sábado, 29 de septiembre de 2018

Las brasileñas se movilizan contra Jair Bolsonaro
Por Shasta Darlington


Jair Bolsonaro durante un mitin a principios de septiembre en Brasilia. Credito: Evaristo Sa/Agence France-Presse — Getty Images


Puede que las mujeres brasileñas no se hayan decidido a favor de un candidato en la próxima elección presidencial, pero una cantidad cada vez más grande ha recurrido a las redes para dejar en claro a quién no respaldan: al candidato puntero de ultraderecha Jair Bolsonaro.

La campaña de redes sociales llamada #EleNão (Él no) es el ejemplo más reciente de la movilización femenil en contra de un político que ha llamado a las mujeres, en público, ignorantes, demasiado feas para ser violadas e indignas de un salario equitativo al de los varones. En un discurso, Bolsonaro —padre de cuatro hijos y una hija— incluso dijo que el nacimiento de esta última fue “un momento de debilidad”.

“Él no porque es un machista, él no porque es homófobo, él no porque es racista, él no porque es un revés para nuestra democracia”, dijo Daniela Mercury, una popular cantante brasileña, en un video publicado en su cuenta de Instagram. Exhortó a los brasileños a acudir este sábado 29 de septiembre a protestas en contra de Bolsonaro.

Cientos de miles de personas se han apuntado vía Facebook a las marchas de “Mujeres contra Bolsonaro”, y 2,9 millones ahora son parte del grupo de esa red “Mujeres unidas en contra de Bolsonaro”. Este último ahora es de acceso privado después de un aparente intento de ciberataque.

Mercury también lanzó un llamado a Anitta, la mayor estrella pop internacional de Brasil, para que denunciara a Bolsonaro después de críticas debido a que no ha querido hacerlo. Después de insistir durante varios días en el voto secreto, Anitta publicó poco después su propio video en Instagram, visto por más de tres millones de personas en las primeras veinticuatro horas.

“Quiero dejar claro, de una vez por todas, que no respaldo al candidato Bolsonaro”, dijo en un video inusualmente serio. Anitta insistió en que sus luchas contra la homofobia y el racismo hablan por sí mismas.

“Apoyo el uso de la etiqueta EleNão”, añadió, y entonces hizo lo mismo que Mercury: invitó a tres artistas más a unirse.

La presión pública para que Anitta se pronunciara dejó en claro lo polarizadas que ha sido esta campaña, la más divisoria desde que Brasil regresó a la democracia en los años ochenta, y lo destacado del papel de las mujeres en la contienda.

Bolsonaro, un capitán del Ejército que ha sido diputado desde 1991, por mucho tiempo fue una figura marginal en el Congreso conocido, si acaso, por sus comentarios polémicos. Además de denigrar a las mujeres ha ofendido a la población afrobrasileña y ha sugerido que preferiría que un hijo suyo muera a que sea homosexual.

Pero el megaescándalo por el esquema de corrupción investigado por la Operación Lava Jato, que ha golpeado a todos los principales partidos políticos y a muchas figuras de la política ha disparado a Bolsonaro hasta arriba de las encuestas para la elección del 7 de octubre.

Sus partidarios lo promueven como alguien que dice lo que piensa y que no teme hacer ni decir lo que sea necesario. Como parte de su campaña ha prometido enfocarse en la lucha contra la corrupción y atender la creciente delincuencia al, por ejemplo, darle a la policía mayor libertad para asesinar a presuntos criminales y facilitar que los civiles tengan mayor acceso a armas.

Bolsonaro ya estaba arriba en las encuestas antes de que su campaña recibiera un impulso inesperado cuando fue apuñalado en el abdomen durante un mitin y hospitalizado. Después de eso, según un sondeo de Datafolha, cuenta con el respaldo del 28 por ciento de los brasileños encuestados. Ningún otro candidato tiene más de 20 por ciento de respaldo.

Aunque con ese número Bolsonaro se quedaría lejos del 50 por ciento del voto necesario para ganar de manera directa en la primera vuelta. Y si hay un balotaje, las votantes serían clave.

De acuerdo con un sondeo de Ibope, la mitad de las brasileñas dice que no sufragaría por Bolsonaro en ninguna circunstancia; el 33 por ciento de los brasileños varones dijo lo mismo.

Bolsonaro ha intentado mejorar su percepción entre las mujeres, aunque los resultados han sido variados. En un video grabado antes de su ataque, aparece lloroso al describir su vasectomía, procedimiento al que dijo que se sometió para hacer feliz a su esposa antes de añadir que “las mujeres en gran medida se sienten realizadas solo cuando tienen hijos”.

Terminó ofendiendo a muchos.

Incluso mientras Bolsonaro se recupera en el hospital, los mítines políticos siguen causando enojo entre muchas brasileñas. En un evento en la ciudad noreste de Recife, sus partidarios cantaron consignas sobre darles comida de perro a las feministas. En otro evento su candidato a vicepresidente, Hamilton Mourão, dijo que las familias encabezadas por matriarcas son “fábricas de inadaptados” que terminan en manos de pandillas y narcotraficantes.

Una comentarista conservadora de televisión, Rachel Sheherazade, terminó por pronunciarse: “Soy mujer. Yo estoy criando a dos niños sola. Me criaron mi madre y mi abuela”, puso en Twitter. “No, no somos criminales. ¡Somos heroínas! #EleNão”.



Fuente: nytimes.com

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