lunes, 31 de julio de 2017

El crimen de la mendocina embarazada y su vínculo con San La Muerte 
Los detenidos profesaban el culto y hay rastros de un ritual macabro.


Foto: La Mañana de Neuquén.

El crimen de la joven mendocina que estaba embarazada, Fernanda Pereyra (der.), no sólo tiene tres acusados de homicidio calificado, entre ellos su ex, sino que ahora se abrió una puerta que conduce al ritualismo.

A la joven embarazada de siete meses la asesinaron en y luego la acostaron en el centro de una hoguera construida, a la vera de la Ruta 6 a tres kilómetros de Rincón, con leña de álamo, palet y cubiertas, y la rociaron con combustible para que ardiera por completo con la idea de borrar las evidencias.

Por el aberrante asesinato fueron acusados su ex, Luciano Hernández, Osvaldo Castillo y Diego Marillán por homicidio calificado, en el caso del ex por el vínculo, con premeditación y por ser cometido por dos o más personas, según publica Lmneuquen.com.

El fiscal Agustín García y Fabián Flores lograron que el juez Lucas Pablo Yancarelli les dictara prisión preventiva por seis meses.

Una de las hipótesis del asesinato indica que la joven pueda haber sido asesinada porque el hijo que llevaba en sus entrañas no era de Hernández sino de Kevin Carrasco, un hombre que cumple condena en la cárcel de Cutral Co por un crimen y quien ya reconoció la paternidad y sólo resta el análisis de ADN.

Al móvil se le suma el modalidad utilizada para matar. Hay rastros claros y concisos de que Fernanda podría haber sido asesinada en medio de un ritual macabro, asegura el diario neuquino.

En el inquilinato donde se produjeron las detenciones de Hernández y Castillo encontraron un santuario a San La Muerte. Había velas negras, rojas y blancas, música satánica y una muñeca de papel con la misma estatura de Fernanda y una peluca de color caoba, el mismo color de pelo de la joven, que ofrecían al santo.

A esto se suma que Castillo, alías Rapunzel, tiene el torso y sus brazos con tatuajes que llamaron la atención de los investigadores. Mujeres en llamas, tridentes, el diablo, dragones y demás imágenes relacionadas con el satanismo.

En el fondo de la pensión tenían en un corral improvisado con palets una oveja con la que suponen practicaban algunos rituales.

Esto obliga a que se realicen pericias psiquiátricas a los detenidos, quienes a su vez son narcos conocidos en Rincón de los Sauces.

Fernanda viajó a mediados de mes a San Rafael, para estar en el cumpleaños de un primo y de paso aprovechó para ver a su hijo, a su abuela y también al padre.

Antes de regresar a Rincón tuvo una charla por teléfono, de una hora, con Luciano Hernández, su ex. La abuela la escuchó porque tenía el celular en altavoz. En esa conversación, Hernández la habría amenazado de muerte y cuando Fernanda le insinuó que él no podía matar a nadie, el joven le aseguró: “Volvé y vas a ver de lo que soy capaz”. Todo eso surge de la declaración que prestó la abuela de la víctima cuando arribó a Rincón tras enterase del crimen.

Según consta en el expediente, al momento de partir hacia Neuquén, Fernanda le dijo a su familia fundida en un abrazo: “Esta puede ser la última vez que me vean”. 



Fuente:  elsol.com.ar

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