jueves, 15 de junio de 2017

"Irán prepara sus propios submarinos para una guerra naval en el golfo" 
 Teherán lleva años preparándose para una guerra naval defensiva en el golfo Pérsico, escribe el experto en defensa Sebastien Roblin.

© AP Photo/ Ebrahim Norouzi


En su artículo para The National Interest, el autor apunta que en tal guerra Irán aprovecharía su gran flota de buques de ataque rápido para lanzar misiles antibuque contra adversarios, con el fin de cerrar el paso a través del estrecho de Ormuz.

Aspiraciones navales

El país dispone de 21 minisubmarinos de la clase Ghadir de producción nacional, pero construidos a base de los sumergibles norcoreanos de la case Yono. Son barcos de 120 toneladas de peso, capaces de desplazarse a una velocidad de 11 nudos (21 k/h). Asimismo, cada submarino puede portar dos torpedos de 533mm.

"En general, las aguas litorales poco profundas son muy favorables para operaciones minisubmarinas, con interferencias de zonas rocosas superficiales y fuertes oleajes que reducen el alcance de detección del sonar", afirma Roblin.

Según añade, este tipo de aguas también ofrecen a los minisubmarinos "abundantes oportunidades para esconderse y esperar en un emboscada".

Además de los sumergibles de pequeño tamaño, Irán dispone de tres submarinos diésel-eléctricos más grandes y más capaces de clase Kilo, comprados de Rusia en la década de los 90. Estos barcos, por su parte, pueden navegar cómodamente por las aguas del océano Índico, profundiza.

En 2013 Teherán botó su propio submarino de la clase Fateh. Aunque este buque de fabricación nacional carece de algunas características modernas como misiles antibuque o el sistema de propulsión independiente, es verdaderamente una "pieza genuina", indica el autor.

Pero, ¿por qué Irán invierte sumas considerables en la construcción de sus propios submarinos en lugar de adoptar los esquemas ya desarrollados por Rusia y China?

Potencia autosuficiente

La razón consiste en que Teherán ya se da cuenta de cómo las alianzas internacionales cambiantes pueden desviar la planificación de la defensa. Así, antes de la revolución en el país, al Gobierno del sah le "prodigaron grandes cantidades de armas" de EEUU.

Sin embargo, prosigue Roblin, este armamento estadounidense "se volvió bastante difícil de mantener después de un pequeño incidente en 1979 en la embajada de EEUU", en referencia a la crisis de los rehenes en Irán, durante la cual un grupo de estudiantes iraníes tomó como rehenes a decenas de diplomáticos estadounidenses.

Después de que Irak invadiera Irán en 1980, Teherán se encontró en malas relaciones tanto con EEUU, como con la URSS, por lo cual se dirigió a China en busca de armas. Además, se involucró en varios "tratos clandestinos" con la Administración de Reagan.

"Esta tumultuosa historia ha creado un tremendo impulso para la autosuficiencia militar de Irán, aunque los resultados a corto plazo no sean nada especiales con los sistemas extranjeros de armas existentes", subraya Roblin.

'Guerreros' submarinos

El sumergible 'mediopesado' Fateh mide entre 40 y 48 metros de largo y, según informes, es capaz de portar alrededor de 600 toneladas en posición sumergida. Así, comparte las características con los submarinos de defensa costera alemanes desarrollados en los años 1960 y 1970.

Asimismo, Fateh dispone de cuatro tubos de torpedos a proa con acceso potencial de entre seis y ocho recargas, y un arreglo sonar circular ubicado debajo de los tubos.

El submarino Fateh es capaz de operar a una profundidad de hasta 200 metros debajo de la superficie, lo que es más que suficiente para las aguas poco profundas del golfo Pérsico. Se cree que su velocidad máxima en posición sumergida es entre 14 y 24 nudos (entre 26 y 42 k/h).

Roblin indica que, según medios locales, es capaz de estar en alta mar durante cinco semanas y cubrir una distancia de 5.000 kilómetros, lo cual le proporciona la capacidad de penetrar en el mar Arábigo.

Teherán también tiene planeado fabricar dos submarinos de la clase Besat (o Qaem), cada uno de 60 metros de largo y equipado con seis tubos de torpedos. Es probable que tengan una capacidad de buceo de 300 metros y una velocidad máxima de 37 kilómetros.

Sin embargo, la falta de nuevos informes acerca de su desarrollo sugiere que el proyecto ha sido abandonado y retrasado.

Al mismo tiempo, la Oficina de Inteligencia Naval de EEUU informó el pasado marzo que los submarinos de la clase Besat tendrán la capacidad de lanzar misiles de crucero a lo largo de cinco años.

El arma iraní que puede entrar en servicio más temprano es el torpedo supercavitante Hoot (o Ballena), que, según se informa, es capaz de alcanzar una velocidad de más de 321 k/h, o cuatro veces más que un típico torpedo moderno.

El autor explica que esto se logra mediante el uso del calor del sistema de escape del cohete, lo cual le permite viajar en una burbuja de gas con resistencia al arrastre mínimo.

Las pruebas del Hoot fueron llevadas a cabo en 2006, 2015 y mayo de 2017. A juicio de analista de defensa, el torpedo fue desarrollado a base del torpedo ruso Shkval.

Roblin destaca que aunque el estado de algunas de las armas iraníes sigue siendo desconocido, su despliegue marcará mejoras significativas en el potencial naval del país.

"(…) El esfuerzo consistente de Irán para producir domésticamente submarinos más grandes y más capaces y armas desplegadas en sellos, proporciona más pruebas de que Teherán está invirtiendo a largo plazo para convertirse en una potencia militar autosuficiente", concluye. 



Fuente:  mundo.sputniknews.com

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