miércoles, 22 de febrero de 2017

«Reviven» unas raras formas de vida de 60.000 años atrapadas en la cueva de los cristales gigantes de Naica
Los microorganismos, nunca vistos hasta ahora, se alimentan de sulfito, manganeso y óxido de cobre 


La cueva de los cristales gigantes de Naica - Archivo


Investigadores de la NASA han descubierto en la enigmática cueva de los cristales gigantes de Naica, en México, unos microorganismos que se alimentan de sulfito, manganeso y óxido de cobre, entre otros productos químicos, y que probablemente son especies nuevas para la ciencia. Al parecer, si los científicos no se equivocan, estos seres siguen activos tras haber pasado 60.000 años «dormidos», atrapados en los cristales. El hallazgo ha sido dado a conocer por Penelope Boston, directora del Instituto de Astrobiología de la NASA, en una conferencia de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) que se ha celebrado este fin de semana en Boston (EE.UU.).

Esta cueva es, sin duda, uno de los lugares más fascinantes del planeta. Ubicada a cientos de metros de profundidad en una mina de plomo y zinc abandonada, en el estado mexicano de Chihuahua, está formada por grandes bloques de yeso que parecen el imaginario planeta de Superman. Los cristales crecen alrededor del grosor de un cabello humano por siglo, una lentísima velocidad que indica que ya han cumplido un millón de años, como señaló en su día un grupo de investigadores españoles del CSIC.

El sistema de grutas, situado encima de una gran bolsa de magma volcánica, es bellísimo y espectacular, pero en realidad un auténtico infierno. Sus altísimas temperaturas, que pueden subir a más de 50ºC, y la humedad, que ronda el 98%, hacen imposible pasar más de unos minutos en su interior sin acabar deshidratado.

En semejante lugar, encontrar vida parece imposible, pero no lo es. Boston dice haber dado con cientos de diferentes microorganismos, en su mayoría bacterias, que quedaron atrapados en estos cristales por períodos que van de 10.000 a 60.000 años. De estos seres, el 90% nunca se había visto antes en la Tierra.

No es la primera vez que aparece vida en Naica. En 2013, otro equipo francés y español informó del hallazgo de vida microbiana en soluciones salinas hidrotermales a unos 700 metros en el interior del sistema. Eran microbios modernos adaptados para operar en un ambiente extremadamente limitado de energía que también se nutrían de sustancias químicas en el subsuelo, y genéticamente distintos de especies microbianas conocidas.

Vida en otros planetas

El hallazgo de la NASA todavía no se ha publicado en una revista científica importante, revisada por pares, debido a que los resultados deben aún confirmarse. No es la primera vez que consiguen revivir antiquísimas bacterias atrapadas en el hielo glacial o en cristales de sal, pero, debido a la antigüedad de la muestra, no debe darse nada por sentado hasta que el descubrimiento se verifique. Si así fuera, se trataría de los microorganismos vivos extremos más antiguos descubiertos hasta la fecha.

Con todo, para los astrobiólogos, supone algo realmente emocionante, ya que no solo es un ejemplo más de hasta dónde puede llegar la vida en la Tierra, sino que plantea la esperanza de descubrir organismos que puedan sobrevivir en ambientes extremos en otros planetas. De igual forma, plantea la preocupación de que las naves que visiten otros mundos -por ejemplo, en los viajes a Marte- sean lo suficientemente estériles para no «contaminarlos» con bacterias terrestres.




Fuente: ABC.es

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