paz, preparación y respuesta ante desastres y “cooperación en defensa hemisférica”.

- el Comando Sur se propone compartir información con el Ministerio de Seguridad argentino, mediante oficiales de enlace ante su Fuerza de Tareas Sur. El Pentágono también invitó a la Argentina a participar en un programa de cooperación con la Guardia Nacional. (En todos estos casos Estados Unidos propone y la Argentina acepta borronear los límites entre las tareas de Seguridad Interior y Defensa Nacional, separadas en forma nítida por tres leyes y un decreto suscriptos a lo largo de tres décadas por los gobiernos de Alfonsín, Menem, Fernando de la Rúa y Kirchner).

- el acuerdo sobre delitos graves, la cooperación de seguridad y combate al terrorismo firmado por el Ministerio argentino de Seguridad con sus pares estadounidenses de Seguridad Nacional y de Justicia, facilitará el intercambio de información sobre potenciales y conocidos delincuentes y terroristas. Para mejorar la seguridad se adoptarán medidas de protección de aviones argentinos, con un programa de funcionarios a bordo (no se explica si estadounidenses o argentinos) y la oficina estadounidense de aduana y protección fronteriza ayudará a mejorar la seguridad en las fronteras argentinas. Estos pasos mejorarán la eligibilidad argentina para el programa de ingreso a Estados Unidos sin visa. Por ahora se eximirá de visa a los argentinos menores de 16 y mayores de 65 años y la Argentina dejará de cobrar la tasa de reciprocidad de 160 dólares que deben pagar los turistas estadounidenses (aunque la redacción es oscura, se entiende que los argentinos seguirán pagando su parte de esta curiosa reciprocidad).

- el acuerdo sobre comercio e inversiones facilitará el diálogo sobre propiedad intelectual y acceso a los mercados, combatiendo las “barreras no científicas al comercio”. (Es decir, mayor apertura y pago de royalties).

- la Argentina enviará al Congreso para su ratificación el Acuerdo de Facilitación del Comercio aprobado por la Organización Mundial de Comercio en 2013. Ambos países desarrollarán un programa aduanero de ventanilla única, para simplificar los trámites. (Esto se entiende mejor si se sabe que el año pasado la Argentina tuvo un déficit comercial con Estados Unidos de 4.200 millones de dólares, es decir el 140 por ciento del déficit total de 3000 millones, o dicho de otro modo la Argentina tiene déficit con Estados Unidos y superávit con el resto del mundo considerado como un todo. Lejos de disminuir el déficit, este paso lo aumentará).

- entre la asistencia técnica que Estados Unidos proveerá en apoyo de las reformas de Macrì, estará la política de telecomunicaciones, incluyendo consultas con la Comisión Federal de Comunicaciones, sobre manejo del espectro y regulación (es decir aquello que Macrì eliminó por decreto en cuanto asumió).

- Estados Unidos facilitará visitas de funcionarios argentinos a los lugares donde se desarrollan fuentes de energía no convencionales, para mejorar la seguridad energética y el desarrollo responsable de gas y petróleo (el desempeño de Chevron en Ecuador provee un buen ejemplo del cuidado por el medio ambiente que aquí se pregona).

- también incrementarán la cooperación en el desarrollo y la seguridad nuclear (según el Grupo Convergencia, integrado por académicos y especialistas en cuestiones de política exterior, Seguridad y Defensa, el gobierno nacional analiza la posibilidad de suscribir un protocolo adicional al sistema de salvaguardas que la Argentina mantiene con los organismos internacionales en el marco del Tratado de No Proliferación Nuclear. Este sería el certificado de defunción del sistema argentino-brasileño de garantías y salvaguardias que desde 1991 ha permitido el uso de la energía nuclear con fines exclusivamente pacíficos, mediante el control recíproco, sin renunciar al desarrollo tecnológico propio como exige la megapotencia mundial y contribuyendo al mantenimiento de la paz en toda América). 



Fuente: Página 12

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