martes, 9 de agosto de 2016

Por primera vez voló el IA-100, el primer avión diseñado en 20 años por la FAdeA
El IA-100 levantó vuelo esta mañana como parte de las pruebas de un programa que aspira a comprobar que esa empresa es capaz de ser responsable de todo el proceso productivo de una aeronave utilizando tecnologías de última generación.
por Julio Mosle




El IA-100, primer avión que la estatal Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) diseñó y construyó en más de 20 años, levantó vuelo por primera vez esta mañana como parte de las pruebas de un programa que aspira a comprobar que esa empresa es capaz de ser responsable de todo el proceso productivo de una aeronave utilizando tecnologías de última generación.

Este vuelo de ensayo es parte de una serie de hitos contemplados en los protocolos de desarrollo, a fin de dar de alta el avión.

Durante las pruebas se ensayaron los sistemas de aviónica de última generación con los cuales está equipada esta aeronave.

El primer vuelo del IA-100 despegó de la pista de FAdeA en la provincia de Córdoba y tuvo una duración de 30 minutos, volando sobre la vertical de la fábrica, a una altura máxima de cinco mil pies. Fue piloteado por el piloto civil Pablo Reynoso.

El desarrollo de este demostrador tecnológico es un proyecto que se inició hace 18 meses y sirve de base para el diseño de un avión moderno que permita cubrir las necesidades de entrenamiento elemental tanto de las fuerzas armadas y la aviación civil, como así también para producir una aeronave apta para la exportación.

Desde FadeA explicaron a Télam que “el programa IA-100 comenzó en la gestión anterior y cuando las nuevas autoridades tomaron conocimiento del mismo lo analizaron desde la visión estratégica para la compañía y decidieron no frenarlo, sino afrontarlo como una evaluación interna de dónde estábamos parados y cuáles eran las capacidades con las que contábamos”.

“Los resultados superaron cualquier expectativa, programas como este se suelen desarrollar en 24 meses y este requirió sólo 18; se convirtió en un hito industrial para nosotros por ser el primer diseño totalmente en material compuesto y además integró a un grupo de proveedores nacionales cumpliendo con todos los tiempos de entrega previstos”, destacaron desde la empresa estatal.

Autoridades de la empresa aeronáutica señalaron que “lo que desde esta nueva gestión le agregamos a este programa es la visión de trabajar con las necesidades del mercado y las demandas de los potenciales clientes; este IA-100 es un demostrador tecnológico con una configuración particular que hace que si lo sacásemos al mercado así como está sólo entraría en la órbita de un segmento muy corto. Por eso en principio vamos a trabajar con la Fuerza Aérea Argentina sobre las necesidades específicas que tiene para la capacitación de sus pilotos”.

“El IA-100 va a ser la plataforma de desarrollo del IA-74, que va a ser un entrenador con las prestaciones específicas que requiera la Fuerza Aérea Argentina, y con el que esperamos abrir nuevos mercados ofreciendo series de producción configuradas para los requerimientos particulares de cada mercado”, señalaron.

Este proyecto es un avión de entrenamiento elemental con capacidades acrobáticas que, además, es el primero en Argentina que ha sido desarrollado con materiales compuestos (aquellos que se forman por la unión de dos materiales para conseguir la combinación de propiedades que no es posible obtener en los materiales originales).

El programa le permitió a FAdeA realizar la capacitación intensiva de jóvenes profesionales y técnicos en la aplicación de múltiples disciplinas aeronáuticas como el dominio de capacidades de ingeniería, desarrollo, fabricación y ensayo de aeronaves en ciclos cortos de proyectos a medida; la fabricación de estructuras primarias en material compuesto, por primera vez sobre diseños propios; y la maduración de las técnicas de análisis fluidodinámico en túneles de viento y sistemas computacionales.

En el desarrollo de este proyecto participaron más de 90 ingenieros y técnicos de once PyMEs argentinas de base tecnológica asentadas en las provincias de Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Buenos Aires y la capital.

El avión, proyectado en cuatro fases de desarrollo, proveerá la solución comercial a la demanda nacional de entrenamiento civil y militar.

La primera fase del proyecto es este demostrador tecnológico, cuyo prototipo está en plena fase de fabricación; un monomotor biplaza lado a lado y de ala baja, con capacidad de vuelo por instrumentos (IFR), electrónica digital y tren de aterrizaje fijo. La segunda fase es el desarrollo de un entrenador civil con certificación FAR 23, utilitario con aviónica simplificada y tren de aterrizaje fijo, mientras que la tercera etapa está prevista cómo un entrenador militar con certificación FAR23 acrobático y tren de aterrizaje retráctil.

La cuarta fase consiste en el desarrollo de un avión de enlace civil y militar con certificación FAR 23 utilitario, cuatriplaza, con un motor de mayor potencia y ambas alternativas tanto de aviónica como de tren de aterrizaje.


Más de una decena de pymes tecnológicas participan del proyecto del IA-100
Más de una decena de PyMEs tecnológicas participan del proyecto del avión de entrenamiento IA-100, cuyo demostrador tecnológico voló hoy por primera vez en la planta de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) en Córdoba. 



El desarrollo de este avión monomotor, biplaza lado a lado y de ala baja, convocó a pequeñas y medianas empresas nacionales de base tecnológica que proveerán distintos componentes y soluciones de ingeniería.

El gerente general de Planearg, la empresa responsable del diseño del modelo de empenaje (parte trasera del avión) horizontal, la fabricación de matrices del ala y de las piezas del ala, Federico Langhi, contó a Télam que “el proyecto IA-100 le plantea a empresas como esta la posibilidad de plantarse de una manera firme en el mercado local y demostrar a nivel internacional que estamos a la altura de los requerimientos y plazos de un programa de esta envergadura”.

Langhi sostuvo que “la historia de Planearg comenzó con uno de los socios que se dedicaba al desarrollo de planeadores en materiales compuestos y que en 2013 fue convocado a participar del desarrollo de un Vehículo Aéreo No Tripulado (VANT) en que trabaja el INVAP y que se transformó en el proyecto SARA (Sistema Aéreo Robótico Argentino)”.

“A partir de esa convocatoria nace Planearg, que en 2014 es convocada por FAdeA a participar del programa IA-100, desafío que hoy nos llevó a contar con dos ingenieros aeronáuticos, un experto en materiales compuestos y tres operarios calificados”, recordó.

El ingeniero enfatizó que “FAdeA le encargó a Planearg nada más y nada menos que las alas del avión; ese desafío nos posiciona muy bien frente a los principales actores del mercado interno, que hoy está protagonizado por la gran cantidad de proyectos que el ministerio de Defensa impulsa en el sector aeronáutico, pero que desde este proceso de crecimiento también empieza a mostrar nuevas perspectivas en el sector privado”.

“El IA-100 es un avión que va a tener mucha aceptación en el mercado privado que está esperando algo así hace mucho, y la configuración que desde FadeA se plantee para la instrucción militar también puede ser muy exitosa”, destacó.

Diego Balangione, responsable de AyD Aviación para el proyecto IA-100, dijo a Télam que “esta empresa es la responsable del desarrollo y fabricación del sistema de comandos de vuelo y el desarrollo y fabricación del sistema de combustible”.

“Este proyecto nos da la oportunidad de aprender y crecer un montón, es una experiencia muy difícil de adquirir en ingeniería y gestión de proyectos, porque las propuestas de esta magnitud el mercado se las da a las empresas grandes y pocas veces a PyMEs”, remarcó.

“El IA-100 impulsa el crecimiento de nuestra empresa en cantidad de trabajo y complejidad del mismo, lo que nos hace crecer en cantidad de personal y capacidades; pero no dejamos de ser una empresa familiar y yo voy a las reuniones del programa con mi mamá, que es la que lleva la parte administrativa, y mi papá, que es el que se ocupa de la metalmecánica”, resaltó. 


Espinedo: "Es un orgullo muy grande haber partido de una idea hace 18 meses y verla volar hoy"
Lo afirmó en diálogo con Télam el gerente de Fabricación de FadeA, en referencia al demostrador tecnológico IA-100 que realizó sus primeras pruebas de vuelo hoy en la planta de Córdoba. 



El gerente de Fabricación de FadeA, Carlos Espinedo, afirmó en diálogo con Télam que “es un orgullo muy grande haber partido de una idea hace 18 meses y verla volar hoy”, en referencia al demostrador tecnológico IA-100 que realizó sus primeras pruebas de vuelo hoy en la planta de Córdoba.

Espinedo definió al IA-100 cómo “un avión biplaza, avión escuela para el entrenamiento elemental, que se diseñó para generar experiencia, realizando por primera ver en nuestra historia un avión cien por ciento en material compuesto, integrando distintos proveedores argentinos en el proyecto, lo cual es muy bueno para la industria aeronáutica nacional”.

“Es un orgullo poder desarrollar un avión completo partiendo desde la idea hasta la concreción del mismo ocurrida hoy con su primer vuelo, demostrando la capacidad técnica y logrando cumplir con todos los objetivos planteados”, enfatizó.

El funcionario indicó que “esta plataforma sirve de base para satisfacer futuras necesidades del mercado sobre este tipo de aeronaves, tanto civiles como militares”.

“Es la primera vez que FAdeA diseña y fabrica un avión completo en material compuesto; este producto nos brindó la capacidad en ingeniería y sobre todo en el diseño de estructuras resistentes y es algo que pocas fábricas en el mundo tienen entre sus capacidades”.

Espinedo apuntó que “la gestión e integración de los distintos proveedores fue uno de los desafíos más complejos", y agregó: "Logramos hacerlo tal como se había planificado, superando las dificultades y expectativas generadas; estamos muy agradecidos del empeño y dedicación de todos los proveedores nacionales involucrados en el proyecto”.

El directivo de FadeA adelantó que “los siguientes pasos son la definición de requerimientos operativos a fin de adaptar el actual diseño a las necesidades específicas de la formación de pilotos civiles y militares; y el próximo prototipo que responda a dichos requerimientos operativos será certificado por la Administración Nacional de Aviación Civil bajo el estándar FAR23 (norma internacional de certificación de aeronaves)”.



Fuente: Télam

No hay comentarios:

Publicar un comentario